El hijo preferido «Dinastía Merlín»¹

~XXV~ La asistente

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Enero, los cursos darían inicio de nuevo. Y con ello la cena de bienvenida como era habitual. Más este año sería distinto.

Las pláticas se perdían entre tanto barullo. Esto debido a la emoción de los estudiantes por contar sus aventuras durante las vacaciones. La mesa del profesorado estaba completa, pero dos brujas estaban realmente con una expresión de incomodidad. Minerva y Scarlet se mantenían en total silencio.

Incluso Snape que estaba sentado al lado de la Nobeless, noto su semblante. Por su parte Lockhart estaba platicando con ella. Sin darse cuenta que la bruja lo ignoraba por completo.

Con disimulo, Severus se inclinó un poco de lado para hablarle aún más de cerca a la bruja—. Se puede saber porque su amarga cara.

Pensó que con eso provocaría a la profesora. Más recibió un enorme suspiro de cansancio por parte de ella.

—Pronto vera porque mi indignación.

El mago regreso a su lugar. Incrédulo ante el comentario.

—Hoy estamos todos reunidos, y alegres de volver a vernos otro ciclo escolar —hablo Dumbledore—. Así como hubo nuevos cambios en el curso anterior, este año se agregara otro integrante más en Hogwarts.

— ¿Otro más? —dijo Neville hacia sus amigos.

—Ahora quien podría entrar —agrego Ron.

—Pero no hay vacantes, todo está cubierto —dijo Hermione, pasando por su mente todas las áreas del colegio que requería otro profesor más.

Harry solo encogió los hombros.

—Pasa —indico el anciano director.

La puerta trasera de la mesa del profesorado se abrió. El asombro no pudo ser evitado por parte de los profesores.

Harry Potter quedo mudo. Su cuerpo se congelo de inmediato. ¿¡Estaba soñando!? Se suponía que ella estaba muerta. Pero ahora...podía verla en persona. Aunque tenía algunos rasgos distintos.

Severus dejó de respirar por unos momentos, su corazón estaba desbocado. ¿Acaso él estaba teniendo algún sueño? ¿Había muerto y no se percató de ello? Podría jurar que estaba sudando frio. La sorpresa que le llego a Snape, fue tal que seguro parecería que le lanzaron un Petrificus. ¡La había visto morir maldita sea!

En ese instante algo hizo clic en su cerebro. De golpe observo la mesa de leones. Justamente ahí estaba Potter. Petrificado al igual por ver a la nueva integrante.

—Un gusto conocerlos a todos, soy Lilith Adams. A partir de este curso seré la nueva asistente de la materia de DCAO —dijo la joven.

Sin duda la sorpresa sí que fue para muchos conocidos. Kreuz opto por salir tomando la puerta trasera del comedor. Noto como apenas salían los estudiantes, todos los profesores casi se abalanzaron hacia Albus. Cuestionando sobre la asistente. Mientras la joven solo veía al resto, sin saber que pasaba.

Mejor desaparecería de allí antes de que fuera bombardeada por miles de preguntas, como lo estaban haciendo con Lockhart. Más su escape falló.

Fue jalada de su brazo apenas salió. Y llevada a un espacio poco iluminado, el golpe contra la pared no fue nada suave.

— ¡Me puedes explicar qué demonios intentan hacer tu y ese idiota! —expreso Snape. Teniendo que susurrar para que nadie más lo escuchara. Aunque era notorio que se aguantaba las ganas de gritarle a la bruja por la ira que tenía en ese instante.