Capítulo tres

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Mamá me había llamado hace unos minutos, quería que bajara, me estaba duchando así que en el momento no bajé. Y creo que realmente me hubiese gustado no tener que hacerlo, estaba la delivery allí sentada, esta vez sin su uniforme, y junto a ella una mujer mayor que supongo que es su mamá o algo por el estilo. Las tres hablaban como si se conocieran de toda la vida, con risas y tazas de té encima de la mesita que teníamos en la sala. A todo esto, mamá se veía considerablemente feliz, tranquila. Eso me ponía feliz a mí también. Terminé de bajar, con una pequeña sonrisa llamé la atención de las tres mujeres en la estancia, mamá me sonrió de inmediato y me invitó a acercarme. Me presentó rápidamente y creo que nunca olvidaré su nombre.

Charlie.

Charlie.

Charlie.

Oh, Charlie, qué nombre tan hermoso tienes.

Es igual de hermoso que tú.

Sentí mis mejillas ruborizarse sin razón alguna, aún me sentía descubriendo el por qué estaba pensando constantemente ella, seguía diciéndome que era una simple adolescente, 5 años mayor, claro está. Sin razón alguna yo no dejaba de pensar en ella, pero me ponía nerviosa cuando la veía o me escuchaba, incluso cuando pensaba en ella. Y no creía que era correcto contarle a mamá, a lo mejor reaccionaba como las personas de la película que vi hace unas semanas y no quería que nada de eso pasara.

Me disculpé y me fui a la cocina, en donde estaban mis colores y otro dibujo en el que estaba trabajando, era la silueta de una mujer, aunque he llegado a pensar que es Charlie. Suspiré cuando pensé en su nombre. La mujer está de espaldas, usando un vestido que se ajusta a su cuerpo y resalta alguna de sus curvas, me concentro en dibujar algo de fondo. Al final, me decidí por un lago y la luna llena en una esquina, una velada. Sentí a alguien mirando por encima de mi hombro y me asusté, mamá no suele hacer eso porque sabe que no me gusta.

-Oh, eso se ve espectacular. – Escuché decir a Charlie, no volteé, porque sentí que, si lo hacía, nuestros rostros quedarían cerca y eso era demasiado extraño para mí.

Aún seguía pensando que besar a una mujer estaba mal.

-Gr..gra...gracias. -Murmuré, sintiendo mis mejillas teñirse.

Tenía su olor tan cerca de mí, olía a vainilla, incluso aunque no me gustaba la vainilla saliendo de ella era simplemente delicioso y atrapante, me atrevería a quedarme oliéndola todo el tiempo que pudiera hacerlo. Ella se alejó y se puso a mi lado para ver cómo yo seguía trazando el lago que miraba la mujer del dibujo. Se mantuvo en silencio mientras yo terminaba de dibujarlo. Al final de la hoja, escribí mi nombre y la fecha.

-¿Cómo es que sabes dibujar tan hermoso? – La escuché preguntar, la miré, tal vez era la primera vez que la observaba fijamente y tan cerca.

-Yo...vídeos, papá dibuja y me enseñó también. -Contesté, cabizbaja, y empezando a recoger mis cosas.

La escuché reír.

Dios, qué risa tan melódica y hermosa. Sacudí la cabeza.

-Yo en mis 18 años solo sé dibujar el sol y es porque es circular. – Dijo, aún riéndose. -¿Cuántos años tienes?

-13, casi 14 años.

-Y eres joven aún, y dibujas tan espectacular, ¿me lo regalarías? Claro, si no es mucho pedir. -Dijo, dándome una mirada amable y una sonrisa hermosa, sus ojos suelen achicarse cuando sonríe.

Qué hermosa es.

-Eh, sí, puedes tenerla. -Le pasé el dibujo, nuestros dedos se rozaron levemente.

-Wao, en serio, sigo un poco sorprendida. ¿Escribirías una dedicación? Así cuando te hagas famosa podré decir que tengo una pieza firmada y dedicada por ti. -Dijo, bromeando, me reí un poco, realmente sin creerme que haría eso. Tomé la hoja y detrás escribí

Para Charlie, espero que lo cuides,

Tal vez en el futuro sea necesario.

La escuché reír cuando lo leyó y la acompañé en su pequeña y melódica risa.

Quise que ese momento durara para siempre.

Años|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora