- ¿Alex?
Al principio creí que mi cerebro estaba jugando conmigo, pero cuando repitió mi nombre por segunda vez supe que no estaba equivocada. De forma lenta me giré para encarar al propietario de aquella voz.
Si escucharlo me dejó paralizada, verlo frente a mí de nuevo me quedó sin aliento. Tres años completos sin verlo y ahora que por fin lo tenía frente a mí yo no tenía palabras.
Había dejado atrás su peinado infantil y ahora lucía el pelo más corto por los lados endureciendo la línea de su mandíbula. Llevaba una camiseta blanca básica que se ajustaba perfectamente a sus músculos, ahora más pronunciados. Definitivamente la universidad había hecho maravillas en él. Se veía más imponente y maduro; y yo de repente me sentí muy pequeña a su lado.
Su mirada pasó del escepticismo al orgullo en cuestión de segundos. Me sorprendí a mí misma descifrando sus expresiones después de tanto tiempo.
- Caleb - pronunciar su nombre en voz alta produjo un revoloteo en mi estómago.
Nos quedamos mirando mutuamente en silencio, vi como sus hombros se erguían rígidos en tensión. Miles de preguntas se arremolinaban en mi lengua pero no conseguía abrir la boca, tenía miedo que si decía alguna palabra él se desvanecería.
- ¿Caleb? - escuché a Diane susurrarme - ¿Ese Caleb?
Ni si quiera asentí ni le dirigí ninguna mirada. Alguien pasó por mi lado y se puso junto a Caleb. Cindy se irguió en la punta de sus pies y besó suavemente la mejilla del chico frente a mí.
- Cariño, ¿os conocéis? - la pelicorta alternó la mirada entre él y yo.
¿Desde cuando Cindy tenía un tono de voz tan dulce? Cuando ella entrelazó las manos de Caleb con las suyas, entendí lo que estaba pasando allí y quise meter mi cabeza bajo tierra y no volver a salir nunca. Esto era muy incómodo, más aún porque ninguno de los dos hablaba.
- ¿Este no es el amigo de tu hermano? - Diane se puso a mi lado y sonrió para quitar tensión.
- Eh, sí. Es amigo de Trent- eché mi pelo rubio hacia atrás nerviosa.
- ¿Así que los dos sois de Pembroke? Qué casualidad, ¿erais amigos? - Cindy parecía haber cambiado completamente de personalidad, mucho más simpática y habladora.
- No - Caleb contestó antes de que yo pudiera hacerlo - mi amigo es su hermano, como ha dicho.
¿Me dolió? Más de lo que debería reconocer. ¿Me lo merecía? Probablemente.
- Oh, que bien que hayáis coincidido estudiando aquí. Nosotros deberíamos irnos, hemos quedado con Finn ¿recuerdas? - a pesar de que ella sonrió, el castaño no movió ni un músculo de la cara- Ya sabes Margot, si decides lo que sea avísame, me encantaría hacer equipo contigo de nuevo.
Tiró suavemente de la mano de Caleb, y él a regañadientes relajó su postura .
Antes de que se fuera y antes de que yo misma me arrepintiera hablé de nuevo.
- Caleb - se giró por completo casi instantáneamente al oír mi voz como si lo esperara - ¿estás bien? Quiero decir, ¿Todo te va bien?
Sabía que sus padres habían arreglado sus asuntos, que su hermano estaba en último año de preparatoria y hasta hacía cinco minutos pensaba que él estaba en Columbia estudiando a la par que entrenaba con su equipo de fútbol. Todo esto lo sabía gracias a mi hermano Trent, aún así sentía la necesidad de escucharlo de su boca.
Al principio se quedó tan quieto observándome que creí que no respondería, pero luego él habló con voz dura.
- Todo me va genial.
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Time Out ( Guerra de Capitanes #2)
Roman d'amour- ¿Por qué lo has hecho Alex? - soltó mis brazos como si mi tacto quemara. - ¡Por ti maldita sea! - mi piel picaba por tocarle de nuevo. - ¡No te lo he pedido! - ¡Tampoco yo te estoy pidiendo que me des las gracias! Nos miramos durante unos segun...