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-¿Aún no quieres salir? -Dijo Jimin a través de la puerta dónde se estaba quedando a dormir Jin, sin recibir ninguna respuesta Jimin se fue a la cocina resignado a hacer el almuerzo para ambos.

El pelirosa no volvió a salir desde ayer en la noche y el Rubio no sabía que hacer para sacarlo de esa habitación y hacerle sentir mejor.

Después de terminar todo come un poco y entró a la habitación encontrando al mayor dormido sobre la cama, lo movió un poco para despertarlo pero Jin estaba totalmente noqueado.

-Debe ser porqué no pego el ojo llorando toda la noche. -Suspira el menor y vuelve a salir de la habitación de huéspedes y va hacia la suya a cambiarse de ropa.

Toma un baño tratando de relajarse un poco y al salir ya listo para vestirse pudo escuchar la puerta de la casa siendo tocada muy fuerte, se vistió rápidamente con su ropa interior y un camisón blanco que le llegaba hasta arriba de las rodillas y dejaba al descubierto parte de su cuello y pecho, sin encontrar a tiempo su pantalón salió resignado a abrir la puerta mientras con una toalla secaba lo que podía de su cabello aún humedo, talvez sea Taehyung ya que el Ángel le había enviado un mensaje hace unos minutos que muy pronto estaría allí para ayudarlo con el mayor.

-¡Ya voy! -Llegó a la puerta que seguía siendo tocada sin parar y la abrió mientras dejaba aún lado su toalla y se agachada para ponerse sus zapatos.
-Qué bueno que llegaste, Hyung no a dejado de quejarse desde ayer. -No escucho nada de su parte y le pareció raro ya que su amigo nunca dejaba de hablar. -Al reincorporarse lo miró con una sonrisa que se borró unos segundos después y se alejó unos pasos asombrado observando los ojos rojos que lo miraban molesto.

-¿Dónde está el Ángel? -La voz del pelinegro era tan tranquilamente neutral que el rubio se asustó.

-¿Qué quieres de él? -En cambio la voz del Ángel le daban a entender al contrario su nerviosismo. -No está aquí. -Casi no pudo hablar, tratando de decir esa mentira.

-Se que esta aquí. -Se adentró más a la casa y cierra la puerta detrás de él con seguro. -Puedo olerlo y además tú mismo acabas de confirmarlo.

Jungkook empezó a caminar en dirección a la habitación dónde dormía el pelirosa y Jimin se interpuso en su camino empujandolo del pecho, Jimin no tenía ninguna de sus armas pero pudo notar que el Demonio tenía una daga en su cinturón y planeaba tomarla para apuñalarlo con ella.

-Será mejor que te quites, no estoy de humor. -Esquivo un golpe dirigido a su cabeza y se río a carcajadas. -¿Creés poder ganarme con eso? En tus sueños. -Lo agarró de los brazos empujandolo contra la pared provocándole un gemido de dolor al Ángel. -Primero me ignoras, luego tú amigo apuñala a mi hermano y ahora ¿Tratas de hacer lo mismo? Eres fácil de leer rubio.

Sonrió el Demonio dejándole ver dos picos blancos y puntiagudos, se tensó entre sus brazos al sentir como la mirada del otro empezaba a bajar por todo su cuerpo deteniéndose un rato considerable en su cintura y sus piernas desnudas y volviendo a verlo soltando un jadeo parecido a un gruñido. -¡Joder! -Gruño más fuerte al ver como estaba vestido él rubio mirándole todo lo que pudo tratando de grabar esa excitante imágen en su mente.

El rubio trató de alejarlo de su cuerpo al reaccionar notando como jungkook cambió su mirada a una algo más intensa olvidándose completamente del otro Ángel y empezó a acariciar su cintura, el Ángel siguió empujando fuertemente con sus manos contra su duro pecho.

-¡Suéltame! -Exclamó con sus ojos desorbitados por el terror que sentía notando una presión dura contra su muslo. -¡Déjame ir!

Luchó una y otra vez pero el pelinegro ejercía un fuerte agarré sobre él y le era imposible librarse. Asique solo podía mover su cabeza de un lado al otro para no dejarlo morder su cuello.

ᴹᶤ ᴬ́ᶰᵍᵉˡ ᶤᶰᵒᶜᵉᶰᵗᵉ +18 🌙 «MinGukkie»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora