22

450 34 17
                                    

Me encontraba sentada en una mesa de aquella cafetería en donde antes trabajaba Shay. Estando aquí ahora, el lugar daba un aire muy diferente sin ella.

Dylan estaba situado frente a mí, intentando animarme con sus comentarios ocurrentes, pero no estaban dando muchos resultados. No podía dejar de darle vueltas al asesinato de Shay desde mi interrogatorio en la estación de policía. Todo era muy abrumador

—Oye, me estás preocupando —comentó él.

—Es porque evidentemente estoy mal. ¿Sí entiendes que están intentando acusarme por el asesinato de Shay? Es retorcido.

—Lo sé... —se quedó en silencio durante algunos segundos y luego abrió mucho los ojos, como si acabara de acordarse de algo—. ¿Recuerdas cuando sucedió todo ese asunto de la fiesta? ¿Esa vez que alguien tomó tu celular, envió un mensaje a mi teléfono y pensamos que era una broma?

¡Por supuesto! ¿Cómo no lo había pensado antes?

—Claro que recuerdo eso.

—Pues está claro que esa persona tiene algo que ver en todo esto. Te han sucedido muchas cosas extrañas desde entonces.

Fruncí los labios, acordándome del insidente con los mensajes que había recibido hacía algunas noches.

—Y hay algo más —comenté.

—¿Qué?

—Hace varios días recibí unos mensajes bastante desagradables.

—¿Qué mensajes? ¿Qué decían?

—Decían cosas como que yo era una... una zorra, y también defendieron a Jared.

—Un momento. ¿Qué tiene que ver Jared en todo este rollo?

Chasqueé la lengua y seguí hablando.

—También me enviaron un link que me dirigía a todas mis redes sociales. El link era de una publicación que se hizo desde una cuenta anónima donde mostraban una foto mía junto a Jared. Mejor te lo muestro.

Saqué el celular de mi pequeño bolso y le mostré a Dylan la evidencia de todo lo que le estaba contando.

—¿Se puede saber por qué no me habías contado todo esto? —preguntó.

—Lo iba a hacer, pero al mismo tiempo no quería volver a tocar el tema. Mi plan perfecto era ignorarlo.

—Ya no puedes seguir con ese plan de ignorar. Hemos ignorado muchas cosas desde hace tiempo, como todo eso de la droga en tú bebida, el misterioso mensaje enviado a mi teléfono, el robo de tu celular, la foto tuya con Jared, más lo que dice la policía sobre esos supuestos mensajes violentos que le enviaste a Shay el día de su muerte. ¿Es que no lo ves? Alguien ha tratado de hacerte daño, alguien te quiere inculpar.

Por supuesto que sí. Ahora todo cobraba sentido. Todas esas cosas extrañas que me estaban sucediendo y que, inocentemente, creía que no podían ser más que casualidades. Era un claro intento para hundirme.

—¿Pero quién podría estar haciéndome esto? ¿Por qué?

—No tengo ni idea, pero lo que menos entiendo es la relación de Jared con esto.

—Yo tampoco.

—Pues hay que investigar a partir de ya, porque no podemos quedarnos como idiotas esperando a que pase algo más.

Sólo asentí.

—¿Crees que el que está haciendo esto sea también el asesino de Shay? —preguntó.

¿QUÉ ESCONDES? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora