Los Demonios

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Ese mismo fin de semana venía la invitación de los Herondale, así que se encontraba llenado un bolso con cambios de ropa y todo lo necesario para quedarse. En ese instante llaman a la puerta, al bajar se encuentra con James mirándola de aquella manera en la que parecía no tener mascaras.

- ¿Estas lista? - dijo con un tono alegre.

- Creo que si James, pensé que vendría Lucie a buscarme...- dijo con cuidado y con miedo a recibir una respuesta que le hiciera daño.

- No, ella se quedó escribiendo, así que he venido yo- la miro con cuidado- ¿acaso no querías ver a tu prometido? Se que me estas evitando Daisy

- Iré a buscar mis cosas para que nos vayamos- y subió, tomó sus cosas y al llegar, se encontraba Sona hablando con James, ella estaba encantada- ¿Nos vamos? - dijo ella.

- Hija compórtate en la casa de los Herondale y mándales saludos a tus padres- digiriéndose también a James- Y que tengan una linda tarde- y soltó unas risitas, que Cordelia no lo encontró propio de su madre.

Al entrar al carruaje hubo un silencio incomodo, no entendía mucho lo que estaba pasando estos días, el haber estado enfrentando a Belial, el abuelo de James y Lucie, James casi muriendo y siendo salvado de manera milagrosa. Y sin querer pensar en aquel beso que se habían dado en aquel cuarto oscuro, pero el solo empezar a pensar, hace que le recorra un dolor en el pecho que no puede entender, y ahora el compromiso de un matrimonio falso que solo durará un año. El acercamiento con Matt, le parecía interesante, pero ella sabía que el tenía sentimientos hacia Lucie... Realmente no entiendo nada de lo que ha estado pasando es una locura.

Al estar sumida en sus pensamientos no noto que estaban lleno en una dirección extraña- ¿Pasaremos a algún lugar especial? - dijo confundida.

- Si quieres llamarlo así, pues si-le tomó la mano despreocupadamente acariciando el dedo en el que llevaba el anillo de los Herondale.

- Esto es un ¿parque? - dijo confundida, dijo llegando a Hyde Park

- Podrías imaginar que sí, pero es lindo de todas formas ¿no? - busco un poco de ánimo en Cordelia.

- Si, es muy bonito, pero ¿qué hacemos aquí? - aun confundida.

- Un picnic para tomar el té- le dijo sonriente- algo que haría un prometido por su doncella ¿no crees?

- Supongo- el dolor apareció como una flecha en el corazón, pues claro era una forma de engañar a los demás.

Bajaron y pusieron todo en su lugar, y mientras comían y aprovechaban de una linda tarde, conversaban de sus pasados, su niñez. James no paraba de contar historias impresionantes con sus amigos, la verdad es que eran fantásticos.

- Te traje algo- dijo, no estoy segura, pero creo que se estaba sonrojando, y saco una copia de Layla y Majnun

- ¿Vamos a leerlo? - está en estado de shock, había pensado que había olvidado aquella promesa después de salir de la dimensión demoniaca.

- Tú vas a leerlo, porque tienes una hermosa voz, y sabes pronunciar a la perfección cosas que no puedo, y no puedo evitar que mi prometida me vea hacer el ridículo tan pronto, eso es para después de casados.

- James, por favor deja de hablar de prometidos cuando estamos a solas, me incomoda, ya que es una mentira.

Ella iba a comenzar a leer y James susurro -...mi Daisy...- Cordelia levanto la mirada y se dio cuenta de que no llevaba aquella pulsera plateada- ¿Qué paso con Grace?

Cordelia y JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora