Omegas contra el mundo

Capítulo 22

—Tengo... Tengo a veces esta imagen mental que se repite—. La voz suena pesada, lenta, cansada —. Me veo a mi mismo. Bueno, a quien pienso que soy, corriendo tan rápido como puedo, siempre siguiendo las vías del tren que ya conozco. Terminó de correr porque ya no puedo. Y grito. Gritó tan fuerte que mi garganta duele y se desgarra.

Peter tiene entre las manos un vaso de café; su vista está centrada en la humeante bebida. Hace frío. Está sentado junto a Tony en las sillas plásticas que flanquean el pasillo de la zona de urgencias del hospital en el que se encuentra Peter Lenhsherr.

Llevan ahí un rato, esperando a que el abogado termine de hablar con el chico y sus padres para poder ir a saludarlo. Loki está dando vueltas por el mismo pasillo, tiene a Daken entre sus brazos y lo arrulla. Lo ha estado cuidando durante la última semana, después de que Logan apareciera en el hospital y Erik reclamara su derecho paternal sobre Peter. El bebé terminó con ellos porque no había un Omega capacitado para cuidarlo.

—¿De qué estas escapando?—. Pregunta Loki, parándose frente a Parker.

El chico levanta la vista, frunce el ceño.

—Es que sí ganamos—. Baja la voz a pesar de que no hay nadie que pueda escucharlos —. Si ganamos realmente y somos libres sobre nosotros, no hay nada que garantice que Wade y yo podamos estar juntos. Y tampoco hay nada que garantice que Jack y Quentin puedan estarlo legalmente. Creo que siempre voy a ser el esposo de Quentin y Jack y Wade se casan pronto.

Da un trago a su café. Sus grandes ojos chocolate se ven acuosos debajo de sus pestañas.

—Creo que aún queda demasiado que exigir y por qué luchar. Y es triste, porque estamos exigiendo ser dueños de nosotros, de nuestras vidas. No estamos pidiendo nada extraordinario. Y me siento egoísta, porque Pete está pasando por todo esto, y yo estoy aquí a punto de llorar y quejándome de algo que al final del día tengo más o menos resuelto, porque Quentin y yo somos amigos, y también Jack. Estando en casa puedo abrazar a Wade, besarlo y ser una pareja, y Jack y Quentin solo dicen que derramamos demasiada miel. Y Peter...

—Bien, basta. Es suficiente de culparte—. Interrumpe Tony.

—Todos tenemos nuestras propias luchas, Peter, y nuestros propios sufrimientos. El sufrimiento de tu amigo no invalida el tuyo. Y tu propia lucha junto a Wade, Quentin, Jack y todos los que aman a quien quieren y no a quien les obligan a querer no excluye lo que estas haciendo aquí. Porque al final, solo queremos ser libres.

***
Erik se dio cuenta que era un verdadero imbécil la semana siguiente a que Peter fuera dado de alta.

Estaba tratando de expiar su culpa ayudando a su hijo en todo lo que necesitara. Era al momento de desplazarse que más ayuda requería, pues se negaba a usar una silla de ruedas y la fractura en el brazo dificultaba usar muletas.

Ahora que Peter estaba en casa Charles había retomado las "clases de modales", y mientras ayudaba al chico a acomodarse en un sillón en la biblioteca, cayó en cuenta que Charles nunca había estado enseñando modales.

No pudo decir si eran los títulos de los libros sobre el escritorio, las conversaciones sueltas entre el resto de Omegas que esperaban a poder comenzar o la forma en que lo veían.

Sintió su orgullo Alfa herido. Sintió la necesidad de echar a todo de su hogar, reclamar a Charles e impedirle volver a ver la luz del día.

Pero Peter pudo haber muerto.

No dijo nada y salió.

***
Las negociaciones entre los activistas Omegas y el gobierno siguieron de manera tranquila por los dos meses siguientes. Se negocio y aprobó la educación superior, y con ello la apertura a más y mejores puestos de trabajo.

Hank estaba feliz de poder demostrar que después de poner la atención sobre ellos, solo era cuestión de hablar y exponer tu propio punto. Matt dudaba de tanta diplomacia.

Muchos más grupos de Omegas se fueron abriendo a demás del que habían creado ambos Peter, Loki, Tony y Charles. Todos parecían querer ser parte de ese movimiento que los estaba llevando al cambio.

A ojos de los de un gran número de Alfas, los Omegas estaban siguiendo cual ovejas el pensamiento peligroso y desestabilizador de unos pocos que los llevaban por el libertinaje y el mal comportamiento.

—Hay un punto central dentro de nuestras exigencias que aún no ha sido abordado—. Apuntó Hank en la reunión que consiguieron con el presidente, Víctor Von Doom, a base de presión social de Omegas y Alfas que se habían unido al movimiento —. A pesar de los derechos laborales y educativos, no se ha traído a la mesa la discusión respecto a la autonomía Omega. Legal y socialmente los Omegas sólo existimos como posesión de un Alfa. Pará lograr un verdadero avance en materia de derechos es fundamental reajustar las leyes para eliminar la figura del Alfa como poseedor del Omega.

—Explíquelo a detalle—. Comentó Von Doom, y por la siguiente hora debatió tranquilamente con ambos representantes.

Al despedirse, prometió considerar con el legislativo el cambio que exigían. Su voz proyectaba tal honestidad, y su debate había sido tan profundo y acertado, que Matt comenzaba a creer que esa diplomacia era real y sus sospechas eran infundadas.

Lo hubiera seguido creyendo si la pérdida de la vista no le hubiera dotado de un oído fino y desarrollado.

—Bórralos. Exigen demasiado.