El hijo preferido «Dinastía Merlín»¹

~XXVI~ Pequeña traición

⚜️⚜️

⚜️

Los días avanzaron, las comidas en el gran salón se volvían un pequeño show para los estudiantes. Era el tema de conversación en las primeras semanas del curso. Y es que los cuatro profesores (aun si era asistente la consideraban de rango), no les importaba todo lo demás. Una vez empiezan a debatir, nadie que logre sacarlos. Snape como siempre fastidiando a Lockhart y Kreuz, la Merlina defendiéndose de la serpiente rey, el mago rubio discutiendo con el pocionista y apoyando a Kreuz, mientras Lilith quedaba como la paloma inocente sin saber qué hacer, y tratando de calmar al trio.

Era como ver a los estudiantes en la mesa del profesorado. Jamás había estado tan viva la mesa de profesores. Dumbledore se aguantaba la risa al escucharlos en cada comida. El gran y temido pocionista tenía su propio grupo de compañeros, aun si discutían a cada rato pero ya era algo.

—Oye no me dejes con la palabra en la boca —replicó Lockhart.

El cuarteto de oro observo como se retiraban ambos magos. Sumidos en su debate, siendo la mira de todos.

—Me sorprende que no haya matado a hechizos al profesor de DCAO práctico —dijo Ron con la boca llena.

—Más bien que le hable al profesor —agrego Neville.

La joven leona rodo los ojos—. Ya dejen de estar comentando a sus espaldas.

—Pero no tiene nada de malo —respondió Ron—. Además, creo que ya son el nuevo grupito de amigos de Snape.

Vaya comentario lógico de Weasley. Sus amigos quedaron pensativos ante la idea.

Lilith se quedó viendo al dúo de profesores—. Creo...que...

La Merlina lanzo un pequeño gruñido de molestia, limpiándose la boca rápidamente, tirando la servilleta sobre la mesa—. Vamos.

— ¿Ah? —apenas y reacciono la joven Adams. Corriendo detrás de la profesora.

El par de magos delante discutiendo mientras las brujas los seguían con prisa—. ¡Esperen! —grito la asistente, llamando la atención de los magos.

—Que no les enseñaron modales —replico Kreuz—. Nos han dejado con la palabra en la boca y para colmo abandonado.

Sí que la situación seguía tensa, el nuevo equipo término por acomodarse de manera contraria. Snape y Kreuz se seguían viendo con verdadero enojo.

—No los irrumpo más, los dejare a usted y el profesor Lockhart continuar con sus actividades —cada que el pocionista decía algo sobre ellos, salía con verdadera acidez de sus labios.

Snape sentía algo, le dolía, le causaba un sentimiento de molestia. Era algo que no sabía cómo explicarse.

Por su parte Kreuz comenzaba a sentir decepción, o quizás enojo. Era combinación de emociones que la llevaban a defenderse y querer seguir hasta obtener una respuesta por parte del mago oscuro.

¿Pero qué respuesta? Ni ella misma sabía.

—Señorita Lilith, en una hora en mi oficina de Gryffindor —dijo Kreuz de manera tajante.

Por alguna maldita razón, Severus sintió la necesidad de jalarla del brazo para reclamarle. Más aun viéndola irse del brazo con su rival el narciso. ¿Pero qué haría una vez la alejara de Lockhart?

Lilith solo suspiro agobiada. Esos titanes la terminarían estresando. ¿Cómo fue que acepto el trabajo? Pensaba que podría tener algo tranquilo, pero no tensión a cada rato.