Capítulo ocho

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El sábado, mamá, Bella y yo nos alistábamos para ir a la despedida de Charlie, me sentía nerviosa y aun consideraba que estaba un poco dolida por su partida. Ayer Bella me incitó a hacerle un graffiti con la palabra "adiós" en español, pero con caricaturas. Todavía me sorprende que hoy lo terminé a tiempo. Ella se quedó el resto de la semana aquí y cuando le conté de que acepté que me gustaba Charlie tiró un grito y saltó en la cama de la felicidad, eso me hizo reír, al menos estar aquí, le gustaba y mamá llegaba temprano de trabajar y cocinaba cosas diferentes, luego charlaba con Bella, en privado, mientras yo limpiaba la cocina. Era divertido, parecíamos una familia. Mamá habló con el papá de Bella, y él aceptó que se quedara todo el tiempo que necesitara, precisamente porque tendría que viajar nuevamente a Canadá.

Me puse la camiseta blanca y luego la chaqueta de jean, agarrando el dibujo y luego doblándolo a la mitad. Bella abrió la puerta, sonriéndome en grande. Llevaba una sudadera azul, que, al verla, te daba alegría.

-Vamos, vamos, tienes que despedir a tu amor. -Rodé los ojos, preguntándome por qué había decidido decírselo si Charlie se marchaba.

-¿No te parece raro que con 19 años ella decida iniciar la universidad?

-No, según me contó tu mamá, tuvo problemas con la transacción de su beca. Así que, supongo que está bien. -Se encogió de hombros, puse una mueca de ofensa.

-¿Por qué mamá te contó eso a ti y no a mí?

-No sé, yo le pregunté. -Riendo, salió, y yo salí detrás de ella, cerrando la puerta de mi habitación.

-¿Ya? Pues, salgan, terminaré de cerrar todo.

Asentimos y nos subimos al auto, yo de copiloto. Cuando llegamos a la casa de Charlie, había unas personas entrando a la casa, la puerta estaba abierta, y arriba había un cartel que decía "cuídate y regresa". Al entrar a la casa, nos encontramos de inmediato con su mamá y Bella se fue directamente al patio, la seguí, porque no quería estar sola en ese lugar lleno de adultos y adolescentes que obviamente no conocía. Al fondo, estaba un grupo de dos chicos y dos chicas, hablando, una de ellas sentada en el regazo de uno de los chicos. A mi derecha, había una mesa larga llena de comida y a mí izquierda estaban las bebidas, Bella, con una sonrisa, se acercó a la mesa de comidas y agarró dos hamburguesas, pasándome una.

Con cuidado de no arruinar el dibujo, me la comí. Sintiendo al instante que alguien apretaba mi hombro y decía mi nombre, mi corazón bailó y sentí mis manos sudorosas al instante, volteé, y me encontré los hermosos ojos cafés de Charlie, su cabello brillante suelto y ondulado, llevaba puesto un vestido hasta las rodillas suelto y unos zapatillas cerradas.

-¡Estás aquí! . -Exclamó, abrazándome, sorprendida, le medio devolví el abrazo, puesto que aun tenía el dibujo en mi mano, y acaba de limpiarme de una servilleta. -Pensé que ustedes no iban a venir, oh, hola Bella, ¿cómo estás?

Bella sonrió, y alzó la mano en forma de saludo. -Viéndote. Te ves bien, por cierto. -Charlie sonrió golpeó suavemente su hombro, Bella se quejó. Luego miró a la persona que venía con ella.

-Oh, ella es Teresa, mi mejor amiga. Tess, ellas son April y Bella. -Nos señaló, sonriendo.

-Hola. -Saludamos al unísono las tres, riendo un poco luego de eso.

-Ya vi que te comiste una hamburguesa, eh. No duraste casi nada en buscar una. -Me ruboricé y miré para otro lado, eso era cierto.

-Oye, es que, saben demasiado bien, creo que me atreveré a pedirte la receta, para algún día hacerlas. -Comentó Bella, riendo un poco.

-A mí ni piensa dármela y soy su mejor amiga, si tú tienes suerte y te la da, de paso también me la dices. -Dijo Teresa, entrando las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón caqui.

Charlie soltó una risita, mirándome.

En ese momento, recordé el dibujo, y sonreí nerviosa.

-Mamá me pidió que te hiciera algún regalo de despedida. Según Bella, esto significa adiós en español, realmente no estoy segura, lo hice ayer. -Se lo entregué, ella y Teresa observaron con asombro y detenimiento el dibujo. Bella golpeó mi hombro y murmuró un "le encantó" en mi oído.

-¡Está hermoso! No puedo creer que lo hayas echo ayer, tiene demasiada elaboración, April. Me encanta, te prometo que lo llevaré. Espero que le hayas escrito algo detrás también, como los demás. -Dijo, mirándome más fijo, eso me puso más nerviosa y asentí, mirando a otro lado. Ella volteó el dibujo, encontrando mis letras en una esquina.

¡Aprende! ¡Y espero que vuelvas pronto!

April, 2020.

-¡Ay, Charlie! Aquí estás, no puedo creer que te vayas mañana, ¡y tan rápido! . -Escuché decir a mamá, se acercó a abrazarla y luego abrazó a Teresa, diciéndole lo mismo. -Esperen, ya que están las cuatro, acérquense, para tomarles una foto, vamos, vamos.

Un poco incómoda, me acerqué, Bella y yo nos pusimos delante de las chicas. Charlie me abrazó por los hombros y yo me puse un poco en una esquina, porque si no, taparía un poco su rostro, mamá sacó su celular y yo sonreí, tomó la foto. En ese momento, la mamá de Charlie llegó con una polaroid, y tomó otra.

Nos separamos y fui a buscar algo para beber, todas estaban entretenidas conversando. Cuando volví, Charlie tenía la foto de la polaroid en sus manos y detrás tenía la fecha de hoy y nuestros nombres.

Supongo que será un buen recuerdo.

Años|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora