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Los estómagos de los cuatro reyes sintieron hormigueos ante la nueva expedición y podían estar seguros que los demás también estaban ansiosos de tocar el suelo después de un tiempo navegando en el mar.

— Capitán, usted y los demás hombres irán por provisiones nosotros iremos a investigar la isla — Anuncio Caspian —. Sino regresamos en la madrugada vayan por nosotros.

— Está bien majestad — Respondió Drinian.

Fénix recogió su cabello con una cola de caballo para que no le molestará y acomodo su espada lista para la aventura.
Fue la primera en bajar del bote con estusiasmo, Eustace intento ser el segundo pero acabo cayendo golpeando sus rodillas provocando que Caspian viera a sus primos y preguntara si realmente eran parientes, el rubio era opuesto a los hermanos Pevensie. El muchachito prefería huir de la adrenalina y resguardarse fuera de ella, todo lo contrario eran los hermanos quienes ansiaban poder sentir sus corazones palpitar ante algo nuevo.

— Déjame ayudarte — Dijo Fénix al niño.

Lucy le agradeció con la mirada y se acercó a ellos dos para caminar juntos dejando que los dos varones fuesen al frente.

El lugar parecía desierto pero habían casas y al parecer eran habitadas, la reina de fuego pudo ver cómo una madre con sus dos hijos ingresaban a una de las casa con mucho miedo creando así desconfianza en la mujer. El rubio también vio una familia a través de una ventana de madera, pero inmediatamente corrió hacia el grupo para no quedarse solo.
Los cuatro reyes estaban dispuestos a ingresar a una capilla que parecía abandonada.

— Caspian no deberíamos dejarlo solo — Susurro Fénix al ver que Eustace veía hacia todos lados en una esquina —. Puede pasarle algo malo.

— Quieres vigilar? — Pregunto Edmund oyendo a su amiga.

— Que? Claro, muy buena idea primo eso haré — Dijo el rubio.

El castaño le entrego una daga antes de ingresar, Fénix le dio una última mirada pero debió ir con los otros tres. Habían un gran silencio solo se oían las pisadas de los reyes que se acercaban a un pulpito que contenía un gran libro, nombres y números estaban escritos en esas hojas dando a entender que era una venta de esclavos.

— Es horrible — Dijo Lucy.

De pronto muchas campanas comenzaron a sonar junto con gritos de esos ladrones que atacaron a los reyes. Inmediatamente tomaron sus espadas para defenderse de los malhechores que intentaban dañarlos por haberse metido en su “territorio”.
Aún que eran una cantidad que superaba a los otros cuatro no podían con la agilidad de los gobernantes, hasta que Fénix soltó su espada al sentir fuertes punzadas en sus brazos.

— Bajen sus espadas o acabaré con la vida de está mujer — Dijo uno de los ladrones tomando por detrás a la reina de fuego y amenazarla con su espada.

Los otros reyes debieron obedecer y más aún cuando Eustace también fue capturado.
Quien parecía ser el líder de aquella banda les ordeno que esposaran a todos y enviarían a Lucy junto con el rubio a la subasta, los otros dos irían al calabozo y la reina de fuego tenían planeado llevarla a otra especie de subasta.

— YO SOY TU REY!!! — Gritaba Caspian para que lo soltaran.

Pero ninguno obedecía solo lo ignoraban mientras lo arrastraban hasta el calabozo. Antes de desparecer por esas puertas pudo tener contacto visual con su amada quien lo vio con preocupación hasta no verlo más.

— FÉNIX!!! — Grito por última vez.

La reina de fuego golpeó la cabeza de uno ellos lograron zafarse de sus agarres y corrió para huir, al ver a su castaño fue así él quien intento ir con ella pero recibió un fuerte golpe.

— Ven aquí mocosa! — Uno de los hombres la cargo en sus brazos mientras que esta pataleaba para ser liberada.

La enviaron a otro calabozo dónde estaba sola entre las cuatro paredes que la retenían. Golpeo las rejas pero era en vano.

— Aslan, mi vida está en tus manos — Susurro la mujer para alejarse de las rejas.

Decidió sentarse en el suelo tratando de calmarse y pensar con claridad mientras que confiaba en Aslan, él jamás la había abandonado y estaba segura que está vez no sería la excepción.











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Estaba exhausta y hambrienta, solo había logrado dormir unos minutos luego siguió golpeando las rejas para intentar salir pero se llevó el regaño de uno de los malhechores quien había ido a informarle que mañana después de la otra subasta la venderían a ella para algún hombre que quisiese pagar por la mujer.

— Que es lo que sucede conmigo? — Se pregunto al ver sus manos que expresaban palidez y ese color más rojizo en sus venas ante el dolor.

Ese silencio o soledad fueron un momento perfecto para sus reflexiones llevándola a imágenes del pasado que podían amargar su corazón. La tristeza estaba dispuesta a tomarla pero ella no estaba preparada, se levantó ignorando cualquier pensamientos o dolor y siguió golpeando las rejas.

— Tus deseos se han cumplido, saldrás de aquí para ser vendida — Se burlo el ladrón.

Jalo las cadenas para hacerla caminar, Fénix cerró un pocos sus ojos cuando la luz del sol le dio en el rostro pero al recuperar bien su vista pudo ver una escena que estremeció su ser.
Un grupo de personas eran enviadas en un bote como sacrificio para la bruma, la mujer sintió temor cuando el hombre le menciono que si no era vendida sería un sacrificio más.

— Muévete!

Se dirigieron hacia la subasta pero comenzaron a escuchar un gran alboroto entre los vendedores y compradores de esclavos.

— POR NARNIA!!! — Fue música para los oídos de Fénix.

Pero el hombre tomando ventaja que estuviese encadenada intento llevársela lejos de allí para después venderla y obtener una fortuna por la vida de la chica.

— Sueltame! CASPIAN!!! REEPICHEEP!!! — Gritaba con la esperanza de ser escuchada por alguno de los suyos.

El sujeto la llevo hasta su casa donde la arrojo al suelo, Fénix lanzo una pata para derribar a su contrincante provocando el enojo de este y que tomara su daga para lastimarla.

— No debiste hacer eso dulzura — Dijo el hombre.

La mujer retrocedió pero enseño una sonrisa burlesca al saber lo que estaba por venir. Su enemigo no comprendió pero lo supo todo cuando fue derribado por Caspian.

𝐈 𝐒𝐄𝐄 𝐅𝐈𝐑𝐄 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora