Capítulo 11: Deuda pasada.

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POV Azula.

-Claro, pero en este momento está en su meditación, le hablare al maestro Kai para que les ayude- Dijo el sujeto que nos recibió retirándose, nosotros nos quedamos explorando el lugar, me sentía cómoda en este lugar, era uno muy lindo lleno de flores, algunos animales y vi un lémur que me parecía muy gracioso, mire a jóvenes maestros jugar y usar el aire control, una gran estatua de una mujer, supongo que era de Jinora.

-Gyatso...- Escuché que dijo Aang, lo vi perder el equilibrio.

-¿Aang?- Dije confundida, al ver que iba caer me moví rápidamente para atraparlo, para mi suerte no se lastimo, los demás monjes vinieron para ayudarlo.

Lo dejaron en una habitación y me quede a su cuidado, pasaron unas largas y eternas horas, me trajeron para comer y algo para cuando Aang despertara.

Estuvo un largo tiempo en plena paz, por así decirlo, hubo momento donde parecía estar pasándolo mal, suspiré algo cansada, me dispuse a poner un trapo húmedo hasta que este despertó.

-Así que después de tanto tiempo- Despertó repentinamente, me quede observándolo mientras el trapo estaba suspendido en el aire.

-¿Qué?- Dije regresando todo a su lugar.

-Hola Azula, ¿Qué sucede?- Pregunto este confundido.

-Bueno, te desmayaste y te trajeron aquí- Respondí.

-Gracias por cuidarme- Suspiré y solo sonreí levemente.

-Como sea, ¿Qué tanto decías?- Dije tomando asiento, le acerque la mesa para que este pudiera comer algo.

-Bueno, creo que al fin poder disfrutar de una vida simple- Parecía feliz.

-Supongo que eso es bueno- Esta agotada, sea lo que sea que significaran esas palabras mañana lo descubriría.

.

Me hubiera encantado empacar ropa, ahora lucia con las ropas de los nómadas aire, Aang estaba entre el grupo esperando para poder practicar su aire control, por mi parte estuve recorriendo el lugar junto con los otros mojes, tuve la fortuna de tener un lémur amigable, no sé qué nombre darle, pero estaba alegre.

-¿Cómo conociste al Avatar?- Pregunto una chica con evidente curiosidad.

-¿Aang? Bueno apareció en el prado donde practicaba mi fuego control, decía que no recordaba nada más que su nombre- Comente mientras alimentaba al lémur.

-Increíble, me sentiría muy honrada de ser la primera persona a la que el Avatar pediría ayuda- Suspire un poco, todo el día fue responder preguntas sobre Aang, no es como si lo conociera de algo simplemente había estado con el un par de días, ¿Cómo estará mi madre?

-Hola Azula- Saludo alguien con una sonrisa.

-...Te veías mejor con cabello- Dije al reconocer que se trataba de Aang.

-Fue para mis tatuajes, dicen que con eso completare mi entrenamiento- Sin cabello y ahora con tatuajes y ramas notorio el parecido.

-En tan solo dos días- Dije sorprendida, no se como se media el nivel de un maestro aire, pero a mí me tomo días incluso meses completar y eso que aun no tengo mucho dominio de mi rayo.

-Te sorprendería saber lo que puedo hacer- Dijo este arrojando una pequeña brisa.

-El aire no daña...- El lémur salto sobre Aang.

-Veo que este lugar te gusta- Dijo este sonriendo.

-No me quejo- Mencione caminando junto a él.

-Te llamare Momo- Dijo acariciando al Lemur.

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-Wow- Dijo Aang luego de que terminara mi propia demostración de fuego, aunque mas que eso fue un entrenamiento para mí, después de todo no podía darme el lujo de abandonar mis prácticas.

-Es solo la mitad de lo que puedo hacer- Dije sonriendo.

-¿Es cierto que ustedes aprenden fuego de los dragones?- Pregunto curioso.

-Eso creo, los últimos habitan en los bosques más lejanos- Comente, luego observe que algunos monjes se estaban reuniendo apresuradamente.

-Seria genial ver una dragón- Camine para observar lo que pasaba, pero...simplemente hubo una gran explosión.

-¡BUSQUEN A ESE NIÑO!- Debíamos escapar lo antes posible, Aang había sido afectado por la onda, los monjes rápidamente respondieron alejando a los invasores, Aang estaba en el suelo inconsciente, me levante con dificultad y lo cargue, no sabía dónde iría, pero mientras más lejos estaríamos mejor.

-Vayan para las cascadas, no debes permitir que lo atrapen, nosotros estaremos bien- Solo eso escuche del hombre quien nos había recibido.

-...-

Cargué a Aang sin mirar atrás, me sentía mal por tener que dejarlos a su merced, sin embargo, pude observar a Bisontes y planeadores sobrevolar por el cielo, no sabia quienes eran los tipos que habían llegado, pero al parecer su interés era Aang.

La tarde se hacia cada vez mas presente, me encontraba agotada, había caminado por todo el bosque, tratando se buscar el lugar que me habían dicho, Aang aun estaba durmiendo, Momo por otro lado había traído un par de pequeñas frutas, estaba agotada, la noche nos iba a alcanzar pronto.

.

-¡Korra! Templo espiritual, acaba de ser atacado, lo estaban buscando, todos lograron escapar a salvo- Bumi llego con malas noticias al palacio central de ciudad república.

-¿Sabemos quiénes atacaron?- Pregunto Tenzin preocupado.

-Un grupo desconocido, tiene relación con el ataque hacia la isla- Informo Bumi, al parecer había sido avisado gracias a Kai y Jinora.

-¿Cómo se enteraron de Aang?- Pregunte intrigada.

-Aun no sabemos mucho, sin embargo, tenemos informes de que dos de los prisioneros del loto rojo escaparon- Tenzin y yo nos miramos, sabíamos que eso solo significaba problemas.

-¿Por qué no fui informada de eso?- Pregunté.

-El mensaje fue interceptado por el enemigo- Explico Bumi, hacia algunos años el loto rojo trato de secuestrarme, sin embargo, no tuvieron éxito, sin embargo, el ataque a la isla debió ser algún plan de distracción.

-¿Sabemos a dónde fue Aang?- Pregunto Tenzin.

-Creemos que escapo por alguna ruta del templo, sin embargo, no sabemos si fue acompañado- Tome mis cosas y junto con Tenzin me iría hacia el templo, no podíamos dejar que ellos llegaran a Aang.

-Mantenla fuera de esto- Le ordene a Bumi quien asintió sabiendo a que me refería.

-Ten cuidado...-

Lo que me regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora