𝐈 𝐒𝐄𝐄 𝐅𝐈𝐑𝐄 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|

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Ver como los antiguos reyes se acomodaban en el barco y recibían con cariño sus cosas hacia sonreír a Fénix quien parecía estar más que calmada, pero ante esa armonía debieron ser serios a la hora de hablar sobre el motivo de esta nueva aventura.

— Durante estos tres años con la reina de fuego hemos acabado con la maldad, vencido ejércitos que anhelaban la destrucción y creado alianzas con los gigantes quienes se rindieron con la petición de no ser desterrados de esas tierras — Dijo Caspian viendo el mapa de Narnia —. Hay paz a lo largo y ancho de toda la nación.

— Y en estos tres años no han encontrado pretendientes? — Pregunto Lucy viendo a su amiga y a Caspian quien se vieron entre sí con cierta sonrisa que hablaba más que las palabras.

Fueron salvados por Edmund quien estaba más interesado en saber porque estaban allí, Caspian prosiguió hablando sobre los siete señores de telmar quienes fueron injustamente atacados por Miraz cuando robo el trono de su sobrino.

— Huyeron a las islas solitarias, nadie sabe que les pasó — Dijo Fénix recordando lo que el castaño le menciono.

— Y que hay más allá de las islas solitarias? — Pregunto Lucy viendo el dibujo de las islas solitarias.

— Aguas desconocidas — El capitán del barco decidió hablar mencionando lo que alguna vez oyó sobre esas aguas —. Cosas que nadie imagina, cuentos de serpientes marinas y peor.

Fénix soltó una pequeña risilla pero no lo negó, cualquier cosa podría existir a causa de la maldad sabía que tenía muchas formas de manifestarse por esa razón no sería para nada extraño que esas cosas fuesen reales.
Los cinco al terminar de hablar salieron de la cabina para unirse con la demás tripulación y claro enseñarles el barco a los recién llegados. Caspian se mantuvo al final para tomar por sorpresa a la reina de fuego al sujetar su mano por unos segundos sin que nadie los viese.

— Estuve a punto de responder quién era la mujer que me tenía enamorado — Susurro Caspian a Fénix quien se sonrojo.

— Y porque no lo hizo mi rey, ansiaba oír quién era la afortunada — Dijo la mujer soltando su mano para luego dejar un corto beso en la mejilla del hombre.

No permitió a oír ninguna respuesta de Caspian ya que se acercó de inmediato a Lucy para conversar con ella sobre su vida en su mundo y saber sobre sus hermanos.

Las dos mujeres caminaron por todo el barco mientras hablaban y reían con alegría, lograron ponerse al día con todo lo que había ocurrido en sus vidas incluso Fénix tuvo la confianza de mencionarle lo ocurrido con esos sueños y sensaciones extrañas que su cuerpo sentía en ocasiones. Lucy estuvo preocupada por ella pero sabía que desde su segunda venida cuando los telmarinos atacaron el castillo su amiga obtuvo un cambio drástico a su vida alterando así su corazón provocando que su poder se congelará por el dolor, aún que sus nuevos síntomas parecían ser más preocupantes.

— Conservo la fe que hallare respuestas y una recuperación en este viaje — Dijo Fénix.

Decidieron sentarse a observar las aguas y claro ver el duelo amistosos que estaban llevando a cabo ambos reyes haciendo disfrutar a los tripulantes ante gran espectáculo. Ambas sonrieron, aún que Lucy fue astuta y no pudo pasar por alto como Fénix veía más a Caspian que a su hermano aclarando de alguna forma sus dudas con respecto a ellos dos.

— Y cuando sucederá?

— Que cosa, Lucy?

— La boda — La castaña la vio confusa —. Tú y Caspian, estoy segura que toda Narnia sabe que ambos se aman, la forma en como lo miras y él a tí simplemente se aman eso no hay duda.

Las mejillas de la mujer se sonrojaron por completo nunca quiso ser obvia pero ya era inevitable ocultar sus sentimientos hacia el nuevo rey, después de mucho tiempo juntos estaba claro que ambos se llevaban más que bien con tan solo unos días de conocerse lograron crear una amistad que ha sido inquebrantable.

— Aún que no lo creas tenemos nuestras diferencias, y estoy segura que en este viaje no habrá excepciones y allí amiga mía te olvidarás de tus palabras — Ambas rieron y vieron como el duelo acababa en un empate.

Uno de los hombres le ofreció agua a Edmund quien acepto agradecido y se acercó a las chicas con mucha alegría, estaba feliz de estar nuevamente en Narnia y su rostro lo delataba. En ese momento Lucy pregunto si su viaje acabaría cuando se topasen con la última isla o si podrían llegar más allá donde se encontraba la gran nación de Aslan.

— Veo que aún siguen perdiendo el tiempo con sus historias absurdas — Dijo Eustace acercándose a ellos.

— Te sientes mejor? — Pregunto su prima.

— Sí pero no gracias a ustedes — Fénix sonrió un poco y se levantó para presentarse ante él.

El niño dejo que sus mejillas se tornaran rojas cuando la reina de fuego se presentó con toda la amabilidad posible al saber que era pariente de sus amigos. Para sorpresa de sus primos el chico le había sonreído con cierta vergüenza y no fue para nada maleducado al contrario se inclino un poco.

— Serás nuevo en este lugar pero nadie nace sabiendo por esa razón te ayudaremos a sentirte como en casa — Dijo Fénix a lo que el rubio agradeció.

Pero toda sonrisa que hubo en algún momento fue quitada cuando alguien aclaro su garganta para que supieran de su presencia. Caspian estaba allí viendo al niño con algo de seriedad provocando que Lucy riera un poco y que Fénix negara mientras rodaba los ojos.

— Creíamos que no despertarias en todo el viaje — Dijo el castaño.

— Bueno soy muy adaptable gracias a mi inteligencia, solo me desmayé ante la conmoción — Dijo volviendo a su faceta de niño quejoso —. Pero cuando logré hallar civilización hablaré con el consulado británico para mencionarles sobre este secuestro.

— Lo llamas así? Creí que te salvamos la vida de ahogarte — Se burlo Caspian.

Fénix le susurro que dejara al niño, lo entendía jamás había conocido Narnia y su miedo era normal ante algo nuevo.

— TIERRA!!!

La reina de fuego y Caspian fueron a corroborar que el anuncio fuese cierto cuando pudieron ver ambos sonrieron, después de una larga semana viendo solamente agua a su alrededor volver a ver tierra los alegraba.
Dieron la orden de preparar todo, irían a investigar y a buscar provisiones.

— No veo ninguna bandera narniana — Dijo Edmund a Fénix.

— Tranquilo averiguaremos el porque.

Le dio una pequeña palmada en su espalda para entregarle seguridad, dejo que se fuese por sus cosas junto con Lucy, debían prepararse para subir a los botes y remar hasta la orilla ya que una nueva aventura los esperaba.