Hurts like hell//Bughead

☠Capítulo veintiseis .☠

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Esa misma tarde, Betty estaba con Veronica en el periódico de sus padres. La morocha se había dispuesto a ayudar a su amiga.

—Entonces...¿Estás en una relación con el mafioso?—preguntó mirando a su amiga.

—¡No!—soltó Betty con una mueca—solamente tenemos sexo y... es como un amigo.

—Te lo he dicho, no soy tu amigo—dijo una voz pasando. Betty abrió sus ojos y se giró. Veronica miró a su amiga y luego al chico.—Veronica, ¿verdad?—preguntó señalando a la morocha.

—Si...—soltó esta mirando a su amiga dudosa.

—Sabe todo—le murmuró Betty.

—Puedo escucharte, Betty—soltó este mirándola.

—Lo siento—soltó Betty.

—Bueno, digamos que tú padre no tiene un bajo perfil—soltó mirando a Veronica. Este volvió su vista a Betty—Venía por tu ayuda—soltó este.

—¿Mi ayuda?—preguntó confundida.

—Yo... me iré—soltó Veronica.

—No, no será necesario. Yo me iré en unos minutos—dijo serio mirando a Veronica y luego miro a Betty—¿Me harías un favor esta noche?—Veronica se giró, dándoles la espalda y caminó la más lejos posible.—No hablo de sexo.—este hizo una pausa—O no es lo principal.

Veronica toció en el fondo, dando a entender que era incómodo.

—¿Para qué?

Este suspiró—¿Me ayudarás o no?. Si no quieres, no hay problema, podré buscar a otra chica.

Betty tomó aire—Si lo haré.

—Genial. Te espero a las siete en mi departamento, nena—soltó este para salir de ahí.

Veronica abrió sus ojos y se giró hasta su amiga—¿Te dijo nena?—preguntó.

—Si—soltó Betty—No es la primera vez.

—Demonios Betty, tienes la lotería enfrente. Litarlamente hablando de dinero. Ese chico es de buena calidad.—Betty rió para seguir haciendo lo que hacía—Y... ¿sabes cuál es el favor?—esta negó.—¿No trabajas para él, verdad?

—No, no trabajaría.—esta tomó aire—No me gusta en absoluto lo que él hace. Su trabajo tan... sucio.

Veronica miró a su amiga con una mueca—¿De qué estas hablando?

—¡V!

Por otro lado, Jughead manejaba hasta el departamento donde vivía él y su hermano. Subió al piso donde vivía su hermano y al entrar pudo ver la escena de Lisa acostada en el piso del living, con sus pies hacia arriba.

—¿Estás bien?—preguntó confundido.

—Solamente síntomas del embarazo—aclaró JP saliendo de la cocina con un vaso de agua para tendérselos a la chica.

—Cierto, me había olvidado del pequeño ser.

—Por momentos te odio, Jughead—soltó Lisa cerrando sus ojos.

—Tranquilo, a mi me lo dice todos los días—aseguró JP.

Jughead alzó una ceja—Pero a mi me tiene sin cuidado.

—No te dejaré ver nunca a mi hijo.—soltó.

—A mi me dice lo mismo—asintió JP. —Pero ya me va a necesitar.