Capítulo 29: La tormenta perfecta

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Narra Anitta:

Llegamos a la playa, yo empecé a hacer fotos y Spencer se sentó en un banco cerca para leer su libro, por supuesto Spencer ya se había leído su libro entero, cuando lo acabó decidimos dar un paseo por la orilla.

Yo me quité los zapatos para sentir el agua fría en mis pies, cuando íbamos caminado Spencer se agachó y me dió una piedra que había medio enterrada en el suelo, esta tenía forma de corazón y yo metí la piedra en el bolso, y le cogí de la mano todo el camino desde la playa hacía el restaurante fuimos de la mano...

Era un restaurante muy chulo con decoración playera, pero a la vez era bastante elegante, no era muy grande tampoco, nos sentamos en una mesa  por el final, empezamos a pedir nuestra comida y había muy buen ambiente.

No había demasiada gente y la conversación con Spencer era fluida y entretenida, hablabamos sobre el espacio y los planetas, unos niños de unas mesas anteriores a la nuestra empezaron a señalar la ventana, entonces mira hacía ella, habían un montón de nubes negras en el cielo, pero ya habíamos pedido la comida ahora no nos podíamos ir...

- ¡¡Socorro ayuda, un médico por favor!! - Gritó una niña de una mesa cercana a la entrada.

Enseguida nos levantamos y fuimos a ver que pasaba.

- ¿Que ha pasado? - Dijo Spencer.

- ¡Mi padre se ahoga con un trozo de comida ayudenlo! - Dijo la niña de unos 10 años más o menos.

Spencer intentó hacer vomitar al hombre su pedazo de comida, pero el hombre se lo tragó, y empezó a  agarrarse la garganta.

- Un cuchillo y un bolígrafo- Dijo Spencer. - Anitta llévate a la niña a otro lugar.

Yo sabía lo que iba a hacer así que le dí la vuelta a la niña para que no mirara y la abracé diciéndole que no pasaba nada y que todo saldría bien.

En ese momento empezó a caer una lluvia muy fuerte acompañada de granizo, la niña, yo y un par de personas  cerramos puertas y ventanas.

En lo que se oye un gran respiro que venía del padre de la niña que consiguió respirar gracias a que Spencer le hizo una traqueotomía, para que pudiera respirar.

La niña se fué y abrazo a su padre fuertemente.

La lluvia, el granizo y el viento se hizo más potente, y entonces nos quedamos allí atrapados puesto que hasta que no se calmara, era más seguro estar allí que ir al coche, llegó nuestra comida y nos la comímos, no se por qué pero después de ayudar a la niña, ella y los demás niños que habían vinieron con nosotros, más concretamente para que les contasemos historias y no aburrirse, yo les contaba historias de fantasía sobre la lluvia y el tiempo, y Spencer les contaba historia de los dioses griegos en relación con el clima.

Llevábamos en aquel restaurante más de dos horas y el tiempo no iba a mejor, lo más posible es que pasaramos la noche en el restaurante.

Eran las 12:00pm cuando la lluvia aflojó, pero no por mucho tiempo, el tiempo suficiente como para conseguir una habitación en un hotel cercano al restaurante, ya que era muy peligroso conducir con este tiempo, decidimos pedir una habitación para dos ya que era más barata que dos habitaciones de una persona.

Imposible...pero posible [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora