Hurts like hell//Bughead

☠Capítulo tres.☠

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A la mañana siguiente del sábado, Betty bajó para encontrar a sus padres hablando.

—¿Has leído el periódico Hal?—preguntó Alice—Estoy segura que han sido esos mafiosos.

—¿De qué hablan?—preguntó Betty sentándose en la mesa junto a ellos.

—Unos mafiosos hiceron explotar una casa de un adolescente que había hecho una fiesta.

—Alice, estaban borrachos y drogados. Seguramente fueron ellos.

—No no, no lo creo.

Betty tomó aire, ahora parecía no pensar tan diferente a su madre, pero ese chico... ese chico parecía bueno, era joven. No podía ser él.

—¿En que piensas hija?—preguntó Hal.

—Nada—negó Betty mintiendo—¿En qué casa fue?—preguntó para hacerse la confundida.

—Un grupo de chicos que van a Riverdale High, no se los nombres—Alice negó—Tú los debes conocer.

—¿Alguien está herido?

—Un chico solamente, esta en el hospital porque tuvo unas heridas.

—Lo están desintoxicando porque está borracho, Alice—aseguró Hal mirando a su mujer.

—¿Dice el nombre?—preguntó Betty al ver a su madre con el diario.

—No—negó Alice. Suspiró—Este pueblo cada vez va de mal en peor.

Betty solamente se levantó—Iré a lo de Veronica.

—Bien—asintió Hal.

La rubia fue hasta lo de su amiga y al entrar la miró—Debo hablar contigo.

—Ya lo se, B—soltó Veronica—Se lo que le pasó a Caleb en la fiesta.

—¿Él fue el que salió herido?

Veronica asinitó—Si, y lo siento mucho.

Betty negó—Yo estuve en la fiesta.

—¿Qué ?—preguntó Veronica mirando a su amiga.—¿Tú estuviste en la explosión?

—Si, pero estaba afuera.

—¿Qué hacias ahí?

—Fui con Caleb—admitió—Nos besamos pero... no fui la única que se besó con él —esta rodeó sus ojos.

—Listo, lo tachamos a él de la lista.—aseguró Veronica pero volvió a ver a Betty—¿Por qué estabas fuera de la fiesta?

—Pasó algo extraño.—Betty le contó a Veronica todo lo que había pasado.

—¿Me estas diciendo que estabas ligando con un chico mayor fuera de la fiesta?

—No, solo hablabamos—negó esta con una mueca.

—¿Y él dijo que era un mafioso?

—"Hombre de honores"—se burló Betty.

—¿Y le creíste?

—Al principio no, pero, todo fue raro.

—¿Y si buscas de él?. Me refiero, que si de verdad lo conociste, puedes hablar sobre él con información.

—¡¿Estás loca?!—soltó Betty—Si de verdad es un mafioso, me metería en problemas.

—A ver Betty, ¿que posibilidad hay que un mafioso tenga menos de teinta años?—preguntó—Nadie tiene tanta experiencia para eso.