20. Cuentos para la angustia.

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Pov's Tin

—¡Lo besaste! — Grito Hyun con más emoción de la que hubiera deseado, mientras dejaba su rebanada de pastel de lado y me miraba —¡Wow! ¡Genial! Y, ¿Qué te dijo?

Estaba en el invernadero junto a Hyun; hoy justamente el turno del más bajo empezaba por la mañana, por lo que en cuanto llego al lugar comenzó a interrogarme sobre como lo había pasado con Can, y el porque me había ido de la fiesta sin avisar. Después de un rato de estar insistiendo le termine contando todo, desde mi incomodidad hacia esos ambientes hasta el extraño valor que me llego para poder besarle.

—No lo sé— Respondí llevándome una mano al cuello —Hui después de eso.

—¿Huiste? — Pregunto el chico con sarcasmo, dejando salir un suspiro —Bueno al menos se lo dijiste ¿No?

La inquisitiva mirada de Hyun me miraba mientras negaba con la cabeza.

Podría jurar que casi veía salir humo de su cabeza.

—¿Por qué?

—A él le gusta ese chico— Dije en un murmuro para después tomar asiento sobre el suelo —Ya me interpuse una vez entre ellos. Así que no volveré a hacerlo.

Hyun tomo asiento junto a mi —Si, pero "ese chico" — El hizo comillas con sus dedos —Es un imbécil que no ha hecho más que conseguir todo a base de mentiras y apariencias.

En parte tenía razón, Fluke no era ni de cerca el mejor candidato para estar con Can, pero tampoco me gustaría la idea de que ellos no pudieran estar juntos porque el no se lleva bien conmigo, o en el peor de los casos, que ese tipo le haga creer a Can que yo estoy tratando de separarlos con mentiras.

Debía encontrar una forma de poder ayudar a Can a ser feliz sin que me odie en el intento.

—Iré a comprar algo de comer— Dije poniéndome de pie, sacudiendo un poco mis pantalones de la tierra mojada.

—¿Quieres que vaya yo? — Pregunto el menor

—No hace falta. Volveré pronto.

—Está bien, solo no tardes mucho— Dijo el algo dudoso —Y se cuidadoso al cruzar las calles.

—Si, si lo que tu digas mamá— Le respondí mientras soltaba una leve risa.

Sali del invernadero y camine unas cuantas calles hasta que llegue a la tienda de conveniencia mas cercana, no estaba muy lejos así que me extrañaba un poco que Hyun estuviera un poco paranoico últimamente, además de que cuando me quedo con Lawan suelo venir más de una vez.

Tome de los estantes un par de golosinas, dos tazones de ramen instantáneo para compartir con Hyun y me encamine a la caja para pagar las cosas, cuando siento un fuerte golpe en mi espalda baja que logra derribarme, causándome un dolor en el trasero y un tirón en mi oído.

—¡Lo siento mucho! — Hablo una mujer mientras corría a ayudarme —...dije que no debían jugar...carrito de las compras— Dijo ella entregándome las cosas que había dejado caer. Al parecer lo que me había golpeado era un carrito de compras que venia a toda velocidad hacia mí.

Le dedique a la mujer una pequeña sonrisa para que se tranquilizara, y mire alrededor del suelo hasta que encontré mi auricular cerca del pie de la mujer; lo levante del suelo y lo inspeccione.

Estaba roto.

Volví a mirar a la mujer que al parecer me estaba hablando, su rostro estaba preocupado mientras yo trataba de entender lo que me decía entre los balbuceos que lograba escuchar.

O eso hasta que una voz algo gruesa resonó muy cerca de mí, y una mano se posaba sobre mis hombros.

—Está bien... yo le ayudare— Me mire a ver al dueño de aquella voz, encontrándome con una inesperada sorpresa.

Era Fluke.

.

.

Pov's Can

Miraba fijamente el invernadero desde la acera de enfrente, tratando de decidirme si cruzar la calle y entrar en el invernadero para ver a Tin y por fin poder hablar sobre lo que había pasado ayer.

—¡Can! — Me grito el enano desde afuera del invernadero mientras sujetaba entre sus manos una maseta vacía.

Le devolví el saludo de la manera más amable y crucé la calle para entrar al invernadero junto con el enano, quien dejo la maseta sobre una pequeña mesita de madera gastada, y me miro con un semblante amable.

—¿Has venido por Tin? — Pregunto rápidamente en cuanto me descubrió mirando hacia la cortina blanca del fondo. Asentí en respuesta —Él no está, salió un hace un rato, pero puedes esperarlo si quieres.

—De acuerdo. Gracias— Respondí mientras miraba las macetas con plantas a mi alrededor, tratando de no hacer el rato tan incómodo.

.

Paso alrededor de una hora en la estuve viendo como el enano colocaba tierra en macetas y regaba ligeramente otras más, atendía a los clientes que llegaban, pero de Tin no hubo ni una señal de que siquiera pensara volver pronto, lo que comenzó a poner un poco refunfuñón a mi acompañante y a mi un tanto nervioso.

—¡Lawan! Por fin llegas— Menciono algo alarmado el enano, mientras dejaba caer la escoba que llevaba en sus manos.

—Si lo estoy. Mi turno comienza ahora— Dijo la chica que entraba en el lugar y arrojaba la pequeña mochila que traía sobre la mesa — ¿Dónde está Tin?

—Salió hace un rato y todavía no vuelve— Hyun se quito el sucio mandil, dejándolo sobre la mesa —Iré a buscarlo ahora que estas aquí.

—Bien, pero si lo ves dile que ya no tarde— La chica se coloco su mandil, y tomo la escoba del suelo.

El enano solo asintió mientras tomaba sus cosas y me hacia una seña para que lo siguiera hasta estar afuera del invernadero.

Una vez afuera ambos caminamos hacia la tienda de comestibles, donde se supone que Tin debía estar, mas sin embargo él no estaba ahí comenzando en mí una especie de presentimiento, como si supiera que algo malo había pasado o estaba por pasar. Mientras tanto Hyun parecía un poco mas cuerdo y relajado que yo, pero, aun así, su mirada reflejaba un destello de preocupación.

—¿A dónde pudo haber ido? — Se pregunto el chico con el entrecejo fruncido, mientras daba pequeños golpes en su barbilla.

—Quizá solo fue a caminar por estar algo confundido— Dije mientras ambos caminábamos por la calle, tratando así de tranquilizar un poco la situación, aunque a estas alturas yo también me sentía nervioso.

Caminamos unas cuantas cuadras mas hasta que un accidente a media calle había llamado mi atención, las luces rojas cegándome un poco, las personas amontonadas alrededor del lugar, las personas de transito dándole el paso cuidadoso a los autos y una cabellera un tanto familiar me hicieron detener mi paso abruptamente.

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Que largo xD

Orange and Blue: Cuentos para niños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora