Capítulo 17 : Secuestrada; La última habitación (4/5)

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Narra Spencer:

Habíamos conseguido unas pistas muy reveladoras además de un sujeto. Pero nos faltaba una dirección. Estoy muy nervioso, aunque intento que no se me note, ya llevamos más de 19 horas sin saber nada de Anitta.

García y Morgan encontraron información sobre el pasado de Anitta. Quien le había adoptado y en que hospital. Intentábamos saber la relación entre éste hombre y ella.

Pero solo encontramos que el hombre tenía una hija llamda Lizzy Smith y ésta había sido expulsada de todos los colegios e institutos, por mala conducta.

Narra Anitta:

A punta de pistola retrocedí sobre mis anteriores pasos y con las manos en la nuca me giré y caminé hacia donde me indicó el hombre.

Él fue el hombre que me pegó y metió en su coche. Llegamos a una sala donde habían colgadas fotos de una mujer muerta en la bañera, y en medio de la sala una silla.

- Siéntate en la silla y ponte éstas bridas. - Me dijo el hombre.

- No lo haré.- Le conteste

El hombre pegó un tiro al techo y me volvió a repetir esas mismas palabras además de añadir:

- Si no lo haces te mato aquí mismo.

Yo obedecí, me senté y me puse las bridas. No paraba de mirar las fotos de esa mujer, entonces el hombre empezó a hablar:

- Mira las fotos, miralas bien, fijate en cada detalle. ¿No te resultan familiares?

- ¿De qué estas hablando? Yo no he hecho daño a nadie.- Le contesté.

- Tú no. Eso es obra mía. Lo que quiero decir es que ésto es culpa tuya. Gracias a tí, a tu protección ella acabó así. Pensó que dándote en adopción no te encontraría, pero se equivocó. Y tú vas ha acabar igual que ella, o alomejor peor.

- ¿Ella.... Es... Mi.... Madre?- Digo entre sollozos y lágrimas.

- Así es, y yo tu padre biológico. ¿Cómo se siente al tener padre al fin?

- Has matado a mi madre hijo de Put... Te voy a encerrar de por vida. - Comencé a gritar soltando toda la rabia que tenía.

- Ya veremos quien le quita la vida a quien. De momento tú eres la que tiene las de perder.

- Mira hijo de... Me da igual quien seas... Pero como cometas un solo fallo te mato. Y me da igual que seas mi padre. Tu nunca serás un padre para mí, solo un asesino.

- Tranquilita, que aquí el arma la tengo yo, y tu atada. Que pena. Tan frágil como tu madre, matarla me resultó muy fácil. Solo me bastó el momento en el que bajó la guardia. Y fue pan comido.

- ¿Quién es la otra chica? La loca.- le pregunté.

- Esa es tú hermana, me pidió jugar un poco contigo antes de que yo te matara y se lo concedí. Veo que pásaste todas sus pruebas. Ella siempre ha sido más impulsiva, no es capaz de esperar a su presa, ella solo ataca.

- Ella está inconsciente en la bañera.

- A mi eso me da igual. Solo me importa tú vida. Más concretamente el final de ella.

Narra Spencer:

Descubrimos que la hija no es de la mujer que mató. Si no que tuvo una aventura con una vigilante de su cárcel a la cual dejó embarazada.

También investigamos sobre la madre y su apellido de soltera era Brown. Igual que el de Anitta, ya teníamos la relación, era su hija biológica.

Encontramos dos direcciones. Una de una casa y otra de una fábrica abandonada. Nos dividimos en dos  grupos y fuimos. Aunque éstas estában bastante lejos de Quantico.

Narra Anitta:

Cuando el hombre que se suponía que era mi padre se giro a admirar una de las tantas fotos colgadas.

Yo me levanté de la silla y con un rápido gesto levante las manos y las baje haciendo fuerza contra mi cuerpo. De esa manera rompí las bridas. Encontré un palo de madera en el suelo al lado de la chimenea y se lo clavé a mi sudes para poder salir sin peligro de que saliera corriendo detrás de mí.

Pero un segundo antes de  salir de la habitación oí un ruido y miré hacia abajo. Mi estómago estába sangrando, me había pegado un tiro con la pistola.

Me giré hacia atrás, lo ví muerto y con el arma en la mano, comencé a llorar. Era tan estúpida, se me olvidó quitarle el arma antes de salir corriendo.

Salí de aquella habitación llorando. Arrastrandome por las paredes y con las manos agarrandome mi barriga, de la que solo salía sangre.

Salí corriendo de ese lugar pero estaba agotada, no podía más. La vista se me nublaba, el cuerpo se cansaba, me temblaban las piernas y la boca me sabía a sangre.

Así que me tiré en el suelo y acepté que ese iba a ser mi final.
Empecé a mirar al cielo, pensando en todos mis amigos y compañeros mientras me estába muriendo desangrada en el suelo.

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Imposible...pero posible [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora