Angel Cruel (Freddy Leyva Cd9 Y Tu) TERMINADA

CAPITULO 49: La pre-Despedida

CAPITULO 49: La Pre-despedida de Jos.

No pude dormir a consecuencia de aquella extraña llamada, Eran ya las 4:30 am, no dejaba de pensar que ya era viernes y que en una sola semana hice lo que pensé jamás haría, llámese engañar a alguien o tener relaciones con un sujeto que solo buscaba eso de mí.

Me duche sin pensar más, tenía un plan en mi mente la única oportunidad de hacer algo por alguien.

Me puse una ropa casual, pantalón de mezclilla pegado y una blusa además de una sudadera por el frío de la madrugada, lo sé… No es lo más femenino que me he vestido… Pero ya no me importaba al final del día, lo que haría ni siquiera puedo pensar que lo haré, es decir estoy impresionada de lo estúpida que soy y de lo que me he convertido.

Salí despacio de mi casa intentando no hacer ruido, camine por las calles aledañas a mi hogar hasta que encontré un taxi, lo tome y comenzamos a andar por la ciudad.

Miraba por la ventana recapacitando sobre mi decisión, y no lo hice estaba totalmente decidida, me dejo frente a su hogar y baje con fuerza del taxi.

Busque la manera de entrar a su casa que estaba protegida por un par de perros que hacían más difícil mi misión.

Subí con cuidado el muro que dividía su hogar del resto de la calle, entre con cuidado y busque su habitación intuyendo desde fuera.

Busque una sombra por la casa y pequeñas rocas, que comencé a lanzar hacía el marco de su ventana, intentando despertarle.

 Lance piedras por unos minutos hasta que su silueta salió cuidadosamente por la ventana.

—Pss—Dije a lo lejos—Jos, soy yo—Salí de entre las sombras.

—¿Qué haces aquí?—Pregunto adormecido.

—Muero de frío, ¿me abres la puerta?—

Me miro sin convencerse para cerrar su ventana y caminar supongo hacía la puerta, a donde por supuesto me dirigí de inmediato intentando no llamar la atención de sus mascotas.

Me pare frente a la puerta, esperando a que abriera, estuve un par de minutos casi secándome cuando de pronto se escuchó que la puerta hacía sonidos en la parte interior.

Jos la abrió con cuidado y viendo en todo momento que nadie más le viera.

—¿Qué querías?—Me miro con sus hermosos y grandes ojos fijamente, no se veía molesto pero hasta cierto punto indiferente.

—¿Puedo entrar?—Pregunte sería.

—Bueno… En realidad—

Le interrumpí—Gracias—Entre a su casa y camine para encontrar las escaleras que conducen a la segunda planta—Ven—Dije despacio y espere a que cerrara la puerta.

Apenas lo hizo me alcanzo, siempre desconfiado—Que—

—Vamos a tu habitación ¿si?—Dije y camine despacio intentando no llamar la atención.

Subimos y entramos a su habitación la cual se encontraba en un perfecto orden a excepción de la cama, la cual por supuesto estaba en un leve desorden por obvias razones, es decir: por haberse recién despertado.

Me senté sobre la cama, Jos venía detrás de mí, cerro con cuidado la puerta y se acomodó sobre una silla que acerco a donde yo estaba.