13. Cuentos para los secretos

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<<Si Blue lo ve seguramente estaría muy triste>> Penso Orange viendo el aquel cielo que su ser amado le había prometido llenar de estrellas solo para el."

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Pov's Tin.

—Haber déjame ver si entiendo— Dijo con confusión Hyun mientras trataba de abrir su recipiente con una rebanada de pastel —Solo estas fingiendo demencia porque no quieres ser una molestia para tu amigo —Asentí afirmativamente —Por eso le hiciste creer que lo odias y no quieres saber nada de él.

—Sin dejar de lado que mamá también lo odia— Agregue con la mirada fija al suelo.

—Estás loco— Concluyo Hyun cuando al fin pudo abrir el recipiente.

Hyun es un chico de estatura baja, cabellos negros y piel pálida debido a que su mamá es coreana, y mi único amigo -tal vez no tanto como Can- pero fue una gran ayuda cuando me vi de nuevo sin amigos y Hyun llego a pedir trabajo de medio tiempo en el invernadero. El comparte sus días con Lawan, una chica malhumorada que también trabaja aquí, por lo que unos días esta él y otros Lawan.

—Solo ve y dile la verdad— Agrego Hyun sentándose en el suelo mojado, llevándose a la boca un trozo de pastel con los dedos —La verdadera razón por la estas fingiendo amnesia.

—No, es mejor así— Dije tomando lugar junto al pelinegro que me miraba mientras se atiborraba la boca con pastel y negaba con la cabeza —Debería empezar con los pedidos de Orquídeas sino Lawan se enfadara.

—Esa chica por todo se molesta— Se burlo Hyun virando los ojos —Espera a que termine mi pastel y te ayudo.

—De acuerdo— Me levante del suelo y entre a la parte del almacén tras la cortina blanca, tome de la única mesa que estaba ahí unas tijeras y listón blanco para comenzar con los ramos.

Aunque sinceramente no podía dejar de pensar en Can; en como había dicho aquellas palabras tan crudas frente a él, aun cuando observaba su rostro decaído al oírme hablar tantas mentiras sobre nuestra amistad. El jamás me había tratado con desprecio, y al contrario siempre estaba defendiéndome de los que me excluían he incluso metiéndose en problemas por ello.

—¡Ya estoy listo! — Grito Hyun desde afuera del almacén. Salí de ahí y comencé a cortar las orquídeas y juntándolas para formar un ramo junto a pequeñas freesia.

—Entonces, ¿No piensas decirle la verdad? — Pregunto Hyun mientras amarraba unas cuantas orquídeas en un ramo —Ni siquiera en como te sientes respecto a tus sentimientos— En ese momento pude sentir mis mejillas calentarse.

Negué varias veces con la cabeza —¡No! Jamás diría algo tan vergonzoso como eso.

—¡Oh vamos! La mitad de lo que dices es vergonzoso— Replico el riendo con algo de burla —Y no se diga cuando apenas nos conocíamos.

—Cierra la boca Hyun— Solté con molestia y las mejillas sonrojadas, dándole fin a nuestra conversación mientras él seguía sonriendo.

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En cuanto se hizo mas tarde el turno de Hyun termino, por lo que se tuvo que ir dejando a la malhumorada de Lawan en su lugar, comenzando con los regaños sobre las pocas actividades que había hecho con Hyun, y obligándome -a forma de castigo- que fuera a conseguirle algo de comer por lo que tuve que dejarla sola. Camine unas cuantas cuadras hasta que llegue a una tienda de conveniencia, de esas que venden comida empaquetada y café mas caliente que un día soleado en pleno verano.

Compré un paquete de gomitas de colores mientras que para Lawan elegí una rebanada de pastel frio y un café con vainilla, pague en la caja y Sali de la tienda con algo de prisa ya que el frio se estaba intensificando y algo de lluvia estaba comenzando a caer, solo espero que no tengamos que cerrar hoy sino la chica se pondrá furiosa por el poco tiempo que tuvo que estar.

Mientras mas avanzaba la lluvia comenzaba a caer más, y todos corrían algo mas apurados, ignorando completamente la existencia de un chico tendido sobre el suelo con las rodillas sucias y la ropa algo mojada, mientras que a su lado estaba una bicicleta de color negro.

—¿Estas bien? — Pregunté una vez que estuve a su lado.

—Si estoy bien— Dijo el, levantándose del suelo —Es solo que no se manejar muy bien la bicicleta y caí con el piso húmedo— Explico el para después darme la cara con un pequeño raspón en su mejilla.

Era Can.

—Ya veo— Conteste en una sonrisa —Puedo llevarte si quieres, ¿A dónde vas?

El me miro pensativo unos momentos para después sonreír —De hecho, solo estaba dando un paseo, pero creo que no salió muy bien.

—Entonces vamos al invernadero— Levante la bicicleta del suelo, subiendo a ella —Creo que ahí hay algo para las heridas.

—Gracias— Agradeció en un tierno susurro para subir a la parte de atrás y posar sus manos sobre mis hombros.

Con el tiempo mi madre me había obligado a manejar la bicicleta ya que antes solo solía vender ramos de algunas flores, y le era más fácil que yo le ayudara a entregarlas a domicilio. A pesar de que las clases no fueron muy amables, al final había logrado aprender a la perfección.

Solo tardamos unos minutos en llegar al invernadero, deje la bicicleta aparcada afuera y nos adentramos al lugar, en donde Lawan me arrebato la bolsa con su comida de las manos y se fue al almacén tras la cortina para comer.

—Espera aquí, iré a buscar el botiquín— Le pedí a Can mientras le señalaba la una silla que teníamos para que tomara asiento —No tardo.

Can solo asintió y fui hacia el almacén tomando de la repisa una pequeña caja de color blanco, para después volver a salir hacia donde estaba el. Saque del botiquín una crema para los raspones y comencé a untar un poco en su mejilla, después levante sus jeans hasta mas arriba de la rodilla, limpie la herida con un algodón y aplique más crema, finalizando con una banditas en los raspones.

—Que lindas— Soltó en una risilla mientras observaba las banditas de colores chillones y diseños de comic, en sus rodillas.

—A Hyun le encantan los comics— Dije algo apenado, pasándome una mano por el cuello —Él se encarga de conseguir esto.

—¿Hyun? — Susurro en un tono poco audible, pero que yo había alcanzado a escuchar perfectamente. La mirada de Can permanecía fija al suelo, como si estuviera pensando o analizando la situación.

—Si fuera por mi estas serian de un verde pastel— Comente tratando de relajar el ambiente mientras tomaba una y la miraba como si la estuviera inspeccionando, lo cual le saco una risilla a Can.

—A mi mejor amigo le encantaba ese color — Soltó de la nada dejando en su rostro una expresión nostálgica —Pero nunca creí que seguía gustándote ese color.

—¿Eh?

Can se levanto de la silla mirándome con ojos expectantes a cualquier expresión que mi cara pudiera hacer.

Rayos.



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Lo siento habia olvidado que tenia que actualizar xD bueno de todas formas ya no le falta mucho para acabarse.

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Orange and Blue: Cuentos para niños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora