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Invierno, como no saberlo. Quien no se negaría ante tal estación, como no negarse ante una buena taza de té caliente o de café, quizás algún chocolate en un tarro, o quizás algún buen whisky para los adultos y así poder quitarse un poco del frío en el cuerpo.
La única estación que podía unir personas y mundos. Fuera muggle, fuera mágico. En invierno se festejaba y albergaba por igual. Por un momento las riñas desaparecían, las diferencias se aplacaban, aun si entre algunos no se toleraban, dejaban de lado el problema para festejar.
Por lo menos hacían el esfuerzo de llevarla tranquila.
Incluso ¡El colegio cambiaba por completo! Tanta nieve cubriendo la enorme estructura, daba vida misma al castillo. Los terrenos de pasto seco habían pasado a ser praderas blancas.
Y qué decir del lago, totalmente congelado, disponible para poder patinar (claro bajo supervisión de un profesor).
Por un momento pareciera que en el colegio nada fuera de lo común sucediera.
—Bellísima vista nos ha regalado el heraldo del invierno —dijo Scarlet sonriente, acariciando el pecho de su búho que reposaba sobre su hombro.
Se había detenido para apreciar la estación en el corredor del patio interno del colegio, como era el almuerzo, los corredores estaban abarrotados.
Algún que otro estudiante se acercaba a la bruja para poder acariciar al ave. Caso que Scarlet parecía dar el permiso sin problema.
El ave en verdad que disfrutaba los tratos, aquello provoco una ligera risa en Kreuz—. Búho caprichoso.
Snape hacia su ronda incluso en el almuerzo, bien sabido era que al mago le gustaba dar de castigos incluso en rondas de almuerzo. Vio su oportunidad al notar una bola de estudiantes en el corredor haciendo ruido (según los estándares de Snape >_<).
—Vaya, al parecer hay una pequeña reunión —la sola voz provocaba miedo en los jóvenes, quienes habían dejado de lado las risas.
Como saboreaba Severus ver el miedo en sus rostros, como corderos viendo al lobo.
—Al parecer tendré que bajar puntos por obstruir el pasillo —torció un poco sus labios casi simulando una sonrisa.
—En realidad profesor, los estudiantes estaban jugando con mi fiel mensajero.
Tan rápido como casi sonrió, se esfumo el gusto de su rostro al ver como la bruja se ponía de pie. Puesto que estaba sentada en un banco, siendo cubierta por los aprendices.
—No han roto regla alguna, les ha llamado la atención mi búho de plata. Por ello les permití acariciarlo y jugar con él —explicó Scarlet, observándolo con suma seriedad. Mientras que el ave había alzado sus alas y lanzado un chillido como recalcando las palabras de su ama.
¿Ahora quién era el reprendido?
Severus notó aún la molestia recalcada en el rostro de la bruja, aún estaba enojada por lo sucedido en la clase. No solo con el mago de ropas negras, también con Lockhart, quien había notado al igual la molestia.
—Profesora Kreuz, no me percate de su presencia.
Ahora eran los estudiantes quienes miraban a ambos, se había notado muy bien quien le jalaba las riendas actualmente al pocionista.
—Niños, luego pueden jugar con el búho —ordenó la bruja.
La decepción de los estudiantes fue notoria, despidiéndose no solo de la profesora, también del ave, quien gustoso movía sus alas ante la cortesía.
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El hijo preferido «Dinastía Merlín»¹
FanfictionEl mundo mágico esconde los misterios más enigmáticos y oscuros que muy pocos llegan a descubrir o quizás todos tienen la dicha de saber. Ante la solicitud de Dumbledore, la vacante de DCAO es ocupado por un profesor cuyo origen jamás debió revelar...