16. Cuentos para un día agradable

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Pov's Can

Había estado todo el día de ayer preparándome para nuestra ¿Cita? ¿Reunión? No sé cómo llamarle, quizá solo era una oportunidad para volverle a ver realmente, sin "peros" ni cualquier otra cosas que nos impida hablar como solíamos hacerlo antes.

Eran casi las nueve y media por lo que me di un baño rápido y elegí de entre toda mi ropa algo sencillo, pero con estilo, que era una camisa blanca, una chaqueta azul y unos jeans negros.

Estaba peinando mi cabello cuando alguien toco a la puerta. Deje toda la ropa y cepillo esparcidos en la cama y baje corriendo a abrir la puerta.

—Hola Tin— Salude casualmente mientras le daba una ligera vista a su persona. Su ropa era elegante y le hacia resaltar su cabello y ojos castaños haciéndole ver como una persona realmente atractiva —Pasa por favor— Dije haciéndome a un lado para que pudiera pasar, el me saludo con un pequeño wai e ingreso en la casa.

Hasta su saludo era atractivo y elegante, demasiado distinto a como solía ser.

—¿Estas listo? — Dijo dejando sus nervios a flote mientras se rascaba la nuca — Y ¿A dónde iremos?

Muy buena pregunta

Desde que me mude aquí lo único nuevo que había visitado era el invernadero, fuera de eso solo había estado saliendo sin rumbo y comprando comida en tiendas de conveniencia, mas aparte que ya no éramos unos adolescentes para hacer picnics en el parque o solo salir en bicicleta.

—Podríamos ir a comer algo— Sugerí como la única idea que había venido a mi mente. El permaneció pensativo por un momento.

—Que tal si visitamos la cafetería del mirador— Hablo para después mirarme —No es lo mejor, pero creo que está bien para empezar.

—¿Mirador? — Pregunte algo confuso, ¿Desde cuando había un mirador por aquí?

—Si, abrió un año después de que te fuiste— Comento para después sonreír levemente —He ido un par de veces con Hyun así que es un lugar tranquilo.

—De acuerdo vamos— Dije tomando las llaves y saliendo de casa con Tin siguiéndome el paso.

Por algún motivo la mención de aquel chico no me había agradado, y mucho menos cuando su nombre y el de Tin iban en la misma oración, era un tanto irritante.

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Caminamos por un buen rato hasta que llegamos a la cafetería del mirador. Era un simple edificio de colores chillones, con una puerta de vidrios trasparentes y un pequeño letrero de abierto en la puerta; mientras que por dentro las predes estaban pintadas de blanco con detalles amarillos, había pocas mesas esparcidas por el lugar con 4 sillas cada una y un florero adornando en medio y para finalizar una isla en donde estaban los meseros esperando a que alguien pidiera algo.

Ambos tomamos asiento en una de las mesas y un mesero se acerco a nosotros para dejar una pequeña libreta con el menú del lugar. Tin ordeno unas papas fritas con batido de fresa mientras yo opte por un omelet con jamón y un jugo de naranja.

—Entonces...— Hablo el castaño mientras jugaba con una hoja del florero —¿Cuáles son tus planes ahora?

—Bueno quiero ingresar a la universidad— Conteste con una sonrisa —Pero aun falta para que se reinicien las clases así que mejor dime ¿Qué ha sido de ti?

Tin dejo su atención de la hoja para dirigir la mirada hacia mí.

—Termine la secundaria vivo si es lo que preguntas— A pesar de que en su rostro había una sonrisa había logrado percibir su sarcasmo y sus ojos mirarme con molestia.

Estuve a punto de decir algo, pero el mesero llego dejando nuestra orden en la mesa para después marcharse, dejando en su lugar ambiente algo tenso. El castaño dejo salir un suspiro y volvió a su mirada habitual.

—El mirador esta en la parte de arriba del edificio— Dijo apuntando hacia arriba —Podríamos ir después de comer.

Asentí y comenzamos a comer.

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Una vez que terminamos de comer y fuimos al mirador salimos del restaurante y dimos un paseo por la ciudad; a pesar de que parecía que Tin no quería hablar sobre el pasado, no hicimos más que hablar sobre nuestro pasado y como nos divertíamos con cosas tan simples como un picnic o congelarnos el cerebro bebiendo helados rápidamente, todo tan normal y común para nosotros pero que ahora que lo volvía a mencionar solo se escuchaba como un recuerdo lejano.

La pasamos así hasta que comenzó a atardecer y mejor fuimos al pequeño parque al que solíamos ir de niños, descansando en el césped cortado mientras el viento comenzaba a ponerse algo frio.

—Recuerdas las estrellas que me regalaste aquel día— Dije sin despegar la mirada del cielo —Aun las tengo en mi habitación.

Al no recibir respuesta de su parte desvíe mi mirada hacia él. Su rostro estaba sonrojado y sus ojos miraban fijamente el césped evitándome.

Bueno quizá Tin no había cambiado mucho después de todo.

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Capi de relleno porque me creo naruto xD

Orange and Blue: Cuentos para niños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora