Time Out ( Guerra de Capitanes #2)

Parte 54 Estoy enamorada de ti

Cerré la puerta lo más sigilosa que pude para no despertar a los chicos en el caso de que hubieran vuelto a la cama. Al ver todas las luces apagadas, dejé las zapatillas en la entrada y fui de puntillas hacia el salón. Estaba cruzando ya la mitad de la habitación cuando la luz del salón se encendió de golpe.

 Tyler estaba de pie, justo al lado del interruptor cerca del pasillo a las habitaciones, mientras yo estaba estática como un cervatillo paralizado por los focos. 

- Siempre quise hacer eso, ¿No da mal rollo? - salió del todo del pasillo arrastrando a Sawel por la camiseta - Bueno, bueno, bueno... ¿En qué lío te has metido esta noche señorita? O mejor dicho, ¿En qué lío has metido a nuestro pobre Caleb?

- No me lo recuerdes . Fui directa a los taburetes de la cocina y dejé caer mi cabeza sobre mis brazos.

- No puedo recordarte algo que no sé - me dio dos palmaditas en la coronilla y se alejó.

El asiento a mi lado fue ocupado por Sawel, quien empezó a pasar su mano a lo largo de mi espalda, como si fuera un padre.

- ¿Quieres contarnos lo que ha pasado? - aunque Sawel estaba siendo comprensivo, noté el filo de la curisodidad en su voz.

- Cindy ha venido a verme - me enderecé y despejé mi cabeza de la capucha - Nos hemos encontrado en una esúpida fiesta y... luego ha ido caminando a mi casa.

- ¿Qué quería decirte? - Tyler me miraba desde la encimera, donde tenía los brazos cruzados y una expresión seria.

- ¡No sé Tyler! ¿Qué podría querer decirme?- levanté las manos con frustración - ¿Que soy una arpía por hacerme su amiga y luego robarle el novio? ¿Te parece algo lógico a decir?

Haciendo muecas empezó a remover cosas de la encimera y a preparar un vaso con leche. 

- ¿Y cómo es que has acabado trayéndola aquí? Además, creí que no tenías coche - amaba a Sawel por el tono tan suave con el que me hablaba.

- Es el coche de Zayn, lo encontré borracho así que lo llevé a casa y me quedé su coche. Muy conveniente para luego acabar aquí - rodé los ojos al techo - Y luego, en algún momento se ha puesto a... - miré extrañada a Tyler que me tendía un paquete de verduras congeladas y un vaso de leche.

- Para la mejilla - levantó el paquete congelado - Y para que... la verdad no sé por qué la gente bebe leche caliente cuando está triste pero me parecía una mejor opción que una cerveza visto que la última vez que te emborrachaste en est...

Sawel le tiró dos botes de especias a la cabeza.

- Imbécil - decidí no pensar en lo que fuera a decir y simplemente se lo agradecí.

- Gracias.

- Lo que sea - volvió a su sitio en la encimera - Así que fue a verte y ¿luego te lloró para que la trajeras a casa? ¿Y por qué no me sorprende que tú accedieras? 

- ¿Qué se suponía que hiciera Tyler? ¿Dejarla llorando en el portal de mi casa? Sí, eso la haría sentir mucho mejor y a mí una brillante persona.

- ¿A quién le importa? ¡Te ha pegado! Se habrá desahogado contigo diciendo cualquier burrada que se le haya pasado por la cabeza. Y luego te llora para que veas como Caleb se va con ella. Ridículo. 

- ¿Estás enfadado? - me eché hacia atrás para ver por completo su expresión - ¿Por qué estás enfadado?

- Bébete eso - dijo pasando por mi lado, pero pareció pensárselo mejor y volvió sobre sus pasos - Bueno a la mierda. Sí, estoy cabreado. 

- Tyler... - Sawel intentó hacerle callar.

- No, déjalo Sawel. Quiero oír lo que tiene que decir - me levanté del taburete y le enfrenté. ¿Qué más podía pasar esta noche?