Time Out ( Guerra de Capitanes #2)

Parte 21 Novio de tres

- No creo que sea justo así como se usan los palillos - James tomó el instrumento de las manos de Olivia e hizo una perfecta demostración de como se utilizan, cogiendo una patata frita con ellos.

- ¡No es justo! Has tenido un compañero asiático por tres años, ¡Comíais sushi todos los martes!

-  Tu compañera de primero era mexicana y no por eso ahora sabes comer tacos sin ponerlo todo perdido.

Mi amiga le tiró una servilleta sucia a la cara al que era su novio, provocando unas risas en la mesa. A veces Olivia era lo más parecido a una niña pequeña.

- ¿Qué hay de ti Alex? ¿Dónde estuviste los primeros años? - Caleb llamó mi atención.

- ¿Yo? Fui a una residencia universitaria, donde conocí a Margot y a Diane. De hecho estuvimos ahí hasta este año que por fin nos mudamos juntas.

- ¿Tú también estabas en esa residencia Nate? - Cindy que estaba en ese momento al lado de Caleb aludió a mi novio, el cual había llegado hacía ya unos veinte minutos y estuvo bastante callado.

- Nosotros nos conocimos a través de una amiga en común, Alice. Quizás la has visto en algún otro momento. 

- ¿Es la chica morena que se pelea a veces con Diane? - me pareció gracioso que sólo la reconociera por eso, pero evité soltar una carcajada.

- Exactamente. Pues yo estudiaba medicina, en ese momento estaba en tercer año y Alice que llegó nueva me pidió unos apuntes y acabamos siendo amigos. Un día nos presentaron y hasta ahora - Nate dio un breve apretón a mi muslo por debajo de la mesa y compartimos una sonrisa tímida.

- ¿Qué hay de vosotros? Porque tu Cindy, creo que estabas estudiando aquí.

- Cindy fue con una beca de dos años a Columbia, y fue con unas amigas a ver un partido.

- El balón en mitad del juego fue directo a mis patatas - Cindy frunció las cejas recordando el momento - Aquí el bruto tiró todas mis patatas por las gradas.

- Me comprometí a comprarle dos paquetes de patatas si ganábamos - Cindy se apoyó en el hombro de Caleb.

- Perdieron - todos nos reímos porque estaba claro que Cindy se lo estaba echando en cara.

- ¿Te compró las patatas?

- No, se las compré yo a él. Estuvo llorando por haber perdido las siete horas siguientes, así que me dio lástima y le compré las patatas. Aún me sigues debiendo los dos paquetes.

- Está compensando por los mil kilos de chocolate que te compro cada vez que voy al supermercado - Caleb no paraba de sonreír.

- A mí me toca comprar unos trescientos kilos de bombones, cien kilos de patatas fritas, no sé cuántos kilos en botes de nutella... - Nate puso su mano en el mentón como si pensara - ¿Y qué más cariño?

- No sé de qué estás hablando - intenté hacerme la ignorante.

- Oh... ¿Ese día del mes? Cuando justamente Diane, Margot y tú os volvéis agujeros negros de comida basura, ¿te suena?

- ¡Es verdad! - estuvo de acuerdo Caleb - Esos días siento como si en vez de una novia, tuviera ocho, "hazme un chocolate calentito..."

- "Sacúdeme los cojines de la espalda..." - continuó Nate.

- "Pon un baño con aroma de cereza..."

- "Dame mimos..." dos segundos después, "¡Nate eres un pesado pegajoso"...

- Vale vale, está bien. Lo hemos pillado. Pero me gustaría veros a vosotros en nuestra situación.

- Me quedo así gracias - Caleb levantó las manos como si fuese inocente.