Capitulo 5

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Me levanto nuevamente por las pesadillas, nunca he entendido quienes son ellos, y porqué me encuentro en medio de la nada.
Me levanto de la cama decidida a salir a correr, aunque mi casa esté rodeada de un bosque porque es la más grande de toda la ciudad , me pongo mis audífonos y corro lo mas rápido posible, pensando en todo lo sucedido días atrás, he corrido minutos cuando la música se detiene y en mi celular aparece el nombre de Jayden en la pantalla.
-que quieres? - digo en tono cortante, su voz me irrita demasiado.
-solo quería saber cómo estabas, no habías ido al colegio, iba a tu casa y tus hermanos me decían que no estabas, quería saber que ocurría. – me dice realmente preocupado, si no fuera que me interesaba un comino diría que fuese tierno.
- pues estoy bien, ok? No tenías que preocuparte, y sabes, para que no te preocupes más, y no me estés jodiendo, tu y yo terminamos- le dijo y se queda callado, respira profundo y contesta.
- Eva te sientes? Por qué me hablas así, tu y yo nos dijimos que nos queríamos mucho, por favor Eva, veam...- sé hacia donde quiere ir, así que lo cortoantes de que termine la oración.
-no Jayden, no te quiero ver, y pues la verdad es que los dos somos unos mentirosos si dijimos algo así, entiéndelo, no volveré a la escuela, soy la mejor de la clase, así que yo estoy absuelta, adiós y no me llames nunca más.- no sé por que estoy siendo tan dura pero me causa repugnancia.
-ay pobrecito, seguramente si yo fuera el sentiría un golpe en mi hombría.- escucho a mi espaldas, volteo y veo a un hombre tremendamente guapo, de cabello negro como la noche, alto, delgado pero lo suficientemente fornido, tiene una barba de tres días que lo hacía ver extremadamente guapo y tiene unos ojos azules, mi primer instinto es querer aventármele encima y decirle que me haga un hijo, pero la verdad es que no lo conozco y se mete donde no le llaman.
-perdona? Es que no te enseñaron modales? Como no escuchar conversaciones ajenas? - le digo y borra enseguida su preciosa sonrisa, volteo a ver a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en medio de la nada con este hombre, pero en que momento me he desviado de casa? Y que tan lejos estaré de ella
Cuando veo atrás él, observo que hay un hombre que está apuntándonos con una ballesta, empujo a el hombre que está enfrente de mí, lo cual está bastante distraído para reaccionar hasta que cae al suelo, se pone de pie en un segundo, y cuando mi vista se vuelve al tipo de la ballesta veo que hay alrededor de 10 hombres más, me quedó en shock al ver tal cosa y me pongo a pensar cómo es que llegaron tan rápido; el hombre al que he empujado me toma de la mano y siento como se eriza todo el bello de mi cuerpo, pero me saca de tal ensoñación cuando tira de mí y me dice que corra, parte de mi le obedece y pues obvio no quiero morir y la otra parte cuestiona que carajos está pasando y como por pelear con este tipo me he metido en este lío. Tomados de la mano llegamos hasta un rio, en donde carajos estoy? Y de dónde ha salido un rio así de la nada.
-tenemos que saltar.- me dice y obvio se que mi cara debe ser una abroma, meneo la cabeza diciendo que no, obvio sé nadar, pero está demasiado alto y no sé que tanta profundidad tiene el rio.
-salta.- me ordena, entonces cierra los ojos y gruñe, me empuja y todo ocurre en cámara lenta, como si viera mi vida pasar antes de los 18, toco el agua y por inercia busco salir a la superficie y nadar para que la corriente no me ahogue, veo una horilla lo bastante baja para poder salir.
Volteo para todos lados y no veo al tipo egocéntrico y mandón, tal vez se lo llevo la corriente y eso es seria lo mejor, aunque soy lo suficientemente humana para tenerle piedad y buscarlo, veo que está del otro lado del extremo detenido por una raíz que sobre sale de la tierra evitando que se lo lleve la corriente, salto de nuevo y voy en su dirección, lo tomo y lo llevo a al extremo bajo que había encontrado.
Veo que está desangrándose, se debió de golpear con alguna roca mientras caía, decido llevármelo aunque no sé ni donde estoy, observo que hay plantas medicinales en la orilla del rio y decido hacer ungüento para ponerle y detener la hemorragia.
Cuando la hemorragia se ha detenido el abre los ojos y me toca de la muñeca apretándome fuerte.
-que haces? - me dice con una fuerte voz de mandón que me molesta, le presiono la herida para que le duela, pero veo que apenas y queda cicatriz, aunque si le duele, con más fuerza del que el me oponía me suelto.
- curarte genio, te haz roto la cabeza en la caída y casi mueres ahogado mientras estabas atrapado en la corriente.- le digo, me levanto y me sacudo, el sol está en su punto, debe ser medio dia.
-bueno me dio un gusto enorme salvarte el trasero dos veces pero me tengo que ir.- le dio sarcástica y me doy la vuelta dispuesta a marcharme, me toma del codo.
- tú no te vas- me dice en su de nuevo tono mandón, este tipo que se creé, le salvo la vida y resulta ser un patán.
-tú y quien más me lo va a impedir- le digo mientras alzo una ceja, doy media vuelta de nuevo y dispongo a irme, de nuevo me toma del brazo ¡ahhhh, a este hombre le gusta agarrar a la gente del brazo o que!!
Doy media vuelta y lo empujo como lo hice con Verónica, esta vez al parecer lo hice más porque el árbol con el que lo estampé se partió en dos, el miedo me invade y salgo corriendo, no sé en donde estoy pero necesito huir de el.

La sangre también también traicionaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora