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El tiempo había pasado, los coqueteos siguieron, las bromas, las citas, momentos vergonzosos del albino siguieron. El tiempo transcurrió con normalidad, y ahora nos encontramos en una época del año amada por unos, odiada por otros, el invierno.
Particularmente para el albino es una linda época del año, lastima que es friolento, pero siempre le ve el lado positivo, envolverse en colchas hasta sentirse calentito. El único contra para el albino es que su cara enrojece por el frío, que esa es una ventaja para el castaño, pues lo puede ver rojito, además de que en épocas así se sentía poco mas débil, temblaba por el frío, pero disfrutaba de estar envuelto en mantas tomando algo caliente. El castaño iba a aprovechar esa época del año para algo que tenía planeado desde hace un tiempo, pero no lo había hecho antes solo para hacerlo bien. Ese día es EL día, nada lo iba a detener de hacer lo que tenía planeado, absolutamente nada.
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El castaño ya estaba levantado desde hace rato, pues no estaba en su casa, estaba en el bosque, cerca de un lago, siendo este lugar algo bastante alejado del poblado de Karmaland, pero con la ventaja con la que cuenta el castaño de tener alas no es tan largo el viaje, se dirigía hacia una cabaña, cabaña que construyo él, a la cual ahora le estaba agregando unos detalles para que quedara mejor, mas cómoda y cálida, tenia pensado llevar al albino y decirle algo, por lo que tenia que dejarla lo mejor posible.
Luego de un rato terminó, encendió la madera de la chimenea, colocó unos acolchados en el sillón y salio del recinto mientras le mandaba un mensaje al menor de que se alistara pues lo tenia que llevar a un lado y que era sorpresa. Cuando abrió la puerta para retirarse a buscar al albino, un viento muy frío golpeo su cara, haciéndolo temblar levemente, y por inercia cubrirse con sus alas. Suspiro, salio de la cabaña, cerro la puerta, desplegó sus alas y con un pequeño impulso tomo vuelo.
Una sonrisa se plantó en su rostro por todo lo que venía, se permitió soltar una carcajada, la emoción recorría cada centímetro de su anatomía, misma sensación que hizo que avanzara con mayor velocidad.
Pocos minutos más tarde pudo visualizar el árbol gigante, su destino, su sonrisa se amplio un poco más, y una vez estuvo lo suficientemente cerca, bajo en picada, justo en el preciso momento en que el menor salía de su casa. Al ya estar en una altura buena, extendió por completo sus alas, amainando la velocidad con que bajaba, segundos después apoyando sus pies en el suelo, frente al albino, quien ya lo había visto por lo que solo lo espero con una sonrisa y una mochila con alguna cosas a pedido del castaño.
Willy- Hola Fargan
Fargan- hola lindura, ¿tienes todo? -al recibir un asentimiento automáticamente llevó sus manos a la cintura del menor, tomándola y tirando de ella, acercando y pegando sus cuerpos, sonriendo triunfal por el suave rojo en los pómulos del contrario- entonces agárrate de mí -recibió una mirada confundida, no espero mucho, desplegó con rapidez sus alas, tomándole dos segundos tomar vuelo, y medio segundo el sentir un abrazo algo fuerte en su cuello, riendo suave como reacción- yo te dije que te agarraras~ -un vez estuvo a una altura considerablemente alta, abrazo con más fuerza su cintura, subiendo lo un poco, provocando que el menor abrace su cadera con sus piernas, sonriendo más por esto.
Voló con cierta prisa, hasta que llegaron donde la cabaña, bajando con suavidad, hasta tener los pies en el suelo, dio un par de apretones a la cintura, sonriendo más, lo abrazó con fuerza, y empezó a caminar hacia la puerta, sabía que el menor no estaba dormido, pero las probabilidades de que estuviera cómodo así eran altas.
Fargan- willyyy~ ya llegamos, ¿quieres que te diga cargando hasta entrar? -recibió un asentimiento de su parte, haciendo que suelte una risita, cerrando un poco los ojos, soltó un suspiro feliz, apretó más el cuerpo ajeno al propio, empezando a caminar y luego entrar a la casa.
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Ya había pasado un par de horas, ambos estaban en el sillón, sentádos, tapados hasta el cuello, Fargan teniendo al menor entre sus brazos a pedido de este, viendo la película en el tele que había colocado sobre la chimenea. Estaba emocionado, tenía algo en mente desde hace tiempo, por eso la cabaña. Ya era momento de hacerlo, agarró su celular y mano un mensaje, seguido a eso bajo el volumen del tele, provocando que el menor girase su cabeza para verlo pues el volumen estaba en casi cero y no escuchaba nada. Antes de poder decir algo el castaño se le adelantó.
Fargan- mira tu celular -no dijo más nada, sólo viendo la película con una sonrisa.
Willy no dijo nada e hizo lo dicho, tomo su teléfono justo al momento en que le llegó una notificación. Mientras leía eso el mayor buscó una aplicación específica y la abrió, e hizo lo necesario, segundos después el albino levantó la mirada al techo, tal cual decía el mensaje, leyendo lo que había ahí. Un '¿Quieres ser mi novio?♡' aparecía escrito con una larga tira de luces color verde claro y suave, llevó su vista al rostro contrario, sonriendo al ver la mueca de sorpresa que este poseía, dando suaves caricias a la cintura mientras esperaba una respuesta. El menor después de analizar lo que acababa de ver, se movió, contando con una sonrisa en los labios, asintiendo de forma casi imperceptible.
Willy- si, quiero Far
Seguido de esas palabras, el albino dejó un suave beso en los labios contrarios, se volvió a acomodar, más pegado al contrario y espero a que el castaño subiera el volumen, cosa que pocos segundos después pasó, como extra recibió una abrazo que los pegó más. Así pasando el resto del día, con algún que otro beso en medio.
