Años|Completa.

Capítulo diecisiete

-Eventualmente ibas a conocer a mamá, o bueno, a que te conociera como mi novia, ¿no crees? -Pregunté, mirándola cuando el semáforo se puso en rojo. Ella tenía puesto un suéter y una chaqueta porque hoy hacía más frío. Yo, en cambio, solo tenía una camiseta blanca y arriba una sudadera.

-Sí, pero tampoco pensé que iba a ser tan pronto. -Murmuró.

-¿Pronto? Pero si ya llevamos dos meses de novias, no entiendo a qué le ves de pronto, por mí, y al día siguiente mamá se hubiese enterado.

-Tomando en cuenta que cambiaste el fondo de tu celular por una foto juntas, te lo creo.

Me reí. -Por cierto, ¿le dijiste a tu mamá que fuera a comer? .-La vi de reojo, y asintió.

Cuando llegamos a la casa, la ayudé a bajar, y luego pasé el brazo por sus hombros, acariciando su brazo para que respirara un poco y dejara los nervios. Max, mi hermano, fue el que abrió la puerta, abrazándonos a las dos y diciendo cosas en español que en mi vida yo hubiese entendido. Para la sorpresa de los dos, Charlie sí entendió y le respondió. Meses viviendo con ella y ni siquiera sabía que hablaba español, soy una novia perfecta, por favor. Dentro estaba caliente, así que yo me quité la sudadera quedando con mi camiseta blanca y ella se quitó la chaqueta. Mamá la reconoció de inmediato y hasta soltó algunas lágrimas cuando la vio, exageración según yo. Se la robó a la cocina, y yo me tiré en el sofá a ver las redes sociales, primero porque no me interesaba cocinar y segundo porque Max estaba haciendo algunas tareas de la escuela y el papá de Bella, Andrés, iba a llegar dentro de media hora tal vez. Y como Bella y Amy aún no llegaban yo me sumía en el silencio.

Estaba escuchando el cover de una canción en acústica y recordé que mi guitarra seguía aquí, subí los escalones de dos en dos y entré a la que era mi habitación, encontrando la guitarra en clóset, me senté en la cama y primero revisé si estaba afinada, efectivamente. Punteé un rato, hasta que recordé la canción y llevándome de un ritmo inexistente, toqué algunos acordes, y suponía que en algunas había atinado porque sonaba exactamente igual. Tocar la guitarra me tranquilizaba bastante. Cuando escuché voces en la primera planta decidí bajar, encontrándome a Andrés, Bella y Amy aparentemente llegando al mismo tiempo. Ahora solo faltaba la mamá de Charlie, tengo que admitirlo, cuando recordé que vendría empecé a ponerme algo nerviosa porque las veces que había hablado con ella, podía contarlas.

-¿Y esa cara? -Preguntó Bella, jalando una de mis mejillas, hice una mueca.

-Recordé que la mamá de Charlie también va a venir. -Hice otra mueca.

Ella soltó una risa. -Uy, ¿asustada, Steel?

Le fruncí el ceño y rasqué mi nunca. -Claro que no.

-¡OH, rascaste tu nuca, a mi no me mientes! -Exclamó, señalándome mientras se reía alto. Amy, apareció abrazándome para que no matase a Bella por reírse tan alto.

-No te burles, aunque no sé por qué lo haces, pero no te burles de la niña, Bella. -Dijo.

-Es que...ella...está...nerviosa porque vendrá la...la mamá de Charlie. -Dijo entre risas. La miré mal. Amy hizo una mueca que me pareció más una sonrisa.

-Oh vamos, no te preocupes por eso, a esa mujer nunca le importó que parecieras una delincuente o los rumores que andaban sobre ti.

-Ya, pero no es lo mismo ser novia de su hija. -Murmuré, apretando la cara contra el abdomen de Amy, sintiéndola reír.

-No te preocupes por eso, le caerás genial, eres un amor.

-Eso espero. -Murmuré.

*