Capítulo 18. Revelaciones I.

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     Rumi se quedó un momento mirando la memoria USB hasta que extendió su mano recibiendo el dispositivo. —¿A que te refieres? —preguntó la chica con una expresión curiosa al pelirrojo quien se puso de pie —.

—Vamos a la computadora, se que es tarde pero tienes muchas cosas que ver, que me gustaría que vieras, mejor dicho—. Comentó Ēnma caminando al escritorio de la chica—.

—Esto no cambiará nada, Ēnma—. Dijo ella aún a sus espaldas haciendo que el se detuviera—.

—Lo se. No te preocupes, en cuanto termines de ver esa información, iré a entregarme o quizá tú quieras hacerlo—. Le dijo tranquilamente dando vuelta para mirarla nuevamente—.

—¿Que garantía tengo de que realmente te entregaras? —pregunto—.

—Ninguna realmente. Así que tú decides, ¿quieres que yo me entregue o me entregas tu? —preguntó sonriendo ligeramente a la chica quien no cambiaba su expresión sería—.

—Lo hate yo misma, te entregaré en cuanto terminemos de ver lo que quiera que tengas en esto—. Levantó la USB para también caminar en la computadora golpeando con su hombro a Ēnma quien solo sonrió divertido para después seguir a la chica—.

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     —... Y esa es básicamente toda la historia—. Terminó de hablar James dejando a Rías en silencio mientras ella meditaba sobre lo que el rubio le había dicho, sobre todo, lo ocurrido con Yuuto y sus amigos—. De aquí en adelante, lo que tú decidas hacer lo respetaré, pero como ya dije, tú decides—.

La chica quedó más tiempo en silencio después de escuchar a James, si bien algo sospechaba, no creía que fuera algo tan difícil de digerirlo, sobre todo, el hecho de que hubiera matado y aún así pareciera tranquilo ante lo que sucedía.

—¿Que harás ahora? —preguntó ña chica tratando de soñar calmada aunque claramente no lo había conseguido—.

—Sin que me des una respuesta no puedo decirte que haré ahora. —dijo James mirando seriamente a la chica quien trató de evitar su mirada, sin embargo, no pudo hacerlo—.

—y-yo... no... no quiero ser como mi padre James. No quiero ser una villana, quiero ayudar a las personas y... —antes de concluir, Rías comenzó a repasar nuevamente la historia del rubio, en especial lo sucedido con su familia, como a pesar de que Ryukyu estaba ahí, como ella había sido la causante, no ayudó, si alguien tan popular como ella no había ayudado a los civiles a su alcance, qué harían otros héroes solo para ser más vistos por los civiles. Miró nuevamente la expresión de James quien esperaba a que la chica terminara de darle su respuesta. Suspiró pesadamente y nuevamente miró a James para después abrazarlo—. No quiero ser una asesina, James, yo no creo ser capaz de poder soportarlo—. Dijo desviando la mirada con una expresión amarga que tomó por sorpresa al rubio quien colocó su mano derecha sobre la cabeza de Rías—.

—Está bien, Rías. No tienes porque manchar tus manos, porque no te dejaré hacerlo. Yo tampoco quiero ser un asesino, pero ahora entiendo que a veces hay que tomar decisiones que otros no se atreven, se que Ēnma quizá no esté actuando lo más éticamente posible pero lo hace de manera lógica—. Dijo quitando su mano para después acariciar la mejilla de la rubia quien sintió las manos ásperas de James al acariciarla—. No dejaré que te conviertas en algo que no quieres, Rías—. Le dijo a la rubia quien se sonrojó por el contacto y las palabras que le había dicho—.

Ambos se quedaron absortos en sus miradas, observándose con detenimiento bajo la luz de un bombillo, sus miradas cambiaron de sus ojos a sus labios para después comenzar a acercarse lentamente hasta que se besaron, perdiéndose en los labios del otro, intensificando cada vez más la sensación hasta que el aire hizo falta obligándolos a separarse para mirarse nuevamente.

Villains. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora