Hurts like hell//Bughead

☠Capítulo treinta y nueve.☠

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Cuando el auto dejó de moverse y Jughead separó su mano de la de Betty, la miró.

—¿Estás segura?—preguntó retirándole la venda.

Betty asintió para mirar por la ventana. Era un estacionamiento vacío bajo un techo.

—El camino es oscuro.

Tras eso, Betty se dió cuenta que Fangs no iba con ellos. Betty seguía a Jughead, entraron por una puerta para caminar por un pasillo.

—Esto se parece a una casa de terror—confesó Betty.

—Pues, en parte es la idea. Es como una preparación del infierno—soltó divertido.—Lugares vacíos para que las personas se castiguen a ellas mismas, repitiéndose una y otra vez lo que hiceron que lo condenó toda la vida.—tomó aire—Aunque se que hay un espacio para mi en ese lugar—soltó divertido.

—¿Crees en el infierno y el cielo?—preguntó Betty curiosa.

—Creo que hay un lugar especial para mi abajo—este hablaba con diversión.—Bueno, supongo que te esperaré aquí.—soltó este mientras abrió una puerta—Él no podrá acercarse a ti.

Betty miró dentro de la habitación y había una reja dividiendo esta.

—Gracias—soltó Betty mirando a Jughead para entrar. Vió al hombre sentado.

—¿Betty?—preguntó el mayor levantándose al ver pasar a Betty.—¿Qué haces aquí?

Los ojos de Betty se cristalizaron. —Estás sano.—murmuró confundida.

—No es necesario que te toquen para que te lastimen—dijo el hombre—Hija lo siento mucho—Betty nego:—No quiero escucharte. Tú... casi matas a mamá.

—No era lo que quería.

—No tengo ni idea lo que querías.

—¿Por qué estás aquí?. ¿Cómo has llegado?.—hizo un silencio—¿Ellos te hiceron algo?.

—¿Quién?—preguntó.—¿Quién de todos?

—Necesitas cubrirte, protegerte. Hay una pandilla qu—Betty asintió con lágrimas:—Lo sé—lo interrumpió.—Ya ha intentado contactar conmigo. ¿Por qué?

—Necesitas salir del pueblo ,protegererte.

—No—negó Betty—Creo que estoy más protegida aquí.

El hombre mitó al piso y luego levantó su vista—Tú... No te dejarían entrar a verme. ¿Estas trabajando con los Jones?

Betty negó—No, no trabajo para nadie. Ellos, me protegen.

—No confies en ellos.

—Es un poco tarde. No... no tengo a nadie más para hacerlo. Y, no parecen ser tan malos.

—Son manipuladores, hija.

—Tú también y, sin embargo, estoy parada a tu lado. ¿Por qué has hecho todo eso?—preguntó con lágrimas

—Yo... yo estaba ayudando al pueblo.

—Y arruinastes tu familia—esta negó con lágrimas.

—¡Escuchamé!—gritó el hombre tirándose sobre la reja, Betty saltó hacia atrás.

—Suficiente—soltó Jughead entrando.

—Tú eres un maldito—habló Hal señalando a Jughead.

El chico levantó su ceja mientras lo miraba y luego miró a Betty—Betty, sal.—esta negó—Betty...—murmuró Jughead.

—¡Te voy a matar a ti primero cuando salga!—amenazó señalando a Jughead enojado—¡No te metas con mi niña!. ¡Eres una basura!