14. Cuentos para el sabor amargo.

186 26 8
                                    

Pov's Can

—¿Puedo preguntar por qué? — Solté con molestia, mas sin embargo mas que molestia me sentía triste y asustado de que en verdad pudiera odiarme.

Los ojos de Tin se tensaron bajo sus cejas y sus labios se fruncieron en una fina línea, para después dar lugar a un profundo suspiro de resignación.

—¿Por qué? — Una pequeña risa sarcástica salió de su boca para después mirarme con esa mirada intensa, —Eso es lo que debería decirte yo a ti ¿No crees?

—No te entiendo.

—¡Claro que no entiendes! — Me grito con las manos hechas puño, y por un momento sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo ante el tono de su voz.

Jamás me había gritado de esa forma.

—¡Pues entonces ayúdame a entenderte! — Dije con las manos temblando a mis costados, pero sin dejar que notara lo asustado que estaba por dentro.

Cuando éramos niños Tin solía molestarse por los comentarios de nuestros compañeros, aquellos en los que se preguntaban el porque un niño con brillante y sobresaliente como yo era amigo de un chico tan problemático y molesto como él. Ante ello siempre solía comprar dulces y gomitas para que me perdonara, pero creo que en esta ocasión todo sería diferente.

—Tin yo...

—Vete— Me interrumpió — Por favor— Dijo con un tono mas relajado, desviando sus ojos de mi para darme la espalda.

Quise tomar su mano para que me mirara de nuevo, pero antes de que pudiera siquiera lograr algo, el desapareció tras la cortina blanca al fondo de la habitación.

Supongo que... es mejor que lo deje solo por hoy.

Camine fuera del invernadero con un poco de dolor en las piernas, tome la bicicleta y me fui a pequeños pasos lentos por la calles húmedas por la lluvia.

.

.

En cuanto llegue a casa me encontré con un camión de mudanza aparcado afuera, por lo que me apresure y me dirigí al hombre que se encontraba frente a la puerta.

La mudanza había llegado.

—Lo siento mucho— Le dije al hombre mientras abría la puerta principal —Tuve que salir por un momento.

—No se preocupe— Me contesto el hombre —Nosotros le ofrecemos una disculpa por la demora. Tuvimos que haber llegado ayer.

—Está bien. Tengo que firmar algo— Pregunte a lo que el hombre me entrego una hoja para que pusiera mi firma de entregado, y una vez que lo hice comenzaron a bajar los muebles que le hacían falta a mi habitación, y uno que otras cajas con platos y vasos.

Una vez que terminaron de subir mis muebles a la habitación, -como favor por haber tardado- y bajar las cajas los hombres se fueron dejándome solo de nuevo. Me deje caer en el sofá de la sala, cansado.

Así que, todo este tiempo Tin solo estaba dándome indirectas de que me odiaba... ¿En verdad me odia?

O quizá todo esto lo esta haciendo por su madre, la cual me odia y seguramente no le haría muy feliz saber que volví. Sea lo que sea espero saberlo pronto porque si de algo estoy seguro es que no quiero alejarme de Tin de nuevo.


....................................................

Hola de nuevo xD.

Creo que a pasado tiempo desde que actualice esta historia, pero bueno he tenido unos problemillas para poder escribir pero poco a poco se han ido resolviendo, para que no piensen que he dejado la historia.

espero que aun haya personas esperando la continuación de esto, y si ya perdieron el interés en esta historia, me avisan y para marcarla como ¨Abandonada¨ y si aun quieren que siga pues la seguiré.

y nada pues muchas gracias por leer cx.

Orange and Blue: Cuentos para niños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora