8

528 43 18
                                    

Reid y Shay caminaban juntos mientras ella le decía algo al oído. Ella desbordaba felicidad por todos lados.

Miré alrededor del lugar y localicé a Teresa conversando con varios chicos y chicas en una esquina del cuarto. También noté la presencia de Noah, quien estaba sentado en una silla mientras bebía una botella de cerveza.

Shay me vio y no tardó demasiado en acercarse a mí, acompañada de Reid, por desgracia.

—Hola, Everly —me saludó Shay.

—Hola —le sonreí.

—Te ves muy bonita.

—Gracias, tú también.

—Él es un amigo. Se llama Reid —dijo ella.

Sí, claro. Como si no nos conociéramos ya.

—Ya nos conocemos —dijo Reid.

Shay lo miró con los ojos muy abiertos, mostrando su evidente sorpresa.

—Es mi vecino —le informé.

—Vaya, pues qué bueno que ya se conozcan —dijo ella.

—Sí —fue lo único que se me ocurrió decir.

—Ya vuelvo, voy a buscar algo de beber —anunció Reid, antes de alejarse de nosotras.

Shay esperó hasta que él estuvo lo suficientemente lejos y me dio un leve codazo.

—¿Verdad que es un bombón? —dijo Shay con una sonrisa cómplice.

—¿Quién? —me hice la desentendida.

—Pues Reid, tontita.

—Ah, él. Sí, es lindo —me encogió de hombros, restándole importancia.

—¿Lindo? —sacudió la cabeza—. Es el chico más hermoso que he visto en mi vida.

Qué exagerada, Shay.

—Entonces creo que no has visto muchos hombres en tu vida.

Ella se rió a causa de mi comentario—: Me gusta mucho.

—Eso es obvio.

—¿A ti no te gusta, verdad?

—¿Qué?

—Reid. No te gusta... ¿O sí?

—No, no. Para nada. ¿Por qué lo preguntas?

—Es que quiero intentar algo con él, y ya sabes... No quiero hacerlo si a una amiga también le gusta el mismo chico que a mí.

—No te preocupes por mí. No me gusta. Eso es seguro.

Shay suspiró, aliviada.

—Bueno, en ese caso tengo el camino libre.

—Súper libre.

Busqué a Dylan con la mirada por todo el lugar, pero no lo vi por ningún lado. Hacía bastante tiempo que se había ido por ahí con la chica rubia que nos dio la bienvenida. Sabrina y Asher se habían quedado un rato más conmigo pero hacía pocos minutos, ambos se marcharon. No sabía en dónde estaba Dylan, y eso no me gustaba.

Le di un vistazo a mi celular rápidamente y me dí cuenta de que la batería estaba totalmente descargada. Debí olvidar conectarlo en casa.

—¿No has visto a Dylan? —le pregunté a Shay.

—¿A Dylan? No.

—Disculpa, creo que es mejor que vaya a buscarlo.

—Seguro, ve tranquila.

¿QUÉ ESCONDES? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora