Narra Anaju
Iba en un coche en dirección al hotel, era de las últimas en salir por lo que los demás ya habrían llegado. Era ya tarde, y habíamos decidido no salir esta noche, por muchas ganas que teníamos de liarla los 16 juntitos. Pero era lo mejor, llevábamos dos días sin apenas dormir dos horas, y nos vendría bien descansar.
Dos horas más tarde
Llevaba ya un rato en la habitación, había estado hablando por teléfono con mis padres y mi hermana. También había estado hablando con algunos amigos, pero ya eran más de las tres de la mañana y ya casi todos estaban durmiendo. Pero a mi, todo el sueño que tenía, se me había esfumado de golpe. Por más que lo intentase, no era capaz de dormirme. Era de las pocas que estaban dormiendo sola, Anne estaba con Eva y Gerard, Nia con Jesús, Fla con Sam, otros no estaban en el hotel, en fin casi todo el mundo estaría ocupado y no era plan de interrumpir, y mucho menos por el simple hecho de que no podía dormir.
Decidí salir a dar una vuelta, haber si me despejaba. Recordé que antes nos habían dicho que había una pequeña terraza conjunta a la que podíamos acceder si queríamos, así que me dirigí hacia allí. Llegué y me encontré un pequeño sofá con mantas, asique me senté, la verdad es que era muy bonito, ya que desde el pequeño sofá se veía todo el cielo. Y esa noche el cielo estába precioso, con miles de estrellas.
Narra Hugo
No podía dormir, todo daba vueltas en mi cabeza, no paraba de funcionar.
Salí de la habitación y me dirigí a la habitación de Anaju, sabía que en cuanto estuviese con ella sería capaz de dormir, porque ella era casa. Era flipante lo que hacía en mi.
Llegue a su puerta e intente escuchar dentro de la habitación, para ver si estaba despierta. No oí nada. Llamé a la puerta dando tres pequeños golpecitos. No obtuve respuesta, asique supuse que se había quedado dormida, y conociéndola seguro que no había sido fácil, asique no iba ser yo quien la despertarse.
Me fui. Seguí andando sin ningún rumbo fijo, hasta que llegue a lo que me pareció una especie de terraza. Y hay la vi, estaba en un pequeño sofá. No os miento que en mi cara apareció una sonrisa tonta, por saber que estaba despierta.
Narra Anaju
-Hola. - susurro alguien entrando a la terraza, yo estaba tan metida en mis pensamientos que ni me había dado cuenta.
-Ay Hugo...no te había oído, que susto.- dije con una mano apoyada en el pecho, porque la verdad esque realmente me había asustado.
-Ya, ya veo, perdón, no quería asustarte ¿que haces aquí, tu sola? - pregunto hugo, mientras se sentaba en el sofá conmigo levantado mis piernas para poder sentarse, y apoyandolas de nuevo encima suyo.
-He salido, porque no podía dormir, supongo que igual que tu. - le conteste.
-Pues haber venido a mi habitación, yo he ido a la tuya a ver si estabas despierta, pero como no me contestaba nadie, pues he decidido venir aquí. - me dijo mientras se reía.
-Esque no quería molestarte, son las cuatro de la mañana y supuse que estarías dormido.
-Tu no molestas Anaju, y aunque hubiese estado dormido, deberías haber venido igual y despertarme, anda que no te he dado yo el coñazo yo a ti en la academia cuando no podía dormir. - dijo mientras apoyaba una de sus manos en mis piernas y empezaba a hacer pequeños dibujos.
-Gracias huguito. - dije sonriendole.
-Pues ale vamooss. - dijo levantandose y ayudandome a mi a levantarme también.
-¿A donde?. - pregunté
-A la habitación, bueno si quieres nos vamos de fiesta, eso como tu prefieras. - dijo riéndose mientras andábamos hacia la habitación.
Al llegar a su puerta entramos, ya que su habitación era la que más cerca estaba, y por tanto a la que llegamos antes.
Hugo corrió y se tumbó en la cama de un salto. Yo me tumbe a su izquierda.
-Ay pero si no me he quitado la sudadera, que imbecil. - dijo levantandose, y quitándosela, quedándose sin nada en la parte de arriba.
Se tumbó, tiro de las mantas para taparnos a los dos, y nos quedamos mirándonos. Estiró su mano, y yo puse la mía encima, entrelazandolas como tantas veces hacíamos y tanto me gustaba.
-¿Siempre juntos?. - dijo mirándome con esos ojicos tan maravillosos que tiene, y con un brillo especial.
-Siempre, ya lo sabes Huguito. - repondi con una sonrisa.
-Tengo miedo... - dijo cambiando su sonrisa por una cara algo más triste.
-¿De qué?. - dije mientras apretaba un poco más su mano.
-De perderte, de que nos distanciemos, de que ya nada sea igual, de que la cague y te alejes...para siempre. - me contestó sin dejar de mirarme a los ojos. Me pareció muy bonito lo que me dijo.
Puse la mano que no tenía entrelazada con la suya, en su cuello, acariciandolo.
-Hugo eso no va a pasar, te lo prometo, ¿vale?. - dije mientras me acercaba para darle un abrazo.
-Te quiero Anaju. - me susurro en el oído, lo cual hizo que mi piel se erizase un poco.
-Yo también te quiero Hugo...demasiado.- esto último lo dije tan bajo que no creo que lo oyese.
Nos separamos del abrazo y me di la vuelta para dormir, el se acerco más a mi, pasando un brazo por encima de mi, mientras me daba un pequeño beso en la parte de atrás del cuello.