☸Willgan Month☸

↩×Molestia×↪

-Día 21-

-Intercambio de ropa-

Eran ya fines de invierno, el frío que calaba hasta los huesos, pero ese día en particular hacia mucho más frío, días como ese son ideales para una ducha larga y caliente, un café, ropa abrigada, sentado en el sillón tapado hasta el cuello, con un libro o tu pareja, con el calorcito proporcionado por un calefactor o una chimenea.

Casi todo lo tenía el albino, ¿por que casi todo? Por que justamente hoy, ese día tan frío y que se llegaba a ganar el odio del nombrado, no tenía al castaño cerca, pues los dioses decidieron que tendría una misión larga, no teniendo ninguna clase de problema al enterarse, ya que el día anterior el frío no era tan gélido como ese día, ahora insultaba a las deidades como nunca antes.

Hacia media hora más o menos que Willy se encontraba despierto, aún acostado, pues se despertó cuando Fargan hacia lo posible para que dejase de abrazarlo, para poder alistar lo poco que tenía que guardar y marchar hacia la misión. Se habían despedido con un beso, al principio no hubo problema, total sabía que no pasaría nada, puesto que no iba solo, Vegetta y Luzu iban con él.
Luego de esos treinta minutos que permaneció en la cama, bostezo, se desperezó, y con la idea de que el frío no iba a ser tanto, tomó las sábanas y se destapó rápido, pero segundos después se volvió a tapar, refunfuñando e insultando.

Estuvo alrededor de media hora más en la cama, hecho una bolita. Con un bufido se destapó, temblando al frío hacer contacto con si cálido cuerpo, soltó un par de maldiciones por lo bajo, se levantó de la cama, y se encaminó hacia el baño, donde se iba a dar una larga y caliente ducha.

Luego de bañarse, fue a la habitación, más específicamente hacia el mueble donde había ropa de ambos. Abrió el cajón, automáticamente llevando su vista a la ropa del castaño, se mordió unos segundos el labio inferior, dudando, terminando por agarrar un buzo del mayor, buscando el más grande que tuviera. Una vez con la prenda puesta, además de un bóxer y un pantalón de pijama holgado con estampado con tortuguitas y serpientes, agradeciendo que el buzo le quedase poco mas abajo de la cadera.

Se marchó hacia la cocina, con la idea de hacerse una té de frutilla e ir a ver la tele tapado hasta arriba.

Horas más tarde, casi de noche, y con más frío que a la mañana, Fargan estaba entrando a la cabaña, agotado, queriendo abrazarse al menor y dormir. Después de dejar su mochila en un sillón individual, busco con la mirada a su albino, sin encontrarlo, hasta que escucho un ruido, llevando su vista hacia donde provenía, encontrándose con quien quería, sonriendo enternecido al captar que tenía un buzo suyo, o bueno, en general por como estaba vestido.

Al chocar miradas en menor hizo una pequeña carretita para poder saltar y abrazarse a él, tanto con las piernas como con los brazos, logrando que ría, abrazándolo con fuerza con una mano a la cintura y la otra pasándola por debajo de su cuerpo, como soporte.

Fargan- hola lindura

Willy- hola Far -se separó lo suficiente para poder dejar un beso en sus labios- vuelve a irte un día de frío como el de hoy y te mato, ¿entendido? -entre pequeñas risas asintió.

Empezó a caminar hacia el sillón, aunque no hizo muchos pasos al albino pedirle que lo bajara por que se quería hacer otro té. Luego ambos yendo al sillón, Willy sentándose con las piernas dobladas, para poder ofrecerle al mayor sus muslos como almohada, dando palmaditas en los mismos para que captara el mensaje, cosa que el contrario no tardó en hacer. Ambos se taparon, de formas distintas para estar cómodos y poder verse a la cara. Fargan le comentó un poco como le fue en la misión, aunque no fue tanto pues el cansancio le ganó y se terminó durmiendo, por lo que el albino empezó a acariciar su pelo, disfrutado del momento, tomándose su té, y mimando a su novio, más tarde prendiendo la tele pata ver alguna película con el volumen moderado para no molestar.