Hurts like hell//Bughead

☠Capitulo cincuenta y ocho.☠

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Un año había pasado y Betty estaba sentada en el suelo jugando con Chloe en el piso del salón mientras Jughead y JP hablaban seriamente.

—¿Otra vez?—soltó JP serio.—¿Por qué siempre haces los planes en un casino?. ¿Cómo diablos se supone que tomaremos a alguien en un casino?

—Pues, usaremos una actriz—soltó este obvio.

—Yo quiero volver a hacerlo—dijo Betty mirando a Jughead.

Jughead rió mientras negaba—No. Definitivamente no.

—¿Por qué?

—Yo intuyo—comenzó JP—que fue por lo sucedido desde lo que pasó hace dos años. 

—Exacto—soltó Jughead señalando a su hermano, dándole la razón.

—¿Solamente porque llame "papi" a un hombre?—preguntó esta.

—¡Como si no fuera suficiente!—soltó este indignado.

—Y contando que ofendistes su orgullo diciendo que te dejaba insatisfecha—agregó JP.

—Y si así lo hacia—soltó Lisa entrando a la habitación—Tal vez necesitaba esforzarse un poco más. —Betty y Lisa se miraron divertida.—Tú deberías hacerlo también—dijo mirando a JP.

—¿Perdón?—preguntó este ofendido.

Jughead soltó una pequeña risa.

—No deberías reirte tú, Jug. No te creas un dios griego. Te falta más para dar.

—Eso es mentira—soltó Jughead—Yo tengo más que claro que te dejo más que satisfecha.

—Más del %60 de las mujeres fingen un orgasmo—soltó Lisa—¿Están seguros que nosotras dos no entramos en ese porcentaje?—ambas chicas se miraron.

Los chicos se miraron serios—Betty, ¿cuántas veces fingistes un orgasmo conmigo?—preguntó Jughead serio.

La rubia le dió un juguete a la bebé, demoróen responder—cuatro veces—cnfesó.

—¿Qué?—preguntó este incrédulo.

—Te lo he dicho—soltó Lisa divertida mientras tomaba a su hija—Vamos a comer, cariño—soltó.

—Es mentira—soltó Jughead.

—Bueno, ahora yo iré a conseguir una respuesta—soltó JP levantándose para ir tras Lisa.

—No es mentira—negó Betty.

Jughead estaba incrédulo—¿Y por qué no me has dicho en su momento?

—Porque no era el momento. Estaba muy bonito, pero no era como solemos tener sexo, y pues no daba el mismo resultado.—Jughead hizo un silencio y Betty le sonrió—¿De verdad te preocupa?

—¡Si!—soltó este.

La rubia se levantó para sentarse en su regazo.—Fue minoría en las veces que tenemos sexo, Jughead. —Esta bajó su mano por su remera— Pero, si te hace sentir mejor, podemos ir a la cama esta vez y te juro, que no pararemos hasta que tenga un orgasmo.

—Suena tentador,nena—soltó este mirándola.

—Con una condición—habló esta.

—No me gustan tus condiciones—confesó el chico mirándola.

—Quiero hacer yo el trabajo en el casino.

—No, ya lo he decidido.

—Oh vamos—esta subió su mano hasta el cuello de Jughead—Tú sabes que eres mi único daddy.—soltó divertida.