Capítulo 10: Claridad

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Desperté en un lugar lleno de hermosas plantas, había pequeños espíritus voladores, al mirar a mi alrededor todo era de un cielo claro, un paraíso.

-Al fin despiertas- Dijo una voz de mujer, tenia el cabello largo y una flecha.

-¿Dónde estoy?- Dije mirando a todos lados.

-Es un lugar a donde suelo venir- Dijo la mujer, los espíritus la rodeaban como si fuese alguna clase de guardiana o guía.

-Este es el mundo espiritual- Aunque era claro, fue lo único que se me ocurrió.

-Así es, me llamo Jinora- Al escuchar ese nombre no pude mas que alegrarme, era a la persona que buscaba.

-Eres la nieta del Avatar...- Dije con alegría.

-Correcto, me decían que me parecía al abuelo, supongo que a ti te dicen lo mismo, aunque te falta la flecha...y los tatuajes- Dijo ella, en verdad estaba feliz de haber logrado encontrarme con ella.

-He venido por eso mismo, el Avatar Korra me dijo que soy parte de algún tipo de reencarnación, que soy en verdad el Avatar Aang- Comente, explique un poco acerca lo poco que sabia desde que había llegado a este mundo.

-¿Has venido por respuestas?- Dudo ella.

-Puedo hacer aire control, tengo recuerdos borrosos sobre...¿mi?- Ella se levantó y emprendió una caminata por el lugar.

-Creo poder ayudarte entonces...- Dijo ella, llegamos a un espacio libre de los espíritus, tome asiento observando a ella respirar.

-¿Cómo?...- Nuevamente una larga cadena de recuerdos llegaron a mí.

.

-Eres el Avatar- Podía observarme a mi mismo, era diferente, no tenia cabello y tenia la flecha que me había comentado Jinora.

-¿Cómo saben eso?- Pregunte.

-Lo hemos sabido desde que eras un niño, ¿Se te son familiares estos juguetes?- Incluso viendo las cosas desde otro lado esos juguetes me eran familiares.

-Claro, son lo que jugaba de pequeño- Cada palabra hacia que todo comenzara a tener sentido.

-Son los mismos que usaron tus vidas pasadas, los elegiste porque se te eran conocidos- Poco a poco todo iba cobrando sentido.

-...-

Para ir viendo lo que fui en otra vida, todo paso tan rápido, pero cada vez era entendible, fui el Avatar, detuve una guerra de 100 años, me enamore, crecí, tuve una niña, otra adoptada y un niño...el mundo agradeció cada uno de mis logros y cuando llego mi momento solo espere a que otra persona fuera seleccionada, el ciclo del Avatar empezó de nuevo. Sin embargo, al final de todo...había cometido mis errores...sin embargo una persona siempre estuvo a mi lado.

-Ella se llamaba Toph...- Dije cabizbajo.

-Si, la gran jefa de policía, fue una gran maestra tierra y también la primera en hacer metal control- Recalco Jinora.

-Ella también regreso...- Una sonrisa se presentó en mi rostro.

-¿Qué harás ahora?- Pregunto ella.

-Aun no se a que he venido, sin embargo, tampoco se a lo que ha venido ella, por el momento...solo quiero controlar mi aire- Dije tratando de concentrarme para salir del mundo espiritual.

-Ustedes fueron una pareja en el pasado...probablemente su destino es volver a encontrar- Ella tomo asiento y solo me dejo ir.

-Así que después de tanto tiempo- Desperté en una cama, Azula estaba apunto de ponerme un trapo húmedo.

-¿Qué?- Dijo esta regresando las cosas a su lugar.

-Hola Azula, ¿Qué sucede?- Pregunte algo confundido.

-Bueno, te desmayaste y te trajeron aquí- Dijo ella suspirando.

-Gracias por cuidarme- Ella solo sonrió levemente.

-Como sea, ¿Qué tanto decías?- Ahora que lo pienso, quizás habría más personas que alguna vez conocí, todo ha cambiado ahora...

-Bueno, creo que al fin podre disfrutar de una vida simple- Dije con una sonrisa.

-Supongo que eso es bueno- Comento ella, ahora entiendo el porque sentí un miedo al verla.

Lo que me regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora