Capítulo veinte

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Feliz de la vida, tiré la caja al sofá inmediatamente entré y encontrándome a Charlie de espaldas la volteé y la alcé poniéndola en mi hombro como un saco. Di varias vueltas, escuchándola reír y pidiéndome que me detuviera que se estaba mareando. Hugo nos veía riéndose porque ella en serio estaba gritando. La bajé y luego le di un beso sonoro en los labios, y choqué los puños con Hugo, agarré a Charlie para que no se fuera de lado, cuando se le pasó, di un salto y agarré la bolsa, abriéndola con mucha prisa, saqué dos cajas de tenis.

-He comprado algo demasiado genial para las dos. -Exclamé, riéndome.

-No entiendo por qué cuando dices "compré" no me incluyes en tu paquete. -Dijo Hugo, frunciéndome el ceño. Charlie le rodó los ojos y él se encogió de hombros.

-Supongo que se ven tan geniales que eso es lo que te tiene tan feliz.

Asentí eufórica y abrí la caja. -¡COMPRÉ TENIS GAYS! ¡TIENEN LOS COLORES Y TODA LA COSA, MIRA DICE HOMOSEXUAL POR TODAS PARTES! -Prácticamente le tiré el par que era suyo y saqué los míos, que eran un poco más grandes y besé los tenis, sonriendo enorme.

-¿Y por qué yo no tengo un par también?

-Porque no eres homosexual, negro, ya cállate. -Le dijo Charlie, él se cruzó de brazo e hizo puchero, fingiendo estar ofendido.

-Pues, este "negro", quiere un par también.

Hice ademanes restándole importancia y mientras saltaba con los tenis en manos, exclamé: -¡PIDETE UN PAR QUE YO LOS PAGO, PERO ADMIRA QUE HERMOSOS SON! -Luego tuve una fantástica idea y miré a Charlie suplicante. -¡¿PODEMOS USARLOS EN NAVIDAAAAD?! -Puse mi mejor cara de perrito y hasta me arrodillé, abrazando sus piernas.

-Cielo, ese día pienso ponerme demasiado hermosa, usar estos no forma parte de mi vestuario. -Fruncí el ceño, mirándola desde el piso y apreté más mi abrazo a sus piernas.

-Pero eso será en Nochebuena, yo estoy diciendo que los uses en navidad, o sea, el día siguiente.

-Ese día también tenía algo planeado. -La escuché suspirar. -Ven, levántate, los usaré ese día contigo.

Me levanté saltando más eufórica aún. NAVIDAD ES EN UNA SEMANA. Que eso me recuerda que todavía me falta el regalo de Amy, Hugo y mamá. Miré a Hugo. -¿No te molestaría si te regalo el par para navidad? -Se encogió de hombros y me dijo que le daba igual, se fue a su habitación y cuando se encerró, guardé los tenis y abracé a Charlie por la cintura.

-No puedo creer que eso te tiene tan feliz. -Murmuró, pasando las manos por mi pecho.

-Tú también me tienes feliz. -Murmuré, dejando un beso en su cabeza.

-Ya sé que te hago feliz, pero me gusta que me lo recuerdes. -Recostó su cabeza en mi pecho. -¿Estás segura de que quieres que vaya a cenar en tu casa? Sabes que Hugo y yo podemos comer con mi mamá.

Fruncí el ceño. -Me da igual. Los prefiero a los tres en mi casa, aunque tu mamá me cayó mal, no te alejaría de ella si tú no quieres eso. -Me encogí de hombros.

-Eres la novia más perfecta.

-Por y para ti, seré cualquier cosa, créeme.

-¿Incluso una hormiga? – Bajé la mirada, encontrando la suya.

-¿Por qué seria una hormiga?

Se encogió de hombros. -No sé, solo se me ocurrió eso, pero ¿Te imaginas que te mueras y que te conviertas en un fantasma y estés conmigo todo el tiempo y pueda verte siempre que esté frente a un espejo? -Me miró ilusionada, yo la miré extrañada.

-No entiendo por qué no te hiciste escritora si tienes una imaginación tan larga y rara. -Reí un poco.

-¿Si yo fuese escritora, comprarías mis libros?

-Cariño, los compraría todos, créeme, y cuando hicieras firmas, le pagaría a alguien que fuera o entrara por mí, la vergüenza no me dejaría.

-Oh, te ponía nerviosa y encima, eras vergonzosa. ¿Dónde está todo eso?

-La gente cambia ¿sabes? Además, había perdido esa esperanza de verte otra vez.

Años|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora