Angel Cruel (Freddy Leyva Cd9 Y Tu) TERMINADA

CAPITULO 45: Cóctel

—Vámonos—Dije sería.

—No huyas de tus problemas—Contesto Alonso.

—No huyo, simplemente ya dije lo que tenía que decir—Le dije sería, camine sin más. Apenas daba unos pasos Alonso cubrió mi camino, y con un hábil movimiento detuvo mis pasos.

—Habla con él,  y aclárale todo—Me miro a los ojos—O que el te lo aclare a ti—Sus palabras penetraron en mí consiente, quizás sea momento de: Con la cabeza fría y en tranquilidad hablar con él, aunque las únicas palabras que se me vienen a la mente son… Vete al demonio imbécil.

Alonso se retiró de manera lenta, me quede parada, casi inerte.

Freddy se paró tras de mí, sentía su respiración, olía a él, su aroma perfumaba todo alrededor de nosotros, quizás mi perversión me hacía recordarlo semidesnudo, y mutilarme por hacerlo.

—¿Podemos hablar?—Pregunto en tono bajo, totalmente tranquilo, nada comparado como lo vi la última vez.

Di medía vuelta para verlo de frente mire al suelo—Creo que no hay nada de que hablar—di un fuerte suspiro y sonreí fingidamente lo cual era evidente—Creo que… En el fondo yo sabía como eras, pero pretendía no ser igual a todas las demás—De momento desviaba mi mirada—No hay nada que hablar, ni que decir, gracias, que tengas un buen día—Le dedique una pequeña sonrisa.

—¿No me vas a escuchar?—Pregunto entrecerrando los ojos.

—Si quisiera escuchar mentiras… vería una conferencia de Enrique Peña Nieto—Sonreí por mi negro humor.

—El problema es que ni siquiera te das tiempo para escuchar, solo quieres aferrarte a algo que simplemente no has visto desde otra perspectiva—Hablo con desesperación.

Mordisqueé mi labio inferior, hice una cara de aburrimiento—¿Si?, Ok… Adiós—Dije cortantemente y tome camino hacía el salón de clases.

 

Llegue a mi casa después del peor día de escuela de toda mi historia, a veces cruzaba miradas con Jos, lo cual era incomodo, y hasta me podía poner mal, otras más cruzaba miradas o incluso palabras  con la zorra mal formada de Wendy,  y aun peor, de momento cruzaba miradas con Freddy, miradas que esta por demás decir eran MUY INCOMODAS, no solo por el contenido de la supuesta demencia de Freddy, sino porque a estas alturas gran parte de la escuela ya sabía lo que había sucedido, es decir: Son un par de chicos “Populares” que se vieron en un enredo conmigo, y al final como siempre la mujer sale siendo tachada de lo peor, pues yo quede como una zorra, algo que en lo personal no me molesta pues sé bien, que no lo soy, no obstante los comentarios son fuertes y retumban en todos lados.

Me tiré pesadamente sobre un sofá, poniendo bajo la cabeza intentando desaparecer de mi interior todo recuerdo de la pésima mañana que había pasado, no era algo grato para mi salud mental el pensar en todo lo que había sucedido en este loco día.

El teléfono sonaba sacándome de la corta tranquilidad que había logrado, levante el teléfono y lo lleve hasta mi oído—Diga—Hable sin ganas

—¿Hija?—Pregunto con duda en su voz mi padreo

 —Respuesta obvia—continuaba sin ganas de hablar.

—Te recordaba más efusiva—intento dar gracia.

Suspire enojada—Suponía eras mas inteligente, así como hay días buenos… los hay malos, ¿Querías algo?—Pregunte enojada.