Hurts like hell//Bughead

☠Capítulo cuarenta y siete.☠

╔════ ✿ ❀ ღღ ✿ ❀ ════╗

La rubia había pasado todo un día llorando de corrido, todos la entendían.

—¿A dónde vamos?—preguntó esta mirando a Jughead mientras caminaban dentro de un lugar.

Betty podía ver pasar a personas serias, máquinas, pero nadie se fijaba en ella.

—¡Tienes un moco en el pelo!—se burló Tyler a lo lejos, señalando a Fangs.

—¡Me esturnadastes encima!—gritó Fangs mirando a Tyler.

Betty solamente soltó una leve risita mirando a ese par a lo lejos. Giró su cabeza.

—15 dolares a que puedo romperte la mano con una goma.—apostó Sweet pea mirando a Reggie.

—Apuesto—soltó Reggie divertido.

Esta abrió sus ojos mientras seguía a Jughead. Miró hacia adelante para ver a JP y Lisa, sentados en una mesa mientras la chica comía.

—No me importa, yo dije que será nena.—soltó el chico.

—Yo cargo el bebé, me dice que será varón—aseguró.

Betty no evitó soltar una leve sonrisa. Jughead paró antes de entrar por la puerta y miró a Betty.

—¿Recuerdas cuando empezó todo?—preguntó.—Cuando pasó lo de la cena.—Esta asintió, recordando el día que perdió a su madre.—¿Recuerdas cuando me lanzastes una tijera?—este la miró divertido, pero Betty asintió seria.—Pasa—este abrió la puerta, dejando a Betty pasar.

—¿Qué es esto?—preguntó confundida mirando la habitación extrañada.

—Pues, yo te dije que te ayudaría con tu puntería—aseguró.—Tienes tres parte para practicar. Con tijeras, que de hecho, lo hice para ti—soltó guiñándole un ojo.—Luego cuchillas, y luego con balas de verdad—confesó. —Es para que practiques tiros.

—Yo... no puedo—negó.

Jughead trabó la puerta—Se que da miedo, se que te asustas porque les temes. Pero, lo necesitas aprender.

—No, nunca usaré una.

—No lo sabes. Hay veces que no tienes opción—aseguró serio. Este tomó un chaleco de protección y ayudó a Betty a colocárselo, esta había comenzado a temblar.—Tranquila, yo estaré aquí—aseguró este poniéndose un chaleco el también.—Vamos a comenzar por lo más fácil. Tijeras.

—Yo, no se.—soltó Betty.

—Si, eso lo noté el día que intentastes tirarme una—este tomó una tijera y la lanzó, clavándola directamente en el ojo del dibujo.

—Por dios—soltó Betty abriendo sus ojos y lo miró, algo asustada.

—¿Ahora entiendes porque las personas no les gusta meterse conmigo?.

—Yo, no creo que pueda. Me pone muy nerviosa.

Jughead tomó otra tijera que había una caja y se la tendió a Betty. Esta miró la figura donde debía lanzarla y Jugehad se acercó a su oído—Nena, piensa que estas frente a un mafioso y ha estado torturándote y manipulándote, tirale la tijera.

—Ese era mi pensamiento contigo y no logré golpearte si quiera.

—No me golpeaste porque no querías hacerlo en verdad. Porque no estabas segura.

Este caminó hacia atrás. Betty comenzó, la erraba, hasta que en el quinto intento, le pegó.

—¡Lo logré!—gritó mirando a Jughead