Angel Cruel (Freddy Leyva Cd9 Y Tu) TERMINADA

Capítulo 3; Silencios Incómodos

Lo mire fijo, sus ojos confundían mis sentimientos, no sabia que pasaba pues no interrumpiamos nuestras miradas, las palabras faltaban. Aquel silencio era notorio.

-¿Solo me verás?- le pregunte y de inmediato me arrepentí pues el pensaría retorcidamente que lo estoy queriendo retar a besarme o algo similar.

-Podemos hacer lo que tu quieras- dijo pícaro.

-¿Que tal callarte y pedir un taxi?- le sonreí falsamente.

-Yo pensaba más en grande-

-Primero complace a tu novia y se un buen hombre con ella después piensa en otras- me di media vuelta y pare un taxi. Me subí de inmediato, le di la dirección al conductor. Miraba la ventana del auto, el silencio era demasiado incomodo. Y fue así hasta llegar a mi casa, bajamos y como el caballero que no era, el pago el taxi.

Abrí la puerta de la casa, le invite a pasar.

-Puedes pasar- dije dulce.

-La primera vez que vengo a tu casa, es emocionante-

-Te juro que puedo encontrar cosas más reales en una novela que en tus palabras- tome el control de la televisión y se lo di -puedes ver televisión me cambiare, enseguida bajo- subí por las escaleras, me mataba la idea de que este simio sub desarrollado estuviese en mi casa pero no podía hacer nada, después de todo era el hijo de mi jefe. Entre a mi habitación, me des maquille rápidamente y me puse un cómodo camisón, busque y encontré cosas que habían dejado algunos primos, unos shorts y unas camisas. Bajé de nuevo a la primera planta y miré a Freddy, el miraba algunas fotos de los cuadros que había en la sala.

-Te confundiste, la televisión está por allá- dije señalando el televisor.

-Jaja, eres tan graciosa- dijo sarcástico -¿eres tu?- preguntó viendo una imagen en un cuadro, era yo de pequeña, siempre reía mucho. Pero las cosas buenas no están hechas para mi.

-Si, soy yo- dije tierna

-Te veías feliz- una pequeña broma salio de sus labios.

-Si, claro-

Dejo el cuadro y me miró fijamente -¿Sabes que las chicas con camisón son cien veces más irresistibles?- se mordisqueo su labio inferior.

-Toma, ponte esto para dormir- dije omitiendo su comentario anterior.

-¿Y me desvisto frente a ti?- preguntó sarcástico

-Vamos a tu habitación- comencé a caminar, el me seguía volteando a todos lados.

-aquí- abrí la puerta y le señale para que entrará.

-Gracias, cariño- toco mi mejilla con delicadeza y mi piel se erizo. No me importaba lo que el dijera, pero tenía un fuerte efecto en mi, eso era claro.

-¿Así le dices a todas?- mi cara se torno seria.

-Te sorprenderá, pero... Jamás le había dicho así a alguien- Comenzó a acercar sus labios delgados a los míos.

-Buenas noches- me di la vuelta controlando mis impulsos carnales.

Entre a mi habitación era muy tarde casi la media noche quizás más tarde, me metí rápido en mi cama, estaba agotada. Suspiré al pensar en aquel beso, no lo quiero admitir pero eso fue estupendo. Pero en fin, el me un tipo muy vivido, era obvio que tendría una amplia experiencia en besos y ese tipo de cosas.

Dormí con mis pensamientos aun dentro de mi.

Desperté, mire el reloj que esta a un lado de mi cama, marcando las 7:52 demasiado tarde para entrar a el colegio, Maldije a mis adentros. Me levanté de la cama salí de la habitación y toque la puerta de la habitación donde se hospedaba Freddy.

-¿Si?- su ronca voz me invitaba a pasar -entra-

Abrí la puerta y miré dentro -Permiso- lo mire fijo estaba ahí acostado con una pinta de ángel, un ANGEL CRUEL que mataba mis sentidos. -Ya se nos paso la hora de la escuela- comentaba.

-¿En serio pensabas ir hoy a la escuela?-preguntó serio.

-Si- respondí

-Hay que divertirnos, ya sabes tu y yo- sonrió

-Baja a desayunar- omití su invitación.

-¿Siempre vas ignorar mis propuestas?- preguntó serio.

-Repudio la idea de salir con un tipo que tiene una relación- de inmediato salí de la habitación dejándolo penando quizás.

Bajé a la cocina, tome algunas frutas, las lave y las pique, cuando pude notar que Freddy bajaba por las escaleras.

-¿Está listo el desayuno MI AMOR- remarcó las ultras palabras.

-Prefiero hacer como si no hubieras dicho nada- dije seca.

-¿Mi Ángel?- se sentó en una silla de la cocina.

-prefiero que me digas por mi nombre___________ Sáenz-

-Bien, chica misteriosa- me miró mientras picaba fruta -Te puedo ayudar en algo?- preguntó viendo mis movimientos.

-trae un par de platos de aquel estante- señale el lugar, de inmediato se levantó y fue a aquel lugar. Puso los platos cerca de mi y serví la fruta, puse un poco de agua de naranja en unos vasos y los lleve a la mesa.

-A desayunar- me senté frente a él. -¿Puedo preguntarte algo?- dije tras digerir algunas frutillas.

-Claro- respondió.

-¿Llevas la cuenta de con cuantas mujeres haz salido?- deje de comer para prestar atención.

-NO, realmente no- dijo seco.

-¿Disfrutas jugando con todas ellas?- fue mi segunda pregunta.

-mejor te preguntare algo. ¿Te gustó?, y quiero que seas sincera- preguntó más serio de lo que yo quisiera.

Las palabras me faltaban, no podía mover mi boca algo dentro de mi interrumpía la respuesta que quisiera dar.