Capítulo 9: Viaje de descubrimiento.

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POV Aang

-¿Tu madre no se preocupará?- Pregunte luego de casi una larga hora de viaje, habíamos logrado llegar a una pequeña isla, aun se podía ver a lo lejos la ciudad.

-Le enviare alguna carta- Dijo ella dejando atado el bote.

-Bueno, nuestra primera parada es un templo muy espiritual, según este folleto fue el mismo donde la actual Avatar Korra entro al mundo espiritual, con ayuda de Jinora, quien se ha dicho es quien mejor ha adoptado las costumbres de maestro aire siendo acreedora a los tatuajes- El folleto nombraba dicho evento a pesar de haber pasado casi 10 años, la foto que tenían era una comparativa de Jinora de niña y ahora de adolescente.

-Suena a una chica muy obediente y algo rígida- Menciono Azula.

-Es la nieta del Avatar Aang- Dije sorprendido, en verdad había un parecido cuando ella era muy pequeña.

-Eres abuelo, ¿Quieres comer?- Dijo ella, me quede confundido ya que no tenía dinero.

-Muy graciosa, si en verdad fuera el anterior Avatar hubiera reconocido a mi propio hijo- Exclame volviendo al tema.

-Supongo que tienes razón- Entramos a un pequeño loca, había algunas personas, el lugar era muy tranquilo, aunque en cierta mesa se podía ver que había problemas.

-¿Crees que debamos?-

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-¿Qué rayos nos miran tontos?- Azula se levanto y se acerco a la mesa donde estaban los cocineros del local.

-Señora...¿Le causan problemas?- Pregunto señalando a los sujetos quienes se levantaron con hostiles intenciones.

-Si- Dijo la mujer.

-¿Aang?- Supongo que me pidió permiso, me acerque a ellos y pregunte.

-¿Nos puede dar un plato de comida extra para llevar?- Ellos asintieron.

Azula saco a los sujetos sin ningún problema afuera del local, estos eran maestros tierra y uno de fuego, ella evadía los ataques con mucha facilidad, su estilo al pelear era muy fino, movimientos verticales y nada bruscos.

Ataco a los sujetos y los dejo fuera de combate en poco tiempo, no sabia como describir todo esto, simplemente agradecía que era su amigo y no su enemigo.

-Gracias por todo- Dije agradeciendo a los cocineros.

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-Sabes, creo que me encontraste para que fuera quien te protegiera- En nuestro camino hacia el primer templo aire ella empezó una conversación muy interesante.

-¿Por qué supones eso?- Ella alzo los hombros, ahora que lo menciona desde que aparecí en este lugar solo me he parado a pensar en mí, no he analizado nada sobre si tengo algún tipo de propósito, eso era algo muy extraño.

-Azula, ¿Crees que naciste para algo en particular?- Pregunte, en verdad estaba algo intrigado de saber su respuesta, ella se quedo pesando por un momento.

-En lo personal, creo que nací con muchos talentos, sin embargo, siempre creí que algo me faltaba, que una parte de mi está incompleta- Menciono ella con un tono algo apagado, muy poco común en su normal actitud, no quise seguir en el tema, pronto estaríamos en el templo.

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-¿Es aquí?- Pregunto Azula mirando el lugar, era bastante hermoso, un lugar con muchas plantas, había lémures por todas partes.

-Creo que si- Un bisonte volador aterrizo a lo lejos, era increíble ver un animal de ese tamaño volar, me hubiera encantado tener uno.

-Hola, sean bienvenidos al templo espiritual, lugar donde nuestra maestra Jinora medita a menudo- Un hombre se presentó con nosotros.

-¿Ella se encuentra aquí?- Pregunto por aquel nombre, ella quizás podría ayudarme a saber quien era o lo que había venido a hacer a este mundo.

-Claro, pero en este momento esta en su meditación, le hablare al maestro Kai para que les ayude- Dijo este retirándose, nosotros nos quedamos explorando el lugar, Azula parecía cómoda mirando cada rincón del templo, yo sentí que estaba en casa, mire a jóvenes maestros jugar y usar el aire control, una gran estatua de una mujer, supongo que era de Jinora, incluso vi un lugar lleno de nombres de maestros aires.

-Gyatso...-

-¿Aang?- A mi mente vinieron recuerdos, no podía soportar la cantidad de cosas que en mi mente estaban pasando, de esta forma solo pude colapsar, escuché gritos y peticiones de ayuda de las demás personas, pero solo pude escuchar una que me decía; "Abandonaste a todos"

Lo que me regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora