Capítulo veinticuatro

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POV April

Mañana es el día de San Valentín y Charlie y yo decidimos que comeríamos con mi familia y que su mamá vendría. Hace unos meses que ya se llevan bien, pero tampoco se ha dado el momento de que nos volviéramos a ver. Le dije que le compraría algo y se negó, que su mamá por fin decida conocerme es el mejor regalo que podría darle.

-Hey, tu papá está al teléfono, dice que es urgente. -Salí de la habitación caminando detrás de Bella.

-April, ¿cómo estás? -Rodé los ojos.

-Estoy bien, ¿qué sucede?

-Oh...Necesito que por favor te quedes con Samantha, no tengo a nadie de confianza con quien dejarla y ella es tu hermana menor. -Fruncí el ceño.

-¿Por qué?

Lo escuché suspirar. -Ha pasado algo con la mamá de Katherine y tenemos que tomar un vuelo de inmediato a Canadá. Si te soy sincero no sé cuándo regresaremos, pero seguramente no nos tome un mes.

-¿¡Un mes!?

-Seguro no llegaremos a esos extremos, te lo pido por favor. ¿Puedo ir a llevarla a tu apartamento?

Me pasé la mano por el cabello, analizando un poco la situación, supongo que podría dejarla con mamá cuando esté en la universidad.

-Está bien, tráela.

-Gracias. -Colgó.

-¿Qué pasó? -Preguntó Bella, claramente preocupada.

-Tiene que tomar un vuelo a no sé dónde y me pidió cuidar a Samantha mientras tanto. -Me tiré en el sofá, robándole papas.

-¿Vendrá Sam? -Preguntó emocionada, asentí. -¡Genial! No entiendo cómo es que tu hermanita no te cae bien, a mí me encanta. Espera, ¿cómo le haremos con la universidad?

-Supongo que mamá podrá cuidarla mientras tanto, aunque procuraré preguntarle a Amy.

Minutos después alguien tocó la puerta y decidí abrirla yo, encontré a papá sonriéndome y junto a él mi pequeña hermana, su cabello castaño estaba suelto, usaba unos jeans y unas zapatillas rosadas combinadas con su suéter de princesa. En sus manos tenía una muñeca y papá tenía una pequeña maleta rosada a su lado. Hice una mueca, que se supone era una sonrisa y los dejé pasar.

-En serio, gracias por cuidarla unos días.

-No te preocupes, al final y al cabo es mi hermana. -Me encogí de hombros.

-Bella, ¿cómo estás? -se abrazaron.

-Muy bien, ¿y usted?

-Bien, yo tengo que irme, pero gracias, en serio. -Se agachó y abrazó a la niña. -Te amo, cariñito, pórtate bien, nos veremos pronto, ¿sí?

Ella asintió eufóricamente y él se despidió otra vez, precisamente cuando salió Hugo entraba al departamento.

-Wow, ¿Charlie y tú ya adoptaron a una bebita? -preguntó en broma.

-Claro que no. -Fruncí el ceño. -Es mi hermana menor, Samantha.

-Oh, holaaaa, Samantha. -Dijo acercándose a ella y sonriéndole. Ella sonrió y volteó a mirarme, ruborizada. -Oh, eres tímidaaa, qué linda eres. -Se acercó a ella e intentó alzarla, pero ella salió corriendo y abrazó mis piernas. -Oh, no me quiere. -hizo un puchero.

-No seas idiota, ni siquiera te conoce.

-Hay niños simpáticos. -Dijo Bella.

-Exacto, no todos son tímidos.

Años|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora