Capítulo XIV

6.1K 712 792
                                    

Al todas las canastas encontrarse vacías, el gran grupo de jóvenes se dispusieron a comenzar la travesía hacia la boda del primo de su Señor Jesús, Isaac.

Por supuesto, quienes no podía ocultar la alegría que les daba el destino por esta oportunidad eran los menores, Santiago y Andrés, hablando amenamente sobre qué decoraciones habrían en la fiesta o el festín que servirán.

¿Sabían acaso en qué consistía una boda?
Pues bueno, usualmente en las bodas el principal tema de conversación son los novios...

Siguiendo el mismo recorrido, se encontraban Felipe, Natanael y Mateo. Mientras el último hablaba sobre temas actuales, Natanael continuaba el hilo de la conversación por medio de comentarios curiosos, siendo Felipe el único público atento a las opiniones de jóvenes tan sabios como ellos, por supuesto, fiel a sí mismo, interrumpiendo frecuentemente con dudas (algunas veces no muy coherentes, pero que a Natanael le brindaba ternura responder; después de todo, los más grandes sabios nacieron aprendiendo)

Pedro hablaba amenamente sobre uno de los temas que más le apasionaba: "cómo el sistema en la economía actual fluía". "Curioso" lo atribuía él, ¿Y quién mejor para comprender a lo que se refería que Judas Tadeo quien siempre se encontraba pendiente de los puntos en los cuales pueda desenvolverse y ganar cada vez más poder político: debía entender e ingresar en ese tipo de temas.
Sin embargo, no todo era calma en esta agradable conversación puesto que usualmente Pedro se interrumpía a sí mismo para alzar la voz al menor que encabezaba a los apóstoles: "Santiago, no te alejes tanto".
Judas Tadeo sonreía y respondía un simple: "ya es un joven, no deberías estar tan al tanto de él", pero esas palabras no podrían calmar el sentido de hermano que Pedro siempre había llevado.

Por supuesto, no había nadie mejor para comprender ese sentimiento que Jacobo que, si bien no eran tan sobreprotector como Pedro, sí actuaba impulsivamente en protección de este. Realmente todo un tema.
Tomando su nombre, Jacobo le indicaba a Juan cuáles eran los comportamientos y etiquetas que se daban en las bodas, siendo Juan quien escuchaba atentamente cada palabra de su hermano.
"Si es tan complicado una boda... ¿Para qué las realizan entonces?" pensaba para sí sonriendo por sus ideas descaradas pues para él lo importaría lo tan aburrido o laborioso que sea, Juan estaría más que feliz de realizarlos si su persona amada así lo desea.

Detrás de ellos, Simón se encontraba en medio de explicar su argumento del porqué el sistema de justicia sí era funcional y necesario para poder vivir pacíficamente en esta sociedad, mientras que Tomás sonreía de manera socarrona. "Si fuera así, ¿Por qué siguen habiendo más y más delicuentes? ¿No acaso los castigos que pagan otros criminales son suficientes para asustarlos?" contratacaba él. Al parecer, tal y como Simón sacaba de sus casillas al pobre de Andrés, Tomás era la causa del fastidio del mayor.

No muy apartados de ellos, y siempre pendiente en que ninguno de sus discípulos fuese por el camino incorrecto, caminaba detrás del grupo de hombres a paso elegante y gracil. Todo el hijo de un Dios.

Judas era su público principal quien caminaba embelesado y a una distancia dentro de lo que puede ser considerado "respetuoso".
Luego de la escena de anoche, se sentía inseguro de dar otro paso en falso con Jesús.

-Judas, no te alejes demasiado. El pueblo de Canná es muy grande, puede ser peligr-

-¿Podemos hablar?

Interrumpió sin pensarlo demasiado.
A este doloroso paso, las dudas lo terminarían asesinando.

Jesús, entendiendo que no podía seguir manteniendo esta posición de indiferencia, asintió.

Lado a lado, tomaron un rumbo un poco más apartado a sus apóstoles.

Los segundos se congelaban en sus miradas y las palabras se desvanecían como azúcar en su lengua, con la diferencia del único sabor que dejarles era un gusto agrio.

Debían decir algo.

Sea mínimo, sea una palabra.

¿Qué estaría bien decir?

-Judas, lo lamento.

No podía esperarse menos de Jesús quién tomó las riendas del asunto.

-Lamento si en algún punto te brindé una idea errónea sobre cómo debía actuar contigo. Eres mi apóstol y te respeto.

Esas no eran las palabras que Judas quería escuchar.

A decir verdad, a este punto, ¿Qué quería escuchar él? ¿Palabras que ni él mismo podía decir, acaso?

-¿Por qué?

-¿Disculpa...?

-¿Por qué tuviste que tomarte tu tiempo para darme este tipo de respuesta? ¿Qué es lo que te impedía decírmelo antes?

Justo en el clavo.
La mirada de Jesús se tornó más temerosa.

Lo habían descubierto.

-Temía tu reacción.

Judas, a lo largo de su vida, había visto mejores mentirosos.

-Por favor, no me mientras, Jesús.

"¿Estaría bien decirlo?"
Luego de decir estas palabras no habría vuelta atrás.
¿Estaba listo para compartir esta pesada carga?

-Jesús, yo te-

-Judas, me vas a traicionar. 



Jé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jé.
¡Próximamente, fiesta en casa de Isaac!😄🎉

Sus "amén" me hicieron acordar. Amén y gracias por leer 😔🙏✨

Por cierto, es muy gracioso que terminé escribiendo este capítulo como celebración de haber terminado mi ensayo sobre la ludopatía en mujeres e informe sobre la psicología educativa... Pero todo se fue a la chucha porque apenas publique el capítulo me llegó la tarea de hacer otro ensayo sobre desarrollo personal, jé. mátenmeomevoyairallorarconmammiLuci

En otras noticias, hace tiempo estaba pensando en hacer otro P&R parte 2 en compañía de los discípulos, pero creo que lo aplasaré un poco más para que ustedes puedan relacionarse mejor con ellos y, a su vez, en que los personajes puedan resolver las dudas que ustedes puedan tener~✨
Pero de que habrá, sí habrá 😔👌✨

El epítome del pecado... (JudasxJesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora