El hijo preferido «Dinastía Merlín»¹

~XIV~ Duelo p.1

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— ¿En verdad harán ese duelo? —cuestiono Ron a sus amigos, quienes iban en camino a las siguientes clases.

—Que no escuchaste el anuncio que dio Dumbledore en el desayuno —le recalco Hermione.

El pelirrojo solo hizo muecas imitando su respuesta, haciendo reír un poco a Harry—. En fin, dudo que vaya a ganarle a Snape.

— ¿Perder contra Snape? —Se burló la leona—. Es claro que también es un excelente mago, pero el profesor Lockhart al igual, ¿Qué no han leído sus libros?

El pelirrojo rodó los ojos—. Ya supéralo, dudo que Lockhart vaya a ganarle a Snape, no soy de apoyarlo, pero es seguro que le hace barrer el suelo.

—No puedo creerlo —respondió la leona fastidiada.

— ¿Qué? Digo la verdad —se defendió Ron—. Tu que dices Harry, es de ley que Snape le dará una paliza.

Harry quedo algo nervioso al ver la mirada molesta de su amiga—. He...creo que...ambos no podrían contra la profesora Kreuz —lanzó rápidamente aquella astuta respuesta, evadiendo la respuesta a la pregunta.

Ron se quedó pensativo un momento—. Bueno en eso sí tienes razón.

—Como sea, solo demonios prisa ya casi es la hora de clase —recalcó Hermione a sus amigos.

La noticia era el tema de conversación durante todo el día, la invitación de que cualquiera quisiera ir o no, estaba abierta. Era claro que asistirían varios, más aún las féminas del colegio, quien estaban hechizadas por el mago.

Para la tarde, después de clase. Todo estaba listo, una enorme mesa larga había sido colocada justo en el centro del gran comedor, sustituyendo a las cuatro mesas.

Todo fue vaciado, de esta forma podrían estar cómodos y viendo sin problemas la clase.

Scarlet había sido la primera en llegar, incluso antes que los dos profesores. Esperaba tranquila, sentada en la enorme silla de Albus mientras leía un libro.

Vaya sorpresa se llevaron ambos magos al llegar y verla. Snape quedó algo sorprendido, era como ver a una emperatriz en espera de sus súbditos.

—Vaya, estaba empezando aburrirme —saludo la bruja mientras terminaba de leer la última página del capítulo.

— ¿Hace cuánto está aquí profesora Scarlet? —cuestiono Lockhart.

—Unos 40 minutos —cerró el libro para poner toda su atención a los magos al acercarse.

Lockhart no pudo evitar casi devorarla con la mirada, a comparación de Snape que fue más discreto, pero no pudo evitar al igual mirarla por completo.

Era extraño de presenciarla sin los usuales vestidos o faldas, puesto que traía un traje de duelo con un chaleco largo hasta las rodillas, eso sí con unas botas de un ligero alto de tacón.

Vaya que la Nobeless poseía un físico excelente para su longevidad.

Scarlet ignoró por completo la indiscreta mirada de Lockhart, pasando mejor del lado de Snape para quedar lejos del rubio. No le gustaba para nada su presencia.

—Al llegar me percate de esto —señalo la mesa—. Excelente idea, de esta forma podrán ver la clase sin problemas.

Lockhart se sintió halagado, y como pavo exhibiendo sus plumas, se acercó a la Nobeless para hacer más firme su presencia—. Es bueno que tome en cuenta ese punto.