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Entré al cuarto de baño para calmar un poco mis nervios. Aproveché la oportunidad para avisarle a mi madre que iba a cenar con Reid y que, por lo tanto, llegaría más tarde de lo previsto.

Saqué el celular del bolsillo de mi camiseta y me apresuré en escribirle a mi mamá.

Everly: Hola mamá, esta noche llego tarde. Cenar con Reid.

Everly: Quise decir cenaré.

No esperé mucho tiempo para recibir una respuesta.

Mamá: ¿Estás en la casa de los Strasser?

Everly: Sí, aquí estoy.

Mamá: Está bien, pero no llegues tarde.

Everly: De acuerdo.

—¿Está todo bien? —oí la voz Reid a través de la puerta.

—Sí sí. Ya salgo.

Lavé mis manos, peiné un poco mi cabello y entonces salí del baño y acompañé a Reid hasta la cocina.

—¿Te gusta el risotto? —preguntó él.

—Claro.

Él comenzó a servir la comida en los platos. Tenía un aspecto maravilloso.

—¿Tú lo has hecho? —inquirí.

—Sí.

—Así que sabes cocinar...

—Sé hacer muchas cosas.

Intenté que ese comentario no me afectara, pero irremediablemente mis mejillas empezaron a enrojecer.

Quiero saber qué más sabes hacer...

—Ya está —anunció, colocando los platos en el comedor y un par de copas llenas con vino de uva.

—Gracias.

Le dí la primera probada al risotto e inevitablemente, se me escapó un suspiro de satisfacción. Sabía increíble.

—Está muy bueno —comenté.

Él no había apartado la vista de mí. Me observaba. Casi podía asegurar que lo hacía inconscientemente.

—Me alegra que te guste —dijo, antes aclarse la garganta.

—Así que tus padres están celebrando su aniversario —comencé a hablar—. ¿Cómo se conocieron?

—Mi madre era estudiante de piano de mi padre y así comenzó todo. Ella dice que fue amor a primera vista —sonrió burlonamente

—Qué romántico.

Reid hizo una mueca.

—¿No me digas que no crees en el amor a primera vista? —pregunté.

—¿Honestamente? No. Creo en la atracción a primera vista, lo que es muy diferente.

—Lo siento, pero difiero contigo.

—No me sorprende —él sonrió y bebió un sorbo de vino— ¿Y tus padres? —preguntó.

—¿Que cómo se conocieron? —él asintió y proseguí—. Bueno, en realidad Matthew no es mi padre.

Pude notar la sorpresa reflejada en el rostro de Reid.

—¿En serio?

—Sí. Mi padre murió hace tres años.

—Oh, lo siento mucho. No pretendía ser imprudente.

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