↩×Secreto×↪

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-Día 11-

-Alterego-

Todos conocen a Willy, alguien frío, calculador, con su tinte marcado de manipulación, hasta se dice que es igual que una serpiente, un ser del que se duda que pueda ser cálido, dulce y amoroso, a menos que lo conozcas a la perfección

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Todos conocen a Willy, alguien frío, calculador, con su tinte marcado de manipulación, hasta se dice que es igual que una serpiente, un ser del que se duda que pueda ser cálido, dulce y amoroso, a menos que lo conozcas a la perfección.
Pero como todos, o la mayoría de las personas, el albino tiene su lado oculto, en un baúl cubierto por una manta negra, baúl que solo lo abren aquellos que lo conocen a profundidad y que logran conocer  aquellas facetas que no deja ver a la luz.
Hay dos personas en todo Karmaland que han logrado ver eso, el primero y el más obvio, Vegetta, quien ya lo conoce de arriba a abajo, exceptuando aquellos secretos guardados con candado, y la otra persona, que bueno, en realidad esta esta en proceso, Fargan.

¿A que me refiero con su lado oculto? Pues así de simple como pequeños detalles que por más que le cuesten los hace con el corazón, por que el albino no es tan frío como lo hace ver, tiene su lado dulce, un dulzor perfecto, ni muy empalagante ni muy amargo.
A lo que iba, en este lado dulce, el menor oculta sus dones y algunas pequeñas pasiones. Una de esad cosas es su mano para la comida, dulce o salada, a Willy se le da muy bien cocinar, cosa que solo lo sabe Vegetta, y próximamente Fargan.

El albino estaba en su cocina, tarareando, y divirtiéndose un poco mientras cocinaba algo dulce para el castaño

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El albino estaba en su cocina, tarareando, y divirtiéndose un poco mientras cocinaba algo dulce para el castaño.
Iba de un lado para otro, soltando sutiles risitas, usando y dejando cosas, acomodando otras para hacer espacio, así hasta que metió un molde con la mezcla de una torta al horno, dedicándose mientras a limpiar la cocina, lavando, dejando algunos utensilios y acomodando su lugar de trabajo, sacando otras cosas y preparando otras. Así hasta que el bizcochuelo estuvo listo, dejándolo reposar y enfriar, mientras preparaba las cosas que utilizaría para decorar el mismo, una vez listo todo, revisó la temperatura del bizcocho, dejó eso de lado, pues todavía le faltaba, y fue a buscar algo para tomar.

No mucho tiempo después el albino ya estaba empezando a cortar y decorar aquel postre, tomándose su tiempo, siendo muy delicado.
Luego de terminar dejo el postre de lado, lavando lo usando y también lavando sus manos, seco las mismas mientras se encaminaba a buscar la caja que había preparado para ello, volvió, con cuidado lo guardo, cerro la caja, le puso una cinta de color blanca haciéndole un moñito y después la guardo en su inventario, escribiendo rápido una tarjetita.

Una vez con todo lo necesario encima salió de su casa, a paso calmado, recorriendo el poblado de Karmaland, después de revisar si había alguna novedad desvío su camino, yendo hacia la casa de Fargan.
Como no había tanta distancia entre el hogar del híbrido y el pueblo, llegó bastante rápido, subió las escaleras, sacando de su inventario la caja y la tarjeta, dejando el primer objeto en el sueño, y lo segundo sobre la caja, para luego tocar con insistencia la puerta, sin esperar a que el dueño apareciera se dio media vuelta y empezó a marchar, alejandose a paso relajado. No mucho después la puerta se abrió, dejando ver al castaño, vio a todos lados extrañado, hasta que bajó la vista y se topo con una caja, la tomó en mano, leyendo en voz algo alta lo escrito.

Fargan- espero lo disfrutes, y antes de que se te ocurra preguntar de donde lo compre lo hice yo rata -soltó una pequeña carcajada, viendo el nombre del albino firmando en una esquina inferior de la tarjeta, sonriendo con ternura, para seguido entrar a su casa e ir a la cocina, dejando la caja en la mesada, para seguido sacar la tapa y ver su contenido, ensanchando su sonrisa e ir por una cuchara, sacando el postre de la caja y empezar a degustar lo. Sus ojos brillaron ante el exquisito sabor de este, intentando comerlo lo más despacio para disfrutarlo más tiempo.

Definitivamente para Fargan Willy es una caja de sorpresas increíbles, esperaba poder descubrir más cosas ocultas del menor.

☸Willgan Month☸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora