Angel Cruel (Freddy Leyva Cd9 Y Tu) TERMINADA

CAPITULO 32: Infiel

Tome su cabello para acariciarlo, mis ojos se desplomaron dejándose caer bien, era el beso perfecto ya que podía imaginar que estaba volando en una nube hacía un mundo perfecto donde solo estaríamos él y yo.

Me incliné hacia atrás por su peso, la temperatura del lugar comenzaba a elevarse, subí con cuidado mis piernas en el sillón para quedar acostada sobre el sillón.

—Freddy—Me despegue de sus besos, su cara quedo frente a la mía podía respirar su aire, sentir su aliento en mi cara.

—Si me dices que esto está mal te juro que me enfadare demasiado—

—Creo que ambos sabemos que está mal, pero… ¿Seré un juego para ti?—

Me miró fijamente por unos segundos, se alejó un poco de mí, se sentó viéndome, ofreció su mano para que me sentara a su costado. Y así lo hice.

—Quizás esto me ayude, y quizás no pero debo decirlo—Sonrió levemente—Te diré un pequeño secreto—volvió a una seriedad total—Yo regularmente le tengo interés a las chicas por una o dos semanas, después ya no, después de esto… y disculpa que te lo diga pero son solo relaciones, si sabes a lo que me refiero… PERO, contigo creo que llevo más de eso intentando enamorarte, y al final el enamorado fui yo, no entiendo como pero… fui yo, me volví adicto a tus besos, y los necesito y realmente intento no demostrarlo pues creo que si ya eres difícil lo serás aun más pero… en fin, me hechizaste quizás por tu sarcasmo y manera de ver la vida, no sé pero eres tan diferente—Sonreí ante sus palabras.

—No eres el mejor para hablar—Le dije en un tono dulce—Pero me vuelves loca cuando lo haces—

—Cariño, hazme un favor… Termina con Jos, y bueno se mi reina—Sonrió, mis latidos se triplicaron, mi corazón estaba al borde de mi cuerpo pues no faltaba mucho para que saliera de mí. Una sonrisa salió de mí, yo pensé que era fuerte pero no lo soy, caigo totalmente ante su mirada profunda, su aroma único e incomparable, soy demasiado débil ante sus encantos, encantos de un hombre que es un ángel en toda la extensión de la pequeña palabra, es mi Ángel, mi ÁNGEL CRUEL, que fortalece mis días, ampara mis noches,  y le da fuerza a mi vida.

—Buscare el momento indicado, ¿De acuerdo?—Sonreí ante su expresión, bese cortamente sus labios.

—¿Me lo prometes?—Pregunto con un tanto de inseguridad.

—Claro que sí, mi Ángel—mire sus ojos profundos y muchas veces inexpresivos, pero que delatan el amor que pueden llegar a tener cada vez que se unen con esa sonrisa que tiene.

—Mi Ángel—Replico mis palabras—Mi Ángel Cruel, me has hecho sufrir demasiado—Sonrió recordando—Desde que iniciaste con Jos hasta que estuviste en el hospital—

—Bueno… Tu no te quedas atrás—Puso su dedo en mi boca a manera de que guardara silencio pues sabia perfectamente que si hablaba iba a ser peor, me reí un poco por su rápida respuesta.

—¡Tu ganas!—Quito su dedo de mi boca—Cariño, ¿Salimos a algún lugar?—amo cada vez que me llama cariño.

—Sería un indiscreción total—Le dije con seriedad.

—Quiero presumir lo hermosa que eres—En ocasiones su ternura rebasaba mis limites lo cual hacía un explosión de sentimientos en mi interior, sin dejar de lado que estoy engañando a Jos lo cual hasta ahora me preocupa.

—Detente, no podemos estar así—Me levante con una radiante sonrisa—Tengo que irme, ¿Hablamos mas tarde?—Pregunte.

—¿Qué?, Espera—Escribí mi numero en una hoja y la deje caer como las mujeres de época dejaban caer los pañuelos frente a sus amados.