Narra Anaju
Nos habíamos puesto una alarma para despertarnos, porque nos íbamos de nuevo a la estación, rumbo a cordoba. Pero yo, como no, pues me desperté antes de que sonase. Tenía a Hugo enganchado a mi como un koala, abrazándome por la espalda. No había lugar donde mejor estuviese que en sus brazos. Me di la vuelta sin despertarle y me quedé a pocos centímetros de él. Mirándole. Era tan mono, tan dormidito. Me derretia el verle así, a mi lado cada día. Acaricié su rostro, pero procurando no despertarlo aún. Pero su sonrisilla, delató que ya estaba despierto. Se giro un poco más hacia mi, sin abrir aún los ojos y paso su brazo hacia la parte de atrás de mi espalda. Empezó a hacer pequeños circulos allí, mientras yo seguía acariciandole pasando por su mejilla y su cuello.
La alarma sono, lo que hizo que nía también se despertará, como era ella la que estaba en la cama de fuera se levantó a apagarla. Mientras Hugo y yo seguíamos sin frenar nuestras caricias, hasta que nía dijo:
-Ay por dios, que sueño, y encima nos tenemos que ir ya, que como perdamos el tren, me mato.- dijo Nia saliendo de la habitación para ir al baño.
Me incorpore dejando un beso en la mejilla de Hugo, pero el me sostuvo gracias al agarre que tenía en mi espalda, dejándome muy cerca suyo. En eso momento, me dio un micro infarto si os soy sincera, por un momento pensé en besarle, sin pensar, pero luego me acorde de que quería esperar a Madrid.
-Tenemos que irnos. - dije con cara de pena.
-¿Ya? -dijo el poniendo pucheros.
-Si, pero bueno no pasa nada el lunes me pienso pasar toda la mañana durniendo. - dije riendo.
-¿Sola? - dijo el poniendo una cara traviesa, empezando uno de nuestros juegos.
-Bueno...la verdad que suelo dormir con un chico, así rubio, no muy alto, bastante guapo la verdad. - dije siguiéndole el juego.
-Pues que afortunado ese chico ¿no?, de despertarse cada mañana con alguien como tú a su lado. - dijo continuando nuestra batallita.
-Si algún día te lo presentaré. - dije intentando incorporarme de nuevo. Pero otra vez su agarre se mantenía más fuerte que nunca, arrastrándome otra vez hacia su cuerpo para terminar dándome un beso en la mejilla. ¿Otro infarto? Poco me falto la verdad.
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Narra hugo
Nos pasamos todo el viaje, haciendo videollamadas con nuestros compañeros. Lo pasamos muy bien, hablando con cada uno de ellos. Las miraditas que nos echo Mai, Bru, Javy o incluso Eva, que se encontraba con Rafa, nos delataron un poco, pero en realidad aún no había pasado nada, parecía que los dos estuviésemos esperando a estar solos, en madrid, para dar el paso.
Narra Anaju
La estancia en Córdoba fue maravillosa. Ana y Rafa, la madre y el hermano de Hugo. Eran encantadores. Ana me comentó en varias ocasiones que era su favorita desde el principio. Que estaba encantada de que tuviese tan buena relación con su hijo.
Hugo nos enseño parte de la ciudad, en esa tarde y noche. Me lo estaba pasando genial junto con ellos dos,estab siendo perfecto.
Al día siguiente
Acababamos de poner un pie, en tierras madrileñas, ya habíamos llegado.
Teníamos una especie de reunión, los cuatro que trabajaríamos con Sony, es decir Javy, Nia, Hugo y yo, para hablar y que nos explicarán todo el tema del alojamiento, ya que íbamos a tener que viajar mucho a Madrid o quedarnos un largo tiempo en algunas ocasiones, por lo que suponía que nos asignarán siempre el mismo hotel o algo similar.
