Time Out ( Guerra de Capitanes #2)

Parte 13 Aún te quiero Caleb

 Por haber tardado tanto en actualizar os regalo un segundo capítulo. Espero lo disfrutéis :)

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- Dale, dale. Sigue... un poco más - vi a Didi por el espejo retrovisor mover su mano derecha hacia atrás así que continué con la marcha atrás.

- ¿No crees que le estás dando mucho para atrás? - Margot se removió en su asiento intentando tener un mejor ángulo - Creo que vas a darle.

 Acabábamos de salir de clase, y al llegar a casa hemos visto un aparcamiento que según Diane era perfecto para mi coche y que debía aparcar ahí, sí o sí. 

- Didi no creo que deba darle más.

- ¡Te he dicho que sí! ¿Quién está enseñando a quién?

- ¡Ni si quiera tienes carnet! - detuve el coche en seco en cuanto note un pequeño golpe - No puede ser.

 La pelinegra y yo nos bajamos rápido del coche después de que yo le diera un poco hacia delante. Didi tenía los brazos cruzados mirando un punto fijo en el otro coche.

- Eres una alumna malísima.

- Te dije que debíamos a ver aparcado en la parte de atrás. ¿Cómo funciona esto? ¿Le dejas un papel o algo así para que te llame?

- No seas exagerada Margo es un raspón, mira.

 Didi se agachó hasta estar a la altura donde se veía unas líneas blancas sobre la pintura roja. Se hizo un poco hacia atrás y luego escupió sobre la mancha. Con el reverso de su sudadera lo esparció un poco, haciendo apenas visible el golpe.

- ¿Veis? Arreglado - se levantó y se puso a nuestra altura - ¿Podemos subir ya? Tengo hambre.

 Margo y yo no dábamos crédito a lo que acaba de hacer nuestra amiga,sin embargo, había sido efectivo porque apenas se notaba una fina línea blanca de unos centímetros de largo.  Ni si quiera me molesté en mirar mi coche, porque con lo antiguo que era dudo mucho que se notara un golpe más.

 - ¿A quién le toca hacer la comida?- preguntó Diane tirándose en el sofá grande.

- A ti.

- ¿Otra vez? Me siento explotada.

- Hace tres días que no te toca. Ayer la hice yo y antes de ayer Margo. 

- Está bien... ¿Macarrones con queso?

- ¿Acaso sabes hacer otra cosa? - bromeó Margo.

- Sin queso para ti, lista.

 Ellas dos se quedaron en el salón y cocina recogiendo un poco y cocinando, así que aproveché para ir a mi habitación y ponerme cómoda. Estuve tentada de ponerme un poco con el ordenador y adelantar el trabajo que tenía para este fin de semana, pero me obligué a relajarme pensando que tendría todo el finde para hacerlo. 

 Veinte minutos después Margot me estaba llamando para comer. Nos sentamos las tres juntas en la cocina. 

 En cuanto metí unos macarrones en mi boca tuve que escupirlos en una servilleta.

- ¡Diane qué le has echado! - bebí el vaso de agua entero para refrescar mi lengua - ¡Pican muchísimo!

- ¿De qué estás hablando? - pinchó con le tenedor y se metió un puñado en la boca. Como la chica orgullosa que era no los escupió como yo, pero pude ver sus ojos lagrimeando.