Capítulo 3

328 50 3
                                    

Charles Xavier era quizá el hombre más tranquilo y paciente que alguna vez había pisado el planeta. Era un Omega brillante, había leído y estudiado de todo a pesar de tener que dejar la escuela a los 11 años, hablaba más idiomas que nadie y tenía un montón de ideas para poder cambiar el mundo y hacerlo un mejor lugar.

Era brillante, pero era Omega. Provenía de una familia conservadora al extremo, de esas que creían fielmente en que el lugar de un Omega estaba junto a un Alfa, siendo callado y sumiso. Charles no pensaba que su destino fuera ese, pero había aprendido a la mala a no abrir la boca.

Sin embargo ahora que estaba ahí acariciando los platinados cabellos de su hijo mayor se arrepentía de no haber actuado antes. Amaba a Peter con verdadero amor de padre a pesar de no provenir de él . Recordaba la tarde varios años atrás en el que el niño le había sido entregado. Tenía 17 años, poco más de un año de matrimonio y un bebé de un mes entre sus brazos. "Es mi hijo, ahora también es tuyo", había dicho Erik por toda explicación y él no tuvo problema en aceptar al pequeño Omega como suyo. Era su hijo el chico que ahora lloraba desconsolado sobre su regazo, y él no podía hacer nada más que acariciar sus cabellos y recriminarse todo lo que no había hecho.

—Te lo dije, Charles. Te lo dije desde hace años—.Espetó Tony Stark caminando en círculos por el salón —. Entiendo que Nadia haga algo por él—. Dijo señalando a Peter Parker, quien sentado en el suelo no hacía nada más que ver a un punto fijo en la alfombra pensando en que su vida había terminado—. No tiene un padre Omega que lo defienda e impida que Bejamin lo casen con Beck, pero tú pudiste impedir que Erik obligará a Peter a casarse con Logan y no hiciste nada.

—No estaba en mis manos, Tony—. Respondió con voz suave.

Stark lo miró sin poder creerlo.
Al igual que Charles, él era un genio, tan listo y astuto que había podido ocultar sus primeros celos por un año y brindarse un poco más de educación. Pero entonces Howart lo descubrió y antes de poder darse cuenta de lo que pasaba estaba pronunciando sus votos matrimoniales y enlazandose con Steve Rogers.

—Pues encuentra la forma de que lo esté. Yo no pienso dejar que Steve decida sobre Harley ni sobre Jacob ¿Vas a dejar que Erik decida sobre David como lo hizo sobre Peter? Te lo he dicho ya muchas veces: los Omegas somos muchos y todos estamos igual de enojados.

—Pienso que la educación...

—Estoy de acuerdo con el señor Stark—. Interrumpió Parker, su vista aún estaba perdida en la alfombra y su mente en Wade, pensando en mil excusas para que él le siguiera acompañando. 
Esa tarde al enterarse de lo que su tío planeaba para él había corrido en busca de los Omegas mayores para buscar consejo, no había esperado el enojo desbordante de Stark, ni el mudo odio en los ojos de Xavier.

—¿Y que proponen? Somos cuatro personas.

—Somos más. Conozco... Conozco personas—. Peter se incorporó tallándose los ojos, alejando de su mente la angustia de sentir un ser creciendo en su interior.

—Podemos cambiarlo todo, podemos hacerlo si estamos juntos.





Omegas contra el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora