Holaaa! He vuelto temporalmente. Ya dije que tenía mi ordenador roto y estoy en otro país así que me va a ser difícil seguir escribiendo. De momento me han dejado un ordenador temporal así que Intentaré actualizar lo más que pueda antes de que tenga que devolverlo. Espero que os guste este especial que tenía escrito a la mitad.
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- ¿Vas a montar la tienda hoy o vas a esperar a que nos vayamos para hacerlo? - preguntó Kristie mientras pasábamos por el lado de Terry.
Lo cierto es que llevábamos al menos cuarenta minutos organizando el campamento, y montar las tiendas fue la primera tarea que se organizó. Todas las parejas ya habían montado las tiendas, pero Terry se encargaba de armar la tienda que compartiría con Betty durante las dos siguientes noches, aún estaba liado con los palos y los plásticos.
- Es más complicado de lo que parece, ¿Quieres probar tú? - Terry se quitó con la palma de la mano las gotas de sudor que le caían a ambos lados de la cabeza y siguió mirando los materiales con cara fruncida.
- No he montado la mía, ¿Por qué iba a montar la tuya? - Kristie siguió hacia delante como si nada y ayudó a Natalie a meter sus maletas dentro de su pequeña tienda amarilla.
- Es tan desesperante. ¡Ni Natalie ni ella han montado la tienda! He visto como Matt y Will se encargaban de todo. Es una mimada.
- Vale ya Terry, deja que te ayude - me agaché a su lado y recogí las piquetas - Ya sabes como es Kristie, así que respira hondo y pasemos un fin de semana en paz.
Masculló algo por lo bajo pero como estábamos separados varios metros cada uno ensimismado en su tarea no lo escuché bien. Con un poco de prisa por querer acabar cuanto antes y poder organizar mi propia tienda, puse todos los ganchos en su sitio y ayudé por fin a que la maldita tienda se levantara.
- Listo - sacudí mis palmas para quitarme la tierra y le di unos golpes cariñosos a Terry en la espalda - Bien hecho chico scout.
- Sigo sin entender por qué tenemos que dormir en tiendas de campaña, cuando la cabaña de los tíos de Natalie está justo ahí.
- Ya sabes tío - Mi hermano se recargó en su hombro y le dio un buen golpe en la frente - Es para vivir mejor la experiencia.
- Vaya estupidez.
Enfurruñado cogió las piezas que sospechosamente le habían sobrado y fue a guardarlas en su mochila, dejándome sola con Trent.
- He colocado mi tienda a exactamente cinco centímetros de la tuya, hermanita - me susurró mi hermano de forma amenazante.
- Hi cilicidi mi tindi - entrecerré los ojos en su dirección - como ronques te prometo que acabas en el lago. Señor pequemos las tiendas.
- ¿He oído lago? - dijo una voz a lo lejos. Sin darme tiempo casi a girar, un cuerpo me cogió por las rodillas como un saco de patatas.
No me hizo falta ni un segundo para reconocer el culo que se enfundaba en esos pantalones. Caleb Stiil me había atrapado como un jugador que atrapa el balón y corre por la banda con él. No había que ser adivina para saber a dónde nos dirigíamos a trompicones entre las ramas. Mi miedo no era llegar, si no caernos por el camino.
- Suéltame ahora mismo quarterback. ¡No hace ni veinte grados! - golpeé su espalda con mi puños cerrados, pero sin demasiada fuerza. Fue en vano - Ni te atrevas Still.
- ¿Últimas palabras capitana? - noté su sonrisa sin tener que verlo.
- Hoy duermes en el sofá - bromeé conociendo perfectamente como acababa esto.
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Time Out ( Guerra de Capitanes #2)
Romans- ¿Por qué lo has hecho Alex? - soltó mis brazos como si mi tacto quemara. - ¡Por ti maldita sea! - mi piel picaba por tocarle de nuevo. - ¡No te lo he pedido! - ¡Tampoco yo te estoy pidiendo que me des las gracias! Nos miramos durante unos segun...