↩×Furia×↪

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-Día 18-

-Chantaje-

En la Hermandad se escuchaban los gritos molestos del líder, sumado a golpes en la mesa y tartamudeos de parte de los otros integrantes, los cuales buscaban la calma del albino, aunque no había forma de negar que su furia tenía razón, y una muy buena

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En la Hermandad se escuchaban los gritos molestos del líder, sumado a golpes en la mesa y tartamudeos de parte de los otros integrantes, los cuales buscaban la calma del albino, aunque no había forma de negar que su furia tenía razón, y una muy buena.

¿Que pasó? Pues paso que el día anterior, o bueno en realidad hace no muchas horas sucedió eso, ambos híbridos, parte de esa secta peligrosa, estaban aburridos, y no se le ocurrió mejor que salir a reventar cosas

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¿Que pasó? Pues paso que el día anterior, o bueno en realidad hace no muchas horas sucedió eso, ambos híbridos, parte de esa secta peligrosa, estaban aburridos, y no se le ocurrió mejor que salir a reventar cosas. El albino no fue parte de esto pues estaba ayudando a Vegetta en algunas cosas, cuestión, una vez ambos seres oscuros estuvieron satisfechos volvieron tranquilamente a la Hermandad, entre pequeñas risas, pero, con lo que no contaban era que el pequeño policía del pueblo estaba vigilando el poblado.
La Hermandad no lo vio pero él a ellos si, y apenas entraron en su campo de visión, se ocultó, averiguaría quienes son y donde queda su guarida, ambos híbridos volvieron a la Hermandad, con el de baja estatura pisándoles los talones.

Una vez en la Guardia, entre pequeñas risas que solo ellos dos podían escuchar, se estaban por sacar los trajes de la Hermandad, pero la voz de un tercer integrante no deseado llamó su atención, se giraron para verlo, notando al agente de la ley portando un arma, apuntando a uno de los dos. El híbrido de búho fijo sus ojos en los del menor, haciendo que el contrario lo mire fijo, intentando descifrar quien es, olvidándose a su vez del otro presente ahí, que aprovechó para ir cautelosamente hacia el policía, derribándolo, sacándole el arma, poniendo todo su peso sobre el cuerpo ajeno. Lo próximo que estaba planeado es noquearlo, y eso hizo el oso, pero, antes de noquearlo, al búho se le escapó sin querer un.

Fargan- Rubius... Estamos muertos, le vamos a tener que decir...

Segundos después el policía fue noqueado, pero ya era tarde, ya sabía uno de los nombres de los integrante de la Hermandad. Luego de eso lo cargaron y llevaron a una habitación, donde lo amarraron a una silla, ambos soltaron un suspiro, Fargan decidió llamar al albino para avisarle, el cual apenas entendió a que se refería vocifero unos insultos a ambos, frustrado marchó hacia la Guardia hecho una furia.

Una vez el menor estuviera en la Guardia les grito y reprochó la imprudencia que tuvieron, suspiro frustrado, caminando hacia la sala donde siempre preparaban sus planes, obviamente seguido por los otros dos, que estaban con la cabeza un poco baja.

Luego de un par de gritos, golpes a la mesa y regaños, el albino se paró, con la mirada gélida, mirando con reproche a sus hermanos, se alejó de la mesa y fue por su traje, iba a solucionar esto, una sonrisa llena de maldad apareció en su rostro, tenía lo justo y necesario para callar al policía.

Una vez con el traje de la Hermandad, y lo que necesitaba en su inventario, se encaminó hacia donde estaba el menor despertando, desorientado. Al ver entrar al líder frunció su ceño, e intenta liberarse, cosa que no consiguió.
El albino se acercó, tomando el rostro ajeno, levantándolo, recibiendo un gruñido de parte del búho por esa acción, pues le molesto la cercanía, sin importar que el albino tuviera la máscara, el menor rodó los ojos y habló.

Willy- las ratas son astutas y esto me lo demuestra

Alex- ¡sueltame!

Willy- no -lo frío de su tono caló los huesos de todos ahí- no pienso dejarte ir sabiendo que tienes idea de donde se encuentra nuestra guarida

Alex- y no sólo eso -se quiso hacer el macho, mirándolo burlón, pues no sabía de quien se trataba gracias al modulador de voz que poseía su máscara, al igual que las otras dos- también se el nombre de uno de sus integrantes~ -canturreo.

El albino giro rápido su cabeza matando con la mirada a sus hermanos, los cuales temblaron de miedo.

Willy- Bien... Así quieres jugar... Perfecto... -el albino tomó los pelos del menor- tengo un vídeo tuyo pequeña rata -una risa pausada se escuchó- lindo pole dance -la cara del contrario enrojecio- ¿crees que si le muestro a Luzu y Auron la parte donde te tocas y gimes el nombre de la pareja del juez te dejen seguir siendo policía?~ y no sólo eso~ -su tono era juguetón y malicioso, pero tomó con fuerza el pelo del contrario- haz algo con lo que sabes y te irá muy mal, y no creo que quieras que algo le pase a tu querido Jimmy ¿verdad? -la sangre de Alex se congeló, tartamudeo unos momentos, no podía seguir, si intentaba enfrentarlo terminaría muy mal.

Alex- esta bien... No haré nada

Willy- perfecto... Y para tú información... Tengo vigilada toda Karmaland~

Luego de eso volvieron a noquear al policía, lo llevaron a su casa

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Luego de eso volvieron a noquear al policía, lo llevaron a su casa. Al volver a la guarida la furia del líder fue peor, y la padecieron, fueron regañados y castigados. El albino no podía permitir una falta así por parte de la Hermandad, dejó más que claro que la próxima sería mucho peor.

☸Willgan Month☸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora